Tras la muerte del coronel Muammar Gaddafi los países occidentales se disponen a iniciar la masiva redistribución de los recursos naturales de Libia. El principal tesoro del país norafricano son los yacimientos petroleros (29.500 millones de barriles) y de gas (unos 1,6 billones de metros cúbicos).
¿Quién es el dueño de petróleo libio?
El diario ruso Kommersant asegura que los contratos para explotar los recursos naturales se firmarán entre las nuevas autoridades libias y los países que participaron activamente apoyándolas para derrocar a Muammar Gaddafi: el Reino Unido, Francia, EE. UU., Italia y Qatar.
Incluso algunas compañías comenzaron la prospección de las entrañas de Libia antes que finalizara la guerra civil en el país. Andrew Brons, diputado del Reino Unidos en el Parlamento Europeo, asegura que existe un acuerdo secreto entre la compañía petrolera Vitol y el Consejo Nacional de Transición de Libia por un valor de 1.000 millones de dólares.
Según el representante británico, ahora Vitol podría obtener los derechos exclusivos para comerciar el petróleo libio.
A su vez, John Daly, experto de la revista Foreign Policy, cree que Francia tiene el derecho exclusivo sobre el "oro negro" de Libia. En septiembre, la prensa francesa informó que al inicio del conflicto armado, Francia había alcanzado un acuerdo con el Consejo Nacional de Transición de Libia sobre el control del 35% de petróleo del país a cambio de darles apoyo.
Se ventiló también la existencia de una carta con fecha del 3 de abril pasado y escrita para el emir de Qatar, en la que el Consejo de Transición libio le informa que “había firmado un acuerdo (de transferencia) del 35% de su petróleo a Francia a cambio del apoyo total e incondicional al Consejo Nacional”.
Otros también disputan el oro negro
A la vez, el experto también considera que pese a la voracidad del Reino Unido y Francia, las empresas de otros países buscan lucrar con la mina de oro negro libia, como por ejemplo: la italiana Eni; las compañías estadounidenses y canadienses Marathon, ConocoPhillips, Hess, Occidental y Suncor; y la brasileña Petrobras, que dejó de trabajar en Libia a causa de las hostilidades.
Otro contendiente que aspira a un pedazo del pastel del petróleo y gas de Libia es China. Según los especialistas, el gigante asiático no tiene un "agravante pasado colonial”, pero tiene un montón de dinero.
Los países occidentales gastaron enormes sumas de dinero en la guerra en Libia. Pero si se toma en cuenta sus intenciones de controlar los recursos naturales del país, esos gastos tal vez estarían más que justificados, ya que esperan recibir no solo el crudo libio, sino también las concesiones extraerlo.
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