Por Cal Thomas
En la Convención Nacional Demócrata en Boston, el Senador Barack Obama dijo, “… No hay una América negra y una América blanca y una América Latina y América Asiática – lo que hay es Estados Unidos de América”.
Estas fueron palabras dignas de elogio. Desafortunadamente, parece que son sólo palabras. Desde entonces, Obama nos ha dividido con líneas raciales y de clase más que cualquier otro presidente moderno.
Algunos de sus más fuertes y más conocidos simpatizantes en la comunidad negra ahora están diciendo que la raza de Obama, por sí sola, debe ser suficiente para que los votantes negros voten para su reelección.
Krissah Thompson del diario The Washington Post reporta que en el “Show Matutino de Tom Joyner”, que tiene un estimado de 8 millones de oyentes en la radio, Joyner, que es negro, dijo, “Únanse, negros”. Este programa llega a uno de cada cuatro adultos afroamericanos.
El Reverendo Al Sharpton, que también tiene un programa de radio y un espacio en MSNBC, regañó a los negros que critican al presidente, “No les digo que se callen. Lo que les dijo es: No hagan que algunos de nosotros tengamos que hablar”.
El intento de poesía ya cansa, Al. ¿Por qué no le dejas eso a Jesse Jackson?
Joyner fue más allá en su “blog” del Internet, escribe Thompson: “No nos ocupemos de los hechos ahora”, dijo. “Ocupémonos sólo de nuestra negritud y orgullo – y lealtad. Tenemos la oportunidad de reelegir al primer presidente afroamericano, y esto es lo que debemos hacer. Y yo no tengo miedo ni me avergüenzo de decir que, como negros, debemos hacerlo porque él es negro”.
Traten de hacer esto en un juego de fútbol. No importa que el “quarterback” siga tirando intercepciones o deje caer el balón, manténgalo en el juego simplemente porque es negro. Si esto sucediese, él sería abucheado hasta que el entrenador lo sacase del terreno, y esos abucheos no serían sólo de parte de blancos.
En la misma semana en que el monumento al Dr. Martin Luther King Jr. fue inaugurado en Washington, Joyner y Sharpton están diciendo que Barack Obama debe ser juzgado no por su carácter y el contenido de sus políticas, sino por el color de su piel. Qué triste. Qué racista.
Si no puede hacerse responsable de sus políticas a un presidente negro y él debe recibir los votos de los afroamericanos simplemente por su raza, entonces todas las marchas por la igualdad de derechos han sido en vano. La pregunta a hacerse debe ser ésta: ¿Están los afroamericanos, mejor aún, están todos los estadounidenses, mejor ahora de lo que estaban cuando Barack Obama asumió el cargo? Bajo cualquier estándar objetivo, la respuesta debe ser “no”. ¿Cómo esperan los negros que mejoren sus circunstancias si Obama es elegido por otros cuatro años? Si llegan a la conclusión de que no mejorarán ¿por qué no votar por alguien que pueda crear condiciones donde más de ellos puedan conseguir empleo, por ejemplo? El desempleo entre los negros es de 16.7 por ciento, el más alto en 27 años.
Sharpton y Joyner no tienen que preocuparse mucho sobre sus futuros financieros. Pero demasiados afroamericanos siguen empantanados en condiciones que han caracterizado a muchos en su comunidad durante décadas. ¿Por qué han de querer continuar viviendo así debido al “orgullo” y la “lealtad” cuando el Partido Demócrata no ha sido leal con ellos y hay algo mejor?
Recientes encuestas del Washington Post-ABC News revelan una baja en el número de negros con opinión “muy favorable” sobre el presidente y sus esfuerzos por mejorar la economía. Lo que gente como Joyner y Sharpton temen es la pérdida de un espacio en la mesa política, una mesa que se ha puesto mucho más elegantemente para ellos que para muchos de los afroamericanos a los cuales ellos dicen representar.
Lo que esa baja de apoyo hacia Obama en la comunidad afroamericana demuestra es que cada vez más negros están empezando a entender que el Partido Demócrata les ha estado tomando el pelo. Tienen derecho a sentirse así. Su lealtad no debe ser a un partido, sino a sí mismos, sus familias y sus mejores intereses, que están fuera de un sistema de bienestar social que ha encerrado a muchos de ellos en una dependencia y adicción a un cheque del gobierno. Lo que necesitad es enfrentar la realidad. ©2011 Tribune Media Services.
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