06 noviembre, 2011

“La autoridad electoral tiene una intención obstruccionista, opaca y controladora del proceso”

El eurodiputado español Luis Yáñez, jefe de la misión de observación de la UE en las elecciones de Nicaragua. / Iván Franco (EFE)

El político socialista español Luis Yáñez lleva más de una década vigilando la limpieza de procesos electorales desde Azerbaiyán a Perú. En marzo de 2009 estuvo de jefe de la misión de los observadores de la Unión Europea en El Salvador cuando la victoria del izquierdista Mauricio Funes. Ahora le toca el turno a Nicaragua, donde la UE ha desplazado a 90 observadores, repartidos por todo el pequeño país centroamericano. Su tarea no parece fácil.

Pregunta: En las últimas horas se han producido algunos incidentes en distintos puntos de Nicaragua porque las autoridades electorales no entregaban a los ciudadanos las cédulas para votar y a los partidos de la oposición las acreditaciones de sus interventores en las mesas electorales. ¿Qué está pasando?

Respuesta: En todo del proceso electoral ha existido una labor claramente obstruccionista por parte del Consejo Supremo Electoral (CSE). Hace 15 días pensábamos que podía haber problemas de capacidad técnica o negligencia pero ahora hemos visto día tras día, hora tras hora, que hay una clara intención obstruccionista, opaca y controladora del proceso por parte del Gobierno.

P: ¿Ha recibido quejas de los partidos de la oposición?

Organizaciones que tienen un prestigio ganado en el tiempo no han sido acreditadas, ni tan siquiera contestadas"

R: Únicamente del Partido Liberal Independiente (PLI), el de Fabio Gadea, y se refieren al problema de las entregas de cédulas y acreditaciones.

P: ¿Y quejas de otra clase?

R. También sobre los Consejos de Poder Ciudadano, la organización creada por la primera dama, Rosario Murillo, por entregar las cédulas electorales solo a los vecinos afines al partido del Gobierno.

P. La Unión Europea y la OEA están en Nicaragua como observadores internacionales, pero otras organizaciones especializadas en procesos electorales no han sido acreditadas.

R. Ese es otro tema que pudiéndose resolver no se ha hecho. Ipade, Hagamos Democracia, el Centro Carter, Ética y Transparencia son organizaciones que tienen un prestigio ganado en el tiempo y ninguna ha sido acreditada. Ni tan siquiera contestadas. Sólo han obtenido el silencio administrativo.

P. ¿Influye lo que ocurrió en las elecciones municipales de 2008?

R. Influye mucho. En aquella ocasión la UE envió una pequeña delegación, no una misión propiamente dicha, que llegó a la conclusión de que había habido fraude. Eso tensó las relaciones entre la UE y Managua, y Europa bloqueó la ayuda en cooperación. Por eso ahora en 2011 era más necesario tener una visión propia por parte de Europa y con más medios del proceso electoral. La presencia de los observadores es en sí misma un elemento de disuasión aunque en este caso no haya sido así y el Consejo Supremo Electoral haya mantenido una política de confusión y ocultación.

P. Hay otro aspecto que planea sobre las elecciones y es la amenaza por parte del CSE de inhabilitar a 51 candidatos a diputados de la oposición.

R. Ese problema se lo hemos planteado reiteradamente a la autoridad electoral pero se lava las manos y lo deriva a la Corte Suprema. Personalmente le comenté al presidente Daniel Ortega semanas atrás la necesidad de despejar esa incógnita, que pende como una Espada de Damocles sobre la oposición y el futuro Parlamento, pero se limitó a decirme que era un asunto de la Corte Suprema.

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