05 noviembre, 2011

La amenaza de Sarkozy, justificativo para ocultar bajo la alfombra una Primavera Europea

El Presidente de Francia, al cierre de la cumbre de la G20, declaró a la prensa: “No queremos paraísos fiscales. El mensaje es claro, los países que siguen siendo paraísos fiscales con la ocultación financiera serán apartados de la comunidad internacional", luego de finalizado el encuentro en la ciudad francesa de Cannes.
05 de November de 2011

"Antigua y Barbuda, Barbados, Botswana, Brunei, Panamá, Islas Seychelles, Trinidad y Tobago, Uruguay y Vanuatu no tienen un marco jurídico adaptado a los intercambios de información fiscal". Las afirmaciones despertaron una fuerte indignación en el gobierno y la oposición e, inmediatamente, el Presidente José Mujica hizo llamar en “consulta” al embajador de Uruguay en Francia y simultáneamente se citó al dignatario galo en Uruguay, a efectos de entregarle una fuerte nota de protesta.

Tanto el gobierno como la oposición cerraron filas ante la ignorancia del presidente francés quien, entre otras cosas, olvidó que Uruguay tiene vigente un tratado de información tributaria con aquel país desde hace más de un año.

Los dos vecinos y socios de Uruguay en el Mercosur se encontraron en esta cumbre del G-20 (las veinte economías más grandes del mundo); cuando Sarkozy lanzó su amenaza contra Uruguay, también se hallaban presentes las mandatarias argentina, Cristina Fernández de Kirchner, de Argentina, y Dilma Rousseff, de Brasil: ninguna de las dos reclamó por su socio en el Mercosur.

No hay que olvidar que, en setiembre de este año, la presidente argentina, en una reunión privada que sostuvo con el Presidente de Francia, le insistió sobre la necesidad de ejecutar una acción coordinada contra los paraísos fiscales, dentro de los cuales incluyó a Uruguay.

Sarkozy apoyó aquella opinión, señalando que ese será un importante tema para el G-20, iniciativa que se concretó en el día de ayer. Es decir, que Sarkozy ejecutó el plan ideado por la líder argentina. Esta viene, desde hace tiempo, acosando a la República Oriental del Uruguay en diversos foros internacionales y ante la diplomacia bilateral. Ello a pesar de que, claramente, la Señora Fernández se beneficia de algún “Paraíso Fiscal” que le estaría refugiando los casi 1.000 millones de dólares que su marido sacó de la Argentina en tiempos en que era gobernador de Santa Cruz, fondos sobre los cuales aún no habría vuelto ni capital ni intereses.

Si bien estamos de acuerdo y compartimos las enérgicas medidas dispuestas por el Presidente Mujica, quien esto escribe considera que es necesario que el Uruguay despliegue de inmediato un enérgico lobby, así como también una amplia inteligencia internacional, acudiendo a todos los organismos internacionales a defender y aclarar su posición. Es fundamental actuar de la misma manera en la diplomacia bilateral, instruyendo a sus embajadores para que presenten notas en las respectivas cancillerías, contraatacando así las amenazas y la falsedad de las acusaciones del presidente francés.

Simultáneamente, el Uruguay debería presentar ante Naciones Unidas una carta aclaratoria de la situación, solicitando que la misma circule como documento oficial en su Asamblea General y en la comisión correspondiente; lo propio debe hacerse ante la Organización de Estados Americanos y la OCDE, a criterio de que dicho instrumento circule entre los países miembros de dichos organismos.

Muchas veces, leímos y elogiamos las brillantes intervenciones que en su país tuvo el presidente de Francia pero, en virtud de esta agraviante actitud -que ha tenido como cómplice a la mandataria argentina-, Sarkozy no se presenta ante los uruguayos como otra cosa que un pigmeo con fantasías de gorila. Se trata de un personaje que usufructúa los foros internacionales como válvula de escape para tapar los graves problemas por los que atraviesa su país y los restantes integrantes de la Unión Europea en lo económico. Estas naciones carecen hoy de brújula para mantener con vida esa declamada "unión", en tanto que ven con preocupación que la Primavera Arabe podría estar cimentándose en la mismísima Europa.

Por Jorge Azar Gómez, ex representante de la República Oriental del Uruguay ante Naciones Unidas, para El Ojo Digital Internacionales
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Por Jorge Azar Gómez, ex representante de la República Oriental del Uruguay ante Naciones Unidas

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