El Presidente de Francia, al cierre de la cumbre de la G20, expresó, “No queremos paraísos fiscales. El mensaje es claro, los países que siguen siendo paraísos fiscales con la ocultación financiera serán apartados de la comunidad internacional”, declaró el presidente francés a la prensa, luego de finalizado el encuentro en la ciudad francesa de Cannes.
“Antigua y Barbuda, Barbados, Botsuana, Brunei, Panamá, Seychelles, Trinidad y Tobago, Uruguay y Vanuatu no tienen un marco jurídico adaptado a los intercambios de información fiscal”, estas afirmaciones despertaron una fuerte indignación en el gobierno y la oposición e inmediatamente el Presidente Mujica hizo llamar en “consulta” al embajador de Uruguay en Francia y simultáneamente se citó al embajador de Francia en Uruguay a efectos de entregarle una fuerte nota de protesta.
Tanto el Gobierno como la oposición cerraron filas ante la ignorancia del presidente de Francia, quien entre otras cosas olvidó que Uruguay tiene vigente un tratado de información tributaria con Francia desde hace más de un año.
Los dos vecinos y socios de Uruguay en el Mercosur estaban en esta cumbre del G20 (las 20 economías más grandes del mundo) cuando Sarkozy lanzó su amenaza contra Uruguay: las presidentas Cristina Fernández de Kirchner, de Argentina, y Dilma Rousseff, de Brasil, sin que ninguna de las dos reclamara por su socio.
No hay que olvidar que en setiembre de este año la Presidenta de Argentina Cristina Kirchner, en una reunión privada que tuvo con el Presidente de Francia, le insistió sobre la necesidad de ejecutar una acción coordinada contra los paraísos fiscales dentro de los cuales incluyó a Uruguay.
Sarkozy apoyó la opinión y señaló que ese será un importante tema para el G-20, iniciativa que se concretó en el día de ayer, o sea que Sarkozy ejecutó el plan ideado por la Presidenta de Argentina que hace tiempo viene acosando a Uruguay en diversos foros internacionales y en la diplomacia bilateral, aunque ella se beneficia de algún “Paraíso Fiscal” que le estaría refugiando los casi 1.000 millones de dólares que su marido sacó de Argentina, cuando era Gobernador de Santa Cruz y que aún no habría vuelto ni el capital ni los intereses.
Si bien estamos de acuerdo y compartimos las enérgicas medidas dispuestas por el presidente Mujica, creo que es necesario que Uruguay despliegue de inmediato, también un enérgico lobby y una amplia inteligencia internacional, acudiendo a todos los organismos internacionales a defender y aclarar su posición, actuando de la misma manera en la diplomacia bilateral, instruyendo a sus embajadores a que presenten notas en las respectivas cancillerías contraatacando las amenazas y la falsedad de las acusaciones del presidente Sarkozy.
Simultáneamente, Uruguay debería presentar en ONU, una carta aclaratoria de la situación, solicitando que la misma circule como documento oficial en la Asamblea General de ONU y en la comisión correspondiente y lo mismo debe hacer en OEA y en la OCDE para que dicho instrumento circule entre los países miembros de dichos organismos.
Muchas veces, leímos y elogiamos las brillantes intervenciones que en su país tuvo el presidente de Francia, pero a partir de esta agraviante actitud , que como dije antes, tuvo de cómplice a la presidenta de Argentina, Sarkozy es para los uruguayos un pigmeo con fantasías de gorila, que aprovecha los foros internacionales como válvula de escape para tapar los graves problemas por los que pasa su país y los restantes integrantes de la Unión Europea, que hoy no saben qué hacer para mantenerla con vida y quizá ven aproximarse lo que se puede llamar la “primavera” de la Unión Europea que puede ser similar a la primavera árabe.
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