El nuevo Ejecutivo tendrá que implementar el plan de ajuste
Las conversaciones sobre el nuevo primer ministro, el lunes
El Consejo de Ministros extraordinario que se ha celebrado esta tarde en Grecia será el último que presidirá Yorgos Papandreu.Después de una tarde de infarto, el primer ministro ha pactado con la oposición de centro derecha formar un Gobierno de unidad nacional en el que él no estará. El nuevo Gobierno tendrá como misión inmediata la implementación del plan de ajuste para recibir el dinero del rescate europeo. Una vez completado el plan, se convocarán elecciones.
Terminado el Consejo de Ministros, sobre las cinco y media de la tarde, Papandreu ha pedido al presidente del país que convoque una reunión esta misma tarde a tres bandas en la que participe Antonis Samaras, líder del principal partido de oposición. El presidente, por su parte, está de acuerdo en celebrar la reunión pero solo si se llega sobre la base de un acuerdo. Pasadas las siete y media de la tarde, comenzó la reunión entre Papandreu y Samaras en el palacio presidencial. Dos horas después, un comunicado de la presidencia confirmaba el acuerdo que pone fin al Gobierno socialista de Papandreu.
El diario To Vima lanzó su apuesta y aseguró que el candidato de consenso será Lukas Papadimos, de 64 años, exvicepresidente del Banco Central Europeo entre 2002 y 2010. Sin embrago, el acuerdo prevé una reunión el lunes para pactar el nombre del nuevo primer minsitro.
Papandreu anunció su decisión de echarse a un lado para favorecer el acuerdo esta mañana, poco después de que Samaras entreabriera la puerta a un Gobierno de transición que gestione la dramática crisis en la que se encuentra hundido el país heleno. El primer ministro ha propuesto a Samaras una reunión este mismo domingo para desbloquear la situación lo antes posible.
Samaras mantuvo hoy su pulso reiterando ante el presidente de la República su exigencia de que Yorgos Papandreu dimita, pero pareció recular en la petición de elecciones anticipadas que había mantenido hasta ayer.
"Estoy dispuesto a contribuir a una solución si Papandreu dimite", dijo Samaras delante de las cámaras de la televisión pública NET al salir de la breve reunión mantenida con el presidente de la República, Karolos Papulias. "Mientras Papandreu no se decida a dimitir, bloquea una solución", "mientras no dimita, bloquea las gestiones que dicta la Constitución", insistió el líder del principal partido de la oposición.
Fuentes cercanas a la negociación indicaron a este periódico que Nueva Democracia contempla ahora la posibilidad de entrar en un Ejecutivo de unidad nacional, que agruparía a todas las fuerzas parlamentarias -salvo los comunistas-.
El partido de centroderecha no estaría conforme, según esas fuentes, con que Evánguelos Venizelos, actual ministro de Finanzas, tome el relevo de Papandreu. Nueva Democracia estaría empujando para que el Gobierno de transición sea liderado más bien por alguna figura con un perfil técnico.
Yorgos Papandreu puso en marcha ayer el proceso para formar un Gabinete de unidad nacional que sea capaz de sacar adelante el plan de salvamento económico acordado la semana pasada con Europa. Se presentó por la mañana ante el presidente de la República, Karolos Papoulias, para anunciarle el inicio inmediato de las negociaciones. “La falta de acuerdo preocuparía a nuestros socios europeos sobre nuestra permanencia en la Eurozona”. En su reunión con Papandreu, el presidente Papoulias afirmó que "el consenso es la sola y única vía" para salir de la crisis.
Atenas es una lavadora política que se mueve a mil revoluciones y el problema es que la ropa no sale limpia. Papandreu sobrevivió el viernes a una moción de confianza tras arañar el apoyo de algunos diputados de su propio partido, el socialista Pasok, que habían amenazado con votar en su contra. Les convenció para que le ratificaran como primer ministro al prometer que se marcharía y cedería el paso a ese Ejecutivo de emergencia.
El poder de Papandreu lleva debilitándose en la calle y su partido desde que comenzó la crisis de deuda soberana. Pero el disparo en la pierna se lo pegó al convocar un referéndum sobre el rescate que ponía lo ponía en peligro. “Si dejo el poder, al menos, lo haré como alguien antiautoritario”, dijo el viernes en el Congreso.
Esto es Grecia, la tierra que inventó las palabras democracia y caos. A su fiesta nacional se le llama popularmente La fiesta del No. Se conmemora que el dictador Ionnanis Metaxas impidió la entrada de las tropas de Mussolini el 28 de octubre de 1940.
El exministro Stefanos Manikas reflexionaba sobre lo que vio el viernes en el Parlamento: “Llevo 40 años en política y creo que Grecia está en el peor momento de su historia, la política no está a la altura de la sociedad”. Algo muy similar expresaba Michiail Michailidis, que es el director de la Banda de Música Ciudad de Atenas y está llenando de música alegre las calles que la noche anterior estaban llenas de manifestantes. “Tiene que llegar a un acuerdo ya, esto es demasiado”, dijo. Es el sentir general. Un sondeo del periódico Proto Thema señala que el 52% de los consultados quiere un pacto y el 32% prefiere comicios.
de 64 años, economista formado en el MIT y vicepresidente del Banco Central Europeo entre 2002 y 2010, probable nuevo jefe del Gobierno griego.
Venizelos, posible sucesor
El rechazo político y social a Papandreu se tornó esta semana en una marea. Y el hombre clave en el giro de los acontecimientos se llama Evánguelos Venizelos, el ministro de Finanzas, un profesor de Derecho reputado en Grecia, un tipo de 56 años, de Tesalónica y ni más ni menos que el viejo rival de Yorgos Papandreu en el liderazgo del socialista Pasik.
Ahora, de una manera muy diferente a como él proyectara, puede convertirse en primer ministro de una renqueante Grecia. “Pero él nunca lo quiso así, heredar esto es un problema, no ha habido una carrera de ambición en todo esto”, dice a este diario una fuente cercana al Pasok.
Ambos regresaron juntos el miércoles, en un Falcon, de una durísima cumbre del G-20 en Cannes, donde la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, les habían enseñado los dientes e incluso la puerta de salida por la consulta a la que Papandreu quería someter el rescate financiero.
El no habría llevado a Grecia a la quiebra y puesto en peligro a toda la zona euro. Y, al aterrizar en Atenas, lo hizo. Venizelos redactó un comunicado de madrugada y por la mañana se declaró públicamente en contra de la decisión de su jefe y la mayor parte del Gobierno le siguió.
El ministro de Finanzas convenció a Yorgos Papandreu de que abandonase las armas, de que diera marcha atrás en la consulta y formase un Gobierno de unidad nacional. A cambio, le apoyarían en la moción de censura y le darían una salida digna.
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