16 noviembre, 2011

Hay todavía ingenuos que quisieran creerle a las FARC.


Imagen: ImpactoCNA




Hay todavía ingenuos que quisieran creerle a las FARC
Lunes, 14 de noviembre de 2011
Increíble pero cierto. Algunos todavía viven pendientes de la letra menuda de los comunicados de la organización terrorista, como si eso tuviera alguna importancia. Las Farc son una organización sin palabra. Han mentido y engañado al pueblo colombiano miles de veces y en miles de formas. El contenido de sus comunicados refleja conveniencias coyunturales antes que convicciones firmes. Sus miembros creen que el fin justifica los medios. Entre esos medios están los más horrendos crímenes y también, por supuesto, las más piadosas mentiras. Sus comunicados no ilustran mayormente acerca de sus reales intenciones sino que son una fachada para proteger su imagen y confundir a los eternos ingenuos, o para darle argumentos a los no tan ingenuos que se lucran a la sombra de las actividades criminales que desarrolla la organización.
 
En su primer mensaje después de la muerte de su cabecilla alias Alfonso Cano, esa organización emitió un comunicado en el que asegura que persistirán en la búsqueda de una “solución política” a su actividad terrorista, la que ellos llaman conflicto armado. Ante semejante previsible pronunciamiento, saltaron a la palestra los “expertos” y “estadistas” de siempre celebrando que las Farc insistan en dicha “solución política”, pese a lo sucedido con Cano. Le quieren hacer creer a los eternos ingenuos que se trata de un gran y generoso gesto.
Lo que no dicen estos “expertos” y “estadistas” es que no ha habido un solo pronunciamiento público de las Farc en el que no hagan una descarada mención a la susodicha “solución política”. Es sorprendente, por decir lo menos, que estos “expertos” y “estadistas” todavía crean que detrás de esas palabras existe la voluntad de abandonar el poder que le proporciona a los cabecillas los múltiples negocios criminales en que está comprometida su tenebrosa organización.
Y a todas estas, ¿En que están verdaderamente esos cabecillas, los que aun no están presos o no pasaron a peor vida? La gran mayoría protegidos por el “nuevo mejor amigo” del Presidente Juan Manuel Santos. Tanto alias Iván Márquez como alias Timochenko, para sólo mencionar dos, transitan como “Pedro por su casa” en Venezuela. También se rumora insistentemente que la fábrica de la empresa venezolana CVG Alunasa en Costa Rica en la provincia de Puntarenas se ha convertido en lugar de encuentro y reunión de esta organización.
Lo cierto es que la Venezuela de Hugo Chávez los protege y financia. Eso lo saben Santos y el resto de la humanidad que se interesa en el tema. Actualmente desde Venezuela planean y organizan impunemente toda clase de acciones terroristas contra la población colombiana. Es este apoyo el principal obstáculo que impide asestarle un golpe definitivo a la debilitada organización terrorista.

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