WASHINGTON, 11 octubre 2011 (AFP) - Estados Unidos acusó el martes a Irán de intentar asesinar al embajador saudita en Washington, mediante un complot descubierto gracias a que un agente estadounidense en México se hizo pasar por narcotraficante interesado en perpetrar el ataque y contactó a los iraníes encargados del operativo.
EE UU consultará mecanismos para “aislar más” a Irán. Teherán rechaza la acusación
El complot fue “concebido, financiado y dirigido desde Irán”, declaró el fiscal general (ministro de Justicia), Eric Holder, en rueda de prensa.
La secretaria de Estado Hillary Clinton reaccionó señalando que Washington consultará con sus aliados sobre mecanismos para “aislar más” a Irán, que rechazó la acusación y dijo que se trata de “un escenario prefabricado para desviar la atención de la opinión pública norteamericana de los problemas internos de Estados Unidos”.
Detalles del presunto complot
Mansor Arbabsiar, un iraní de 56 años naturalizado estadounidense, fue detenido el 29 de septiembre pasado a su regreso de México, tras haber mantenido varias entrevistas con un falso narcotraficante, agente encubierto de Estados Unidos, informó Holder.
Otro iraní, Gholam Shakuri, miembro del grupo de élite militar Al Qods, con base en Irán, permanece en fuga, explicó.
Ambos agentes orquestaron un atentado que podría haber implicado la explosión de una bomba en Washington, informó el funcionario.
El presidente Barack Obama estaba al corriente de ese intento de ataque desde junio pasado, informó la Casa Blanca.
El atentado formaría parte de un ataque contra las embajadas saudita e israelí en Washington
El Departamento de Justicia tenía previsto presentar a Arbabsiar ante un juez en Nueva York este martes, para acusarlo de este complot “dirigido por facciones del gobierno iraní para asesinar a un embajador extranjero en suelo estadounidense, mediante explosivos”, detalló Holder.
“Si es inculpado, se declarará no culpable”, dijo el defensor de oficio del ciudadano iraní-estadounidense.
Según medios de comunicación locales, el atentado formaría parte de un ataque más amplio contra las embajadas saudita e israelí en Washington.
Reportes de prensa indicaron que Washington podría buscar nuevas sanciones en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas así como sanciones unilaterales por parte de sus aliados, desde Australia hasta Europa, contra Teherán.
Por lo pronto, el Departamento del Tesoro anunció medidas contra cinco individuos supuestamente relacionados con el plan.
Arabia Saudita desprecia el presunto complot
De su lado, Arabia Saudita calificó de “despreciable” el presunto complot para asesinar a su embajador en Estados Unidos, Adel Al-Jubeir, señalando que viola “los principios de humanidad”, y agradeció a “los organismos responsables del gobierno de Estados Unidos por prevenir un acto criminal”, en un comunicado de su embajada en Washington.
“El gobierno estadounidense y la CIA (Central de Inteligencia) tienen una larga experiencia en desviar la atención de la opinión pública de los problemas internos de Estados Unidos. Ahora habrá que esperar a conocer los detalles de este escenario prefabricado para descubrir los objetivos del gobierno norteamericano”, dijo de su lado a la AFP Alí Akbar Javanfekr, consejero de prensa del presidente iraní Mahmud Ahmadinejad.
México por su parte, sostuvo que el descubrimiento de este complot neutralizó un “riesgo” para su seguridad nacional, en un comunicado de su embajada en Washington.
La “Coalición Roja”
El operativo que según Estados Unidos permitió poner al descubierto el complot, fue bautizado “Coalición Roja” y arrancó en mayo cuando Arbabsiar entró en contacto con el agente encubierto de la Administración Antidrogas (DEA) en México.
Arbabsiar quería que el supuesto narcotraficante, que decía formar parte de un cártel mexicano, se encargara del ataque, a cambio de 1,5 millones de dólares.
El iraní le entregó un avance de 100.000 dólares, a través de una cuenta bancaria en Estados Unidos, para que empezara los preparativos.
El agente de la DEA le explicó luego a Arbabsiar, de nuevo en México, que necesitaría cuatro personas para llegar a cabo el ataque.
El grupo Al Qods, que es el brazo de élite de los Guardianes de la Revolución iraníes, ha sido acusado reiteradas veces por Washington de patrocinar atentados contra fuerzas aliadas en Irak, y de apoyar “actos terroristas” en el mundo entero.
El atentado iba a tenido lugar en un restaurante de Washington que el embajador frecuenta. Arbabsiar, según el acta de acusación, era consciente de que podían morir inocentes.
Al viajar a México de nuevo para garantizar el pago de parte de los 1,5 millones de dólares, Arbabsiar no pudo entrar en ese país, y fue arrestado el 29 de septiembre al regresar al aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York.
Arbabsiar podría ser condenado a cadena perpetua por el intento de asesinato, explicó Holder.
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