El ministro de Economía, Amado Boudou, ha durante una rueda de prensa. | Reuters El Gobierno argentino anunció este martes la retirada de los subsidios de las tarifas de gas, agua y electricidad para grandes empresas de varios sectores y para usuarios de rentas altas de barrios exclusivos.
Los sectores empresariales afectados son combustibles, biocombustibles, aceites y agroquímicos y procesamiento de gas natural, y la retirada de los subsidios generará un ahorro de 3.468 millones de pesos (unos 808 millones de dólares) anuales, según anunciaron los ministros de Economía, Amado Boudou, y Planificación, Julio de Vido.
Boudou señaló que ninguna de las medidas afecta a pequeñas y medianas empresas, "en el entendimiento de que son las de menor capacidad contributiva y las más dinámicas en la creación de empleo formal".
De Vido precisó que esta medida afectará a unas 40 empresas, varias de ellas de capital extranjero, y se concretará a partir del 1 de diciembre próximo.
Los ministros también anunciaron, a partir de enero de 2012, la retirada de subsidios en las tarifas de los servicios de agua, gas y electricidad en "hogares de altos ingresos", lo que supondrá un ahorro para el Estado de unos 500 millones de pesos anuales (unos 116 millones de dólares).
Boudou, que ejercerá como vicepresidente a partir de la toma de posesión del nuevo gobierno, el 10 de diciembre, sostuvo que "para iniciar este camino" de retirada progresiva de subsidios se han elegido a los usuarios que viven en Puerto Madero y Barrio Parque, los dos más exclusivos de la capital argentina, y en los denominado "countries" (barrios residenciales cerrados) de todo el país.
Esta medida, que impactará a unos 232.000 familias, estará acompañada, indicó De Vido, con la creación de un registro de renuncias voluntarias a los subsidios.
"La idea es destinar esas ayudas estatales a quienes realmente la necesitan", argumentó.
Las medidas anunciadas este miércoles profundizan en la política de retiro de subsidios adelantada hace unas semanas por Boudou y De Vido, que inicialmente informaron de la eliminación de beneficios por valor de unos 140,5 millones de dólares anuales en favor de petroleras, mineras, aseguradoras, bancos y empresas de telefonía, entre otras, al poner en marcha una revisión de la política de subsidios vigente desde 2003.
Los sectores empresariales afectados son combustibles, biocombustibles, aceites y agroquímicos y procesamiento de gas natural, y la retirada de los subsidios generará un ahorro de 3.468 millones de pesos (unos 808 millones de dólares) anuales, según anunciaron los ministros de Economía, Amado Boudou, y Planificación, Julio de Vido.
Boudou señaló que ninguna de las medidas afecta a pequeñas y medianas empresas, "en el entendimiento de que son las de menor capacidad contributiva y las más dinámicas en la creación de empleo formal".
De Vido precisó que esta medida afectará a unas 40 empresas, varias de ellas de capital extranjero, y se concretará a partir del 1 de diciembre próximo.
Los ministros también anunciaron, a partir de enero de 2012, la retirada de subsidios en las tarifas de los servicios de agua, gas y electricidad en "hogares de altos ingresos", lo que supondrá un ahorro para el Estado de unos 500 millones de pesos anuales (unos 116 millones de dólares).
Boudou, que ejercerá como vicepresidente a partir de la toma de posesión del nuevo gobierno, el 10 de diciembre, sostuvo que "para iniciar este camino" de retirada progresiva de subsidios se han elegido a los usuarios que viven en Puerto Madero y Barrio Parque, los dos más exclusivos de la capital argentina, y en los denominado "countries" (barrios residenciales cerrados) de todo el país.
Esta medida, que impactará a unos 232.000 familias, estará acompañada, indicó De Vido, con la creación de un registro de renuncias voluntarias a los subsidios.
"La idea es destinar esas ayudas estatales a quienes realmente la necesitan", argumentó.
Las medidas anunciadas este miércoles profundizan en la política de retiro de subsidios adelantada hace unas semanas por Boudou y De Vido, que inicialmente informaron de la eliminación de beneficios por valor de unos 140,5 millones de dólares anuales en favor de petroleras, mineras, aseguradoras, bancos y empresas de telefonía, entre otras, al poner en marcha una revisión de la política de subsidios vigente desde 2003.
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