06 noviembre, 2011

'Alfonso Cano', retrato de un arrogante y solitario político frustrado

Por: MARTHA ELVIRA SOTO F. Y ANDRÉS GARIBELLO

Retrato de un arrogante y solitario político frustrado

En una de sus últimas apariciones con 'Marulanda', en el Caguán, en el 2001.

Guillermo León Sáenz, murió al frente de una guerrilla que no es como él la soñó.

La carrera hacia la muerte de Guillermo León Sáenz Vargas, alias 'Alfonso Cano', se inició en 1984. Ese año, tomó la decisión de saltar de las filas de los bohemios y agitadores estudiantes de Antropología de la Universidad Nacional a la selva.

Para la época, la relación con su padre, Luis Antonio -un godo a ultranza-, y sus cinco hermanos ya estaba más que resquebrajada. La familia, de clase media, había pasado de tolerar sus encuentros clandestinos con miembros de la izquierda, en bares donde se mezclaban tangos, mujeres y mucho ron, a tener que soportar las voladas de 'Cano' a dictar conferencias sobre Marx.

"En una de ellas, en Ibagué, en pleno Mundial de Fútbol de 1970, nos dijo: 'Camaradas, primero el partido, agilicemos", recuerda Carlos Lozano, director del semanario Voz, quien lo conoció a finales de los años 60.

"Le encantaban Millonarios y la farra, pero era estudioso, disciplinado y leído. En esa época todos los jóvenes estábamos seducidos por el cura guerrillero Camilo Torres y por el Che", agrega Lozano.

'Cano' pasó de estudiante a perseguido en los 80, cuando las autoridades iniciaron los seguimientos a su entorno y allanaron el apartamento donde vivía con su primera esposa, María Eugenia, y su primogénito, Federico.

"En ese entonces, él e 'Iván Márquez' empezaron a mostrarse y a llevar la batuta de las Farc en algunas áreas", recuerda Camilo Gómez, ex comisionado de Paz. Sus provocadores discursos en los encuentros de las Juventudes Comunistas (Juco) lo hicieron tan visible que fue a dar a La Modelo en 1981.

La llegada a 'Casa Verde'

Tras un año largo de cárcel y la amnistía del gobierno Betancur, 'Cano' se les esfumó a los Sáenz y a las autoridades. Su familia volvió a verlo, por televisión, en marzo de 1984 -durante los llamados acuerdos de La Uribe-, cuando ya tenía 36 años y había cambiado la mochila terciada y el cigarrillo en la mano por un camuflado nuevo y un fusil.

Entró directo a 'Casa Verde', el santuario de las Farc en el Meta, donde el viejo 'Jacobo Arenas' le abrió las puertas con la idea de que el joven bogotano se encargara de impulsar la naciente Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar.

"Yo estuve ese día, en el lanzamiento de la Unión Patriótica (UP), en representación del Congreso, y recuerdo que él se mostraba entusiasmado con el proyecto", dice el ex ministro Fabio Valencia Cossio, quien, al igual que Carlos Lozano y Camilo Gómez, encontró a otro 'Cano', años después, en los frustrados diálogos del Caguán, durante la administración Pastrana.

Para ese entonces, ya había heredado la silla de 'Jacobo Arenas' en el llamado secretariado de las Farc (1990), la guerrilla estaba fuerte y el país empezó a desfilar por la llamada zona de distensión, en busca de una agenda para la paz. Ademas, había visto frustrada la posibilidad de llegar a la Asamblea Nacional Constituyente (1990) y había protagonizado los infructuosos diálogos de Caracas (1991) y Tlaxcala (1992).

Arrogante y escéptico

A esa seguidilla de fracasos políticos le atribuye Lozano la prevención con la que 'Cano' llegó al Caguán. "Lo noté entusiasmado, pero escéptico. Aunque públicamente no lo dijo, en conversaciones privadas deslizaba dudas sobre los diálogos", asegura.

Pero Valencia Cossio, entonces negociador del Gobierno, tuvo otra percepción: "Inicialmente creímos que estaba castigado por el fracaso de los anteriores acercamientos, pero realmente se 'autoaisló' para concentrarse en el lanzamiento del Partido Bolivariano, de tendencia chavista".

En Los Pozos también planeó la creación del Partido Comunista Clandestino Colombiano, conocido como PC3, que buscaba la infiltración amplia de las Farc en la sociedad colombiana, mediante el reclutamiento de profesionales y universitarios.

Para Valencia Cossio era claro que 'Cano', a pesar de su corte político, no creía en los diálogos, y con su singular personalidad se lo notificaba al Gobierno. "Era petulante:no caminaba, levitaba. No sólo despreciaba el proceso, sino a algunos compañeros -cuenta-. Creo que no era muy querido en la tropa".

De hecho, el ex ministro recuerda que el 'Mono Jojoy' solía mirar a 'Cano' y decir: "La guerra no se hace con palabras ni filosofía".

El ex comisionado Gómez lo retrata como un político frustrado: "Tenía fama de ser el superideólogo, pero nunca evolucionó. Era intransigente y arrogante, no oía argumentos y ponía en discusión política hasta un tinto".

Cuando se firmó el Acuerdo de los Pozos, agrega, 'Manuel Marulanda' le pidió que se encargara de hacer el pronunciamiento conjunto con el Gobierno y 'Cano' le contestó: "¡Llevo 40 años de lucha y voy a terminar haciéndole comunicados al Gobierno!".

Valencia y Gómez coinciden en que, luego de la muerte de 'Marulanda', Guillermo León Sáenz, alias 'Alfonso Cano', terminó heredando el mando de una guerrilla que no era como él la había soñado. De hecho, en varios discursos habló de su preocupación por la infiltración del narcotráfico y de la búsqueda de un norte.

Ahora, nadie sabe a dónde irá a parar el cadáver del guerrillero, de 63 años. Cuatro de sus hermanos optaron por irse de Colombia para alivianar el peso de ser familiares de uno de los líderes de las Farc. Y al quinto, Carlos Roberto, concejal electo de Bogotá -que anunció que hoy dará una rueda de prensa-, no se lo han entregado.

259 años en condenas

- 200 órdenes de captura

- Condenado a 40 años como corresponsable de la bomba al Club El Nogal, en el 2003, donde murieron 36 personas.

- Condenado a 40 años por crímenes y secuestros en el ataque de El Billar (1998).

- Condenado a 28 años por el plagio de Ezio Limiti (italiano).

- Condenado a 31 años por el crimen del presidente del Concejo de Lejanías (Meta), Arcadio Aponte Cubillos.

- 40 años de prisión por secuestro extorsivo, homicidio agravado y rebelión, por hechos ocurridos entre el 10 y el 12 de julio de 1999.

- 40 años de prisión por la masacre de 22 personas en Tierralta (Córdoba), entre el 22 y el 29 de mayo del 2001.

- 40 años por homicidio agravado, secuestro extorsivo y terrorismo, por la toma de Mitú, donde murieron 43 personas en 1998. Tenía Circular Roja de la Interpol.

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