En un futuro próximo el yuan chino podría reemplazar al dólar estadounidense como la moneda de mayor peso internacional. Así lo creen varios analistas internacionales ante la progresiva recesión que sufre la economía norteamericana.
Arvind Subramanian, analista y colaborador del Instituto Peterson de Economía Internacional, vaticina en un artículo que en el transcurso de la próxima década la economía de la potencia asiática podría superar a la estadounidense, lo que permitiría al yuan sustituir al dólar como divisa de reserva mundial. No obstante, Subramanian señala que "un cambio semejante del sistema financiero internacional es posible siempre y cuando China realice una serie de reformas para que el yuan sea totalmente convertible".
Los analistas destacan que la superioridad económica de China ya es considerable en términos de participación en el PIB mundial y de los flujos comerciales y de capital, lo que contribuirá a la transformación del gigante asiático en la primera economía del mundo.
Pekín empezó a promover activamente su moneda en el escenario mundial hace unos años. Como resultado de una serie de reformas monetarias comenzó a desarrollar rápidamente el mercado de bonos emitidos en yuanes. Además fortaleció el papel de su divisa, también conocida como 'renminbi' en el comercio internacional. Incrementando su potencial, las autoridades de China tratan de alcanzar un objetivo importante: reducir gradualmente su dependencia del dólar, en el que, en realidad, han dejado de confiar.
“El yuan podría convertirse en una moneda que se utilice para transacciones internacionales en el transcurso de unos 10-15 años”, asegura el analista Claudio Loser.
Para el experto la moneda china no tendrá dificultad en destronar al dólar porque EE. UU. afronta numerosos problemas internos, como el de la deuda. “Si China eliminara las restricciones al uso de su moneda, el yuan sería la moneda más fuerte”, sostiene Loser.
A principios de agosto la agencia de calificación de riesgos Standard and Poors rebajó el rating crediticio de Estados Unidos. La decisión fue tomada después de que Washington aumentara el techo de la deuda estatal, decisión que evitó in extremis la quiebra técnica de la economía nacional. Ambos acontecimientos extendieron el pánico en los mercados mundiales y sembraron el miedo a que el dólar no sea capaz de servir en el futuro como moneda de reserva. El yuan chino, a diferencia del dólar, casi no ha sufrido los efectos de la recesión de 2008 y aspira a arrebatar a la moneda estadounidense su liderazgo.
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