09 octubre, 2011

La guerra narco de Guatemala

A un mes de que el presidente de Guatemala, Álvaro Colom, anunciara su decisión de decretar el estado de sitio en varias regiones de su país, por el avance de los grupos de narcotraficantes, los encargados de la seguridad de su administración afirmaron que estas medidas están dando resultados positivos. Desde la declaración del estado de excepción, unos 500 policías y 300 soldados tomaron la cabecera departamental fronteriza con México y comenzaron a eliminar la amenaza narco en el país.

Imagen de La guerra narco de Guatemala
Una mujer espera un autobús cerca de un puesto de inspección militar - AP

Alta Verapaz, ubicada en el norte de Guatemala, es una región donde la presencia del Estado es mínima. En los últimos años, la construcción de una carretera en la franja que corre entre las fronteras de México y Honduras facilitó el tráfico de drogas. Por eso, el principal objetivo del estado de sitio decretado para esa región es frenar el avance de los "Zetas", uno de los grupos narco que operan allí, y que también tiene una fuerte presencia en México.

Desde que Guatemala se vio obligada a enfrentar con todos sus recursos a los grupos de narcotraficantes, además de la presencia de policías y soldados, se creó una comisaría modelo y un programa de apoyo al sector judicial mediante una donación de seis millones de dólares entregada por el gobierno estadounidense.

El secretario de comunicación social de la presidencia, Ronaldo Robles, afirmó que continúan evaluando si renovarán el decreto que tiene un mes de vigencia, aunque de no hacerlo, explicó, se mantendrá la presencia de militares y policías en la zona.

El ministro de gobernación, Carlos Menocal, indicó que el estado de sitio impuesto en Alta Verapaz para combatir al narcotráfico está arrojando resultados positivos. "Se han comenzado a cumplir los objetivos de recuperar la gobernabilidad y de desarticular las estructuras del crimen organizado”.

Menocal sostuvo que la presencia del ejército, sumado a la suspensión de las garantías constitucionales en el departamento de Alta Verapaz, ubicado a unos 100 kilómetros al norte de la capital, posibilitó la captura de 18 personas -entre ellas un mexicano-, el secuestro de más de 80 armas, aeronaves, automóviles, equipos de comunicaciones, y más de 40.000 dólares en efectivo.

Los narcos, particularmente del cártel de los "Zetas", tenían su base, su resguardo y su centro de operaciones en Alta Verapaz.

MÉXICO: EL HORROR NARCO EN TIJUANA Y ACAPULCO


La cabeza decapitada de un hombre fue encontrada colgando de un puente en la ciudad de Tijuana. De acuerdo a la policía, pertenecía a un hombre de entre 25 y 30 años, y cerca de allí se encontró un mensaje con amenazas.

Horas antes, una mujer de entre 30 y 35 años fue hallada muerta a balazos en otro vecindario de Tijuana, también con un mensaje amenazador. Las autoridades sostienen que la ola de violencia en esta ciudad se debe a las disputas entre grupos rivales y los hombres leales a Teodoro "El Teo" García Simental, presunto narcotraficante arrestado en enero del 2010.

Los enfrentamientos entre los grupos de narcotraficantes se dan en distintos puntos de México. Esta guerra está golpeando con fuerza una de las fuentes de ingresos más importantes del país, el turismo. Acapulco, un destino soñado para mexicanos y extranjeros, está cada vez más relacionado a la violencia.

La policía encontró en una avenida los cadáveres de cuatro hombres. Todos los cuerpos estaban con los ojos vendados y atados de pies y manos. De acuerdo a las primeras investigaciones, murieron como consecuencia de las heridas de bala y de arma blanca, al parecer machetes. Junto a los cadáveres había mensajes escritos a mano del tipo de los que dejan frecuentemente los narcotraficantes.

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