Cada día, mueren más de 12 personas como consecuencia de crímenes violentos
Las últimas cifras sobre homicidios agravados en El Salvador evidencian que no hay freno para este grave delito. Durante el recién finalizado septiembre se reportaron 377 asesinatos, según datos brindados a EL PAÍS por la policía local. En agosto pasado el registro fue de 391 homicidios agravados.
La suma de los dos meses sirve para concluir que en El Salvador están siendo asesinadas 12,6 personas diariamente, especialmente jóvenes. La cifra se mantiene casi invariable desde hace más de una década, cuando los gobiernos conservadores implantaron las tristemente célebres leyes de “Mano Dura”, con las que no han logrado disminuir los homicidios ni la proliferación de las pandillas o “maras” como se conocen en Centroamérica, México y decenas de ciudades de Estados Unidos, donde reside un tercio (2,7 millones) de la población salvadoreña.
Y esto es lo que ocurre casi a diario. Cinco jóvenes jornaleros habían cobrado su salario después de una agotadora semana en el campo y se fueron a hacer lo que de rigor hacen casi todos hombres en estas tierras: ir a chupar unas dos que tres cervezas. Lo estaban pasando bien, hablaron de mujeres y de sus expectativas de ganarse una mejor vida. Llegó la hora de marcharse y en el camino de pronto aparecieron, como de la nada, cuatro hombres armados que sin, mediar palabra, comenzaron a disparar. Uno de los cinco logró salvarse de la masacre y es actualmente el único superviviente y testigo. No sabe quién mató a sus amigos y mucho menos el por qué.
Mientras esto ocurría en el cantón El Chaparral, de La Libertad, el sábado 1 de octubre, en otro punto del territorio nacional, la policía descubría un cadáver decapitado, abandonado en un predio baldío. Nadie sabe cómo se llama la víctima ni por qué sufrió una muerte tan cruel.
El Gobierno sostiene que el aumento de crímenes se debe a la rivalidad de las “maras” por el control del territorio
El Gobierno actual, encabezado por el experiodista Mauricio Funes, sostiene que la cantidad de muertos que ahora se reportan se debe a la rivalidad de las “maras” por el control del territorio, con lo que se aseguran la venta al menudeo de drogas, especialmente crack, marihuana y cocaína.
Estas drogas les son suministradas a las “maras” por los carteles del narcotráfico de Colombia y México. El presidente Funes ha asegurado que incluso se sabe de la presencia del temible cartel de “Los Zetas” en la región centroamericana.
Desde hace más de un año el Gobierno de Funes tiene en las calles y carreteras de El Salvador a más de 20.000 agentes policiales -incluso los alumnos de la academia policial-, así como a la mitad de los soldados del ejército (unos 8.000 soldados), en un combate abierto y frontal contra la delincuencia, que también está armada, con equipos de comunicación y vehículos automotores.
Hoy, por ejemplo, la policía ha reportado la captura de 29 presuntos “mareros” implicados en 12 asesinatos en el occidental departamento (provincia) de Sonsonate, donde en lo que va de año se han registrado 393 homicidios graves.
Jeannette Aguilar, experta en temas de violencia y directora del Instituto Universitario de Opinión Pública (IUDOP), critica la impunidad vigente ya que solo se investiga el 10% de los asesinatos. Por otra parte, considera que el Gobierno sigue el esquema del pasado, en el que se privilegia la represión del delito, pero se hace muy poco por la prevención.
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