En memoria de Miguel González Avelar.
A nadie engaña Beltrones con su mensaje de unidad. Esa no era la carta que hubiera deseado publicar.
Si en el texto evita formalmente la ruptura, la declinación no hace sino manifestar su existencia.
Verá por qué lo digo.
Cuando Manlio escribe: "No tengo obsesiones personales y mucho menos abrigo conductas mezquinas", no hace sino definir precisamente las conductas mezquinas que lo echaron de la contienda, sin que mediara siquiera la simulación de una encuesta.
La modificación de Humberto Moreira a la Convocatoria para el registro de aspirantes a la Presidencia fue la gota que derramó el vaso, por inequitativa y mañosa.
La declinación de Manlio Fabio Beltrones perjudica a Enrique Peña Nieto, al convertirlo en candidato único que, por lo mismo, no podrá hacer precampaña de diciembre a febrero. A menos que el PRI le ponga un Juanito. para hacerle el jueguito.
.Y si quieren títere, ahí se ven, diría Manlio, también entre líneas.
La carta explica, además: "No habrá fractura del PRI. No podemos permitirnos la división. la lealtad exige lealtad. La división solamente la puede alentar la insensibilidad y el abuso".
Y agrega: "La simulación y la ingratitud son los peores venenos de la política y nos han hecho mucho daño. Siempre he sabido que la militancia es superior a la dirigencia y, por ello, nuestro partido ha resistido las grandes derrotas y se ha levantado. Hoy no será la excepción (.) La unidad es un medio para cambiar, no para seguir igual".
Lo que Manlio quiso decir es que Humberto Moreira encarna al viejo PRI, disfrazado de nuevo PRI. Que tiene los mismos vicios. Que chango viejo no aprende maroma nueva.
El sonorense pregunta: "¿Para qué queremos el poder? La unidad urgente que muchos priistas alegan, sólo es para conservar privilegios o para garantizar sus intereses personales".
¿Le declara la guerra a El Profe Moreira, hasta que ruede su cabeza?
.Y cierra, rotundo. "No tengo más que ofrecer a mi partido que mi militancia, lealtad y convicción política de que sí es posible recuperar el rumbo (.) Sé que puedo continuar mi lucha por las reformas desde cualquier trinchera política (.) Mañana empiezo otra vez".
Obvio es subrayar que la decisión de Manlio no fue voluntaria, sino un recurso último. Su "bajada" hace visible el problema, no la solución. Total. Manlio se salió de la fiesta, pero les quemó el mantel.
MONJE LOCO: Esta tarde, en la Casa del Lago, Enrique Peña Nieto presentará su libro: México, la gran esperanza. No será una novedad editorial, será un destape con búfalos y matracas. y ya no hay quien lo impida. Mientras, el PAN enfila sus baterías para envenenar el aire: "Si el PRI gana, será de la mano de los criminales". Ya se sabe, ya se supo...
A nadie engaña Beltrones con su mensaje de unidad. Esa no era la carta que hubiera deseado publicar.
Si en el texto evita formalmente la ruptura, la declinación no hace sino manifestar su existencia.
Verá por qué lo digo.
Cuando Manlio escribe: "No tengo obsesiones personales y mucho menos abrigo conductas mezquinas", no hace sino definir precisamente las conductas mezquinas que lo echaron de la contienda, sin que mediara siquiera la simulación de una encuesta.
La modificación de Humberto Moreira a la Convocatoria para el registro de aspirantes a la Presidencia fue la gota que derramó el vaso, por inequitativa y mañosa.
La declinación de Manlio Fabio Beltrones perjudica a Enrique Peña Nieto, al convertirlo en candidato único que, por lo mismo, no podrá hacer precampaña de diciembre a febrero. A menos que el PRI le ponga un Juanito. para hacerle el jueguito.
.Y si quieren títere, ahí se ven, diría Manlio, también entre líneas.
La carta explica, además: "No habrá fractura del PRI. No podemos permitirnos la división. la lealtad exige lealtad. La división solamente la puede alentar la insensibilidad y el abuso".
Y agrega: "La simulación y la ingratitud son los peores venenos de la política y nos han hecho mucho daño. Siempre he sabido que la militancia es superior a la dirigencia y, por ello, nuestro partido ha resistido las grandes derrotas y se ha levantado. Hoy no será la excepción (.) La unidad es un medio para cambiar, no para seguir igual".
Lo que Manlio quiso decir es que Humberto Moreira encarna al viejo PRI, disfrazado de nuevo PRI. Que tiene los mismos vicios. Que chango viejo no aprende maroma nueva.
El sonorense pregunta: "¿Para qué queremos el poder? La unidad urgente que muchos priistas alegan, sólo es para conservar privilegios o para garantizar sus intereses personales".
¿Le declara la guerra a El Profe Moreira, hasta que ruede su cabeza?
.Y cierra, rotundo. "No tengo más que ofrecer a mi partido que mi militancia, lealtad y convicción política de que sí es posible recuperar el rumbo (.) Sé que puedo continuar mi lucha por las reformas desde cualquier trinchera política (.) Mañana empiezo otra vez".
Obvio es subrayar que la decisión de Manlio no fue voluntaria, sino un recurso último. Su "bajada" hace visible el problema, no la solución. Total. Manlio se salió de la fiesta, pero les quemó el mantel.
MONJE LOCO: Esta tarde, en la Casa del Lago, Enrique Peña Nieto presentará su libro: México, la gran esperanza. No será una novedad editorial, será un destape con búfalos y matracas. y ya no hay quien lo impida. Mientras, el PAN enfila sus baterías para envenenar el aire: "Si el PRI gana, será de la mano de los criminales". Ya se sabe, ya se supo...
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