Tan notorias son las hazañas de Viktor Bout que inspiró una película de Hollywood y se ganó el apodo del "mercader de la muerte".
Sin embargo, el ruso -antiguo miembro de la fuerza aérea soviética- afirma que no es más que un empresario dueño de un negocio de transporte internacional legítimo, acusado injustamente de tratar de armar a los rebeldes de América del Sur y víctima de las maquinaciones políticas de Estados Unidos.
Las autoridades de Tailandia lo extraditaron a Estados Unidos en noviembre pasado, y un tribunal estadounidense empezará este martes un juicio que busca establecer cuál es la verdad.
Bout comenzó su carrera en el transporte aéreo en la década de 1990, después de la caída de la Unión Soviética.
De acuerdo con un libro de 2007 –"Mercader de la Muerte", escrito por los expertos en seguridad Douglas Farah y Stephen Braun - Bout armó su negocio usando aviones militares que habían quedado en desuso en los campos de aviación soviéticos en la década de 1990.
Diamantes, armas y militantes
Los robustos Antonovs e Ilyushins estaban a la venta junto con sus tripulaciones, y eran perfectos para llevar mercadería a las defectuosas pistas de aterrizaje de países en guerra de todo el mundo.
EL JUICIO
- Hoy la jueza Shira Scheindlin y los abogados de ambas partes seleccionará de entre 80 personas los 12 miembros del jurado para el juicio.
- En una medida inusual, Scheindlin dijo que hará que los jurados firmen una declaración garantizando que se abstendrán de leer sobre el acusado en internet o en cualquier otro lugar.
- La seguridad será estricta para el juicio, que podría durar hasta tres semanas.
Bout, de 44 años, nació en Tayikistán, entonces bajo la órbita soviética, y se cree que, usando varias empresas de fachada, comenzó a desviar armas hacia países africanos devastados por la guerra.
La ONU lo considera un socio del expresidente liberiano Charles Taylor, que está siendo juzgado por crímenes de guerra.
"[Bout es un] hombre de negocios, comerciante y transportista de armas y minerales que apoyó al régimen del expresidente Taylor en un intento de desestabilizar Sierra Leona y obtener acceso ilícito a diamantes", dicen los informes de la ONU.
Algunos medios de comunicación en Medio Oriente afirman que fue traficante de armas para al Qaeda y los talibanes.
También está acusado de haber armado a ambos bandos en la guerra civil de Angola y suministrarles armas a los señores de la guerra y los gobiernos de la República Centroafricana, la República Democrática del Congo, Sudán y Libia.
A la fuga
"El mercader de la muerte"
- Acusado de suministrar armas a conflictos de África y Medio Oriente y de intentarlo con la guerrilla colombiana.
- Se cree que dispone de profundos conocimientos del mundo militar ruso y de las operaciones de inteligencia de ese país. Según corresponsales, la diplomacia rusa teme las revelaciones que pueda hacer en el juicio.
- Se le acusa haber suministrado armas a diferentes grupos en Angola, Liberia y la República Democrática del Congo.
- También se cree que usó su red para pasar armas a principios de los '90 a Afganistán y Bosnia.
En una entrevista con el Canal 4 de Reino Unido el año pasado, Bout negó rotundamente haber tratado con al Qaeda o los talibanes.
Pero sí admitió haber llevado armas por aire a Afganistán en la década de 1990, aunque dijo que eran para los comandantes que luchaban contra el Talibán.
También dice que le ayudó al gobierno francés a llevar víveres a Ruanda después del genocidio y que transportó a cascos azules de la ONU.
Pero las fuerzas del orden lo han perseguido durante toda la década del 2000.
Tuvo que abandonar su casa en Bélgica en 2002 luego de que las autoridades emitieran una orden de arresto.
Se cree que viajó con varios seudónimos y que pasó por países como los Emiratos Árabes Unidos y Sudáfrica, antes de reaparecer en Rusia en 2003.
Ese mismo año, el entonces alto funcionario del ministerio de Relaciones Exteriores británico, Peter Hain, acuñó el apodo de "mercader de la muerte".
Después de leer un informe de 2003 acerca de él, Hain dijo: "Bout es el mayor mercader de la muerte y el principal vehículo de aviones y rutas de armas desde Europa del Este, principalmente Bulgaria, Moldavia y Ucrania, a Liberia y Angola.
"La ONU lo denunció como el centro de una telaraña de traficantes de armas, corredores de diamantes y otras actividades que financian guerras", agregó.
Clases de tango
EE.UU. tomó medidas contra Bout a lo largo de la década de 2000, como congelar sus activos en 2006, pero no había ninguna ley por la que pudiera ser procesado en ese país.
Por eso, los agentes del FBI esperaron hasta 2008, cuando se hicieron pasar por compradores de armas para la guerrilla colombiana de las FARC y lograron encontrarse con Bout en Tailandia a través de un exsocio suyo.
En una habitación de hotel en Bangkok, Bout y los agentes de EE.UU. supuestamente hablaron de enviar armas a Colombia, y durante sus conversaciones los agentes encubiertos dijeron que las usarían para matar estadounidenses. Al parecer, el ruso les dijo que los estadounidenses también eran sus enemigos.
Poco después, las autoridades tailandesas lo arrestaron y ahí comenzó un largo proceso judicial que acabó más de dos años después con su extradición a EE.UU.
Bout dijo que el caso está motivado políticamente y su esposa ha sido citada diciendo que su única conexión con Colombia fue haber tomado clases de tango.
Las autoridades rusas lo han apoyado en todo, y el ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, prometió luchar para asegurar su regreso a Rusia y calificó la decisión del tribunal tailandés como "injusta y política".
En la película "El señor de la guerra", de 2005, inspirada en la vida de Bout, el antihéroe finalmente escapa. Sólo el tiempo dirá si este será el destino que correrá el personaje real.
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