El excandidato a la presidencia de México en 2006 por el Partido de la Revolución Democrática (el izquierdista PRD) y actual líder del Movimiento para la Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, participó esta noche en una charla invitado por la Fundación Ortega y Gasset, donde explicó su proyecto a unos 200 asistentes entre simpatizantes, estudiantes de la fundación y periodistas.
En una visita que, según afirmó, no duraría más de 24 horas, López Obrador llegó a Madrid procedente de Washington, como parte de una gira internacional para difundir el mensaje del movimiento que ahora lidera. Aunque inicialmente había acordado que recibiría a los medios de comunicación horas antes del encuentro, problemas con la conexión aérea desde EE UU obligaron que el tiempo de preguntas y respuestas se ajustara al ya previsto en el encuentro. “Hablaré de los problemas que aquejan a México y el mundo”, afirmó al comenzar. El exjefe de Gobierno del Distrito Federal comentó que su nuevo movimiento, Morena, es “un esfuerzo colectivo” en el que participan más de dos mil comités municipales, unos 183 mil dirigentes, y que suma cerca de 4,2 millones de ciudadanos. A pregunta expresa sobre la financiación del movimiento, López Obrador respondió que Morena es “transparente” y que funcionaba gracias a donaciones ciudadanas a una cuenta de banco y fondos a través de “partidos políticos progresistas” . Añadió, en tono irónico, que para conocer mayores detalles sobre las cuentas, habría que consultar “al Cisen [Centro de Investigación y Seguridad Nacional, órgano de inteligencia del Gobierno mexicano]”. Cuando se le insistió sobre si la responsabilidad de la transparencia de su movimiento correspondía a Morena o solamente al Cisen, López Obrador zanjó la discusión al afirmar que “las cuentas están ahí para quien las pida”. En cuanto a si existe algún acuerdo con el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, otro de los posibles aspirantes a la candidatura del PRD a las elecciones presidenciales de 2012, López Obrador aseguró que "no existe ningún problema. Hemos acordado que el candidato será quien sume más apoyos. Ebrard es mi amigo".
En poco más de 40 minutos de discurso, López Obrador habló sobre los efectos negativos que ha causado el “neoliberalismo” no solamente en México sino en varios países del mundo. “En dos décadas, la fortuna de la élite mundial se elevó más de 100 veces”. En el caso del país latinoamericano, señaló que el proceso comenzó en el Gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988) y se consolidó durante el mandato de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994). Sobre su estrategia contra el narcotráfico, el excandidato presidencial afirmó que su principal prioridad es “combatir las causas. La violencia responde a una necesidad de empleo y oportunidades. Iremos casa por casa para incorporar a los jóvenes al estudio”. De una estrategia de seguridad, López Obrador solamente detalló que se comprometía a “combatir la corrupción” y a “subir los sueldos de policías”, para atajar el problema. “Actualmente no hay frontera entre la seguridad pública y el crimen organizado”. López Obrador no olvida la polémica elección de 2006, que oficialmente perdió por un ínfimo 0,5% . “En México no hay democracia, hay oligarquía. […] Si no nos hubieran robado la presidencia en 2006, el país no estaría así”.
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