16 octubre, 2011

Elecciones en Guatemala: el mapa político entre Patriota y Líder

Análisis & Opinión

Mario Antonio Sandoval

Mario Antonio Sandoval Samayoa es periodista, escritor y comunicador social. Es miembro de la Real Academia Guatemalteca de la Lengua, correspondiente a la RAE, y ha sido dos veces presidente de la Asociación de Periodistas. Ha escrito dos libros, varios ensayos y es columnista estable de Prensa Libre (Guatemala).

  • Jue, 10/13/2011 - 13:47

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El resultado más notorio de la encuesta realizada en Guatemala por Prodatos respecto de la intención de voto presidencial (segunda vuelta), es sin duda alguna la situación en la cual se encuentran los dos aspirantes. Los números obtenidos son: Otto Pérez Molina, 55,8%, y Manuel Baldizón, 44,2%, entre el 4 y el 8 de octubre de 2011. La diferencia entre ellos es de 11,4 puntos, los cuales, debido al margen de error, pueden ampliarse a 17,2% en caso hubiera una combinación en la cual Otto Pérez Molina tuviera 2,8% mayor a lo obtenido, y Baldizón tuviera el mínimo de posibles puntos, es decir 2,8% menos de lo obtenido. La mencionada diferencia también podría disminuir a un mínimo de seis puntos, si ocurre lo contrario, o sea: Pérez desciende a 53,0% y Baldizón sube a 47,0%.

Es útil ver los resultados por zonas del país. El Partido Patriota tiene 65% en la capital y el distrito Central; 68% en el centro del país; 56% en las Verapaces y Petén; 54% en Oriente y en la Costa Sur. En Occidente tiene 45%, es decir: con aumentar un 6% de intención de voto lo tendría mayoritario en la totalidad del país. El Partido Líder solo aventaja en Occidente, donde tiene 55%. Para llegar a la mayoría necesita: 16% en la capital y el Distrito Metropolitano; 19% en el centro del país; 7% en las Verapaces y Petén; 4,8% en Oriente, y 5% en la Costa Sur. En cuanto a las áreas: PP, 65,2%; Interior urbano, 58,5%, e interior rural, 50,5%. El partido Líder necesita lograr 16,2%, 9,2% y 0,5%, respectivamente, según los datos de la encuesta.

Ootro dato importante, a mi juicio, se refiere a la seguridad de los votantes por apoyar al candidato a quien dijeron apoyar. El 8% de los simpatizantes del PP podrían cambiar, es decir, 4% de su total, mientras con el Partido Líder el porcentaje de inseguros es de 11%, equivalentes a 5% del total. Los votos en blanco se reparten así: están seguros de hacerlo, 28%, o sea 3% del total, y podrían cambiar, 72%, es decir, 8% del total.

La finalidad de señalar estas cifras es demostrar todos los factores capaces de provocar en las encuestas algunos cambios, algunos sutiles y otros no. A esto se debe agregar el clima, daños en la infraestructura de carreteras, así como el hecho de haberse realizado ya la elección de las autoridades edilicias locales.

(..) el acto electoral es emocional, sobre todo en sociedades subdesarrolladas políticamente, como Guatemala.

A mi modo de ver las cosas, un factor muy importante es la asistencia a las urnas, porque en esa forma se afianza la representatividad del gobierno conformado. Debido a ello, una de las tareas más justificables del Tribunal Supremo Electoral y de los dos contendientes es precisamente instar a los ciudadanos a votar. A nadie conviene un régimen debilitado en su origen, porque no es el producto de la voluntad de la mayoría ciudadana, sino de la mayoría de una minoría asistente a las urnas. En ese sentido, los aspirantes tienen obligación, pero también se benefician, si los alcaldes ganadores en los comicios del 11 de septiembre se toman la tarea de convencer a los electores de viajar de nuevo a depositar su voto por alguno de los aspirantes.

Las predicciones y los análisis acerca de los números electorales se pueden realizar desde una sola perspectiva, la política, o desde otras, como la sociológica, psicológica, antropológica, histórica, étnica. Serán mejores conforme más elementos tomen en cuenta, porque el acto electoral es emocional, sobre todo en sociedades subdesarrolladas políticamente, como Guatemala.

Los números de las encuestas tienen varias finalidades, y una de ellas es otorgar información para juzgar post electionem lo ocurrido, a fin de establecer teorías o hipótesis, sin las cuales aumenta el peligro de la repetición de los errores de juicio causantes de resultados equivocados o contraproducentes. Esta encuesta otorga muchos datos dignos de ser tomados en cuenta.

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