Como ganar la guerra
al narcotráfico en México
Lic. Melo Dionisio Alvarez Rodríguez
Lic. Melo Dionisio Alvarez Rodríguez
En México hay que desarrollar la Guerra psicológica y asimétrica, la
participación ciudadana y la inversión de dinero para neutralizar a
las estructuras del crimen organizado.
Con la guerra psicológica se puede romper el mito de que los narcotraficantes son invulnerables, y crear inestabilidad y desconfianza en sus filas. Para ello es necesario utilizar todas las herramientas para la guerra psicológica al alcance. Se necesita divulgar todo lo que se sabe de ellos, sus datos, fotos, de que Colonia proceden y zonas donde se encuentran operando.
La guerra asimétrica permitiría retirar la fuerza bruta de las calles, o sea al ejército y ubicar tropas élites de repuesta rápidas, helitransportadas para llegar en tiempo record a los lugares de acción. Solo una amplia comunidad de inteligencia, con la utilización de todos los medios tecnológicos y la amplia participación ciudadana se puede crear todo un ejército de acción en la guerra asimétrica.
Con la guerra psicológica se puede romper el mito de que los narcotraficantes son invulnerables, y crear inestabilidad y desconfianza en sus filas. Para ello es necesario utilizar todas las herramientas para la guerra psicológica al alcance. Se necesita divulgar todo lo que se sabe de ellos, sus datos, fotos, de que Colonia proceden y zonas donde se encuentran operando.
La guerra asimétrica permitiría retirar la fuerza bruta de las calles, o sea al ejército y ubicar tropas élites de repuesta rápidas, helitransportadas para llegar en tiempo record a los lugares de acción. Solo una amplia comunidad de inteligencia, con la utilización de todos los medios tecnológicos y la amplia participación ciudadana se puede crear todo un ejército de acción en la guerra asimétrica.
Una estructura de Comités Ciudadanos contra la Violencia, permitiría
identificar a nivel de base los potenciales delincuentes. Con un
ejecutivo amplio y compartido impediría la toma de represalias
contra ellos. En estos órganos locales se apoyarían los agentes de
inteligencia, que recogerían la información de forma encubierta.
Solo con dinero y más dinero se puede ganar cualquier guerra,
principalmente contra el narcotráfico. Toda esta infraestructura se
puede financiar con bienes y efectivos incautados a los
narcotraficantes.
Se necesita recobrar la confianza ciudadana, por lo que es
imprescindible sacar a la policía regular del enfrentamiento con el
crimen organizado y toda la infraestructura pública. Las fuerzas
contra el crimen organizado tienen que ser compartimentadas y
descentralizadas con autonomía y jerarquía nacional.
También hay poner en perspectiva la magnitud del problema. Por tanto
de deben publicar todas las víctimas de la violencia, incluyendo a
los desaparecidos. Hay que pasarles una compensación económica a
todas aquellas familias que presenten una denuncia comprobada de
ser víctimas directas o indirectas de la violencia. Eso permitiría
que la población acuda masivamente a dar a conocer sus casos.
El Gobierno mexicano tiene que conseguir la cooperación del Gobierno
cubano para que le facilite el esquema operativo de las fuerzas
armadas y del sistema de inteligencia de la policía política, que
tienen entre sus principales características su ubicación y
residencia de forma dispersa, estratégica, restringida y anónima. Y
capacitación sobre la organización y social, como los Comités de
Defensa de la Revolución.
El sistema policial de los Estados Unidos no debe ser utilizado,
tiene demasiadas deficiencias, incluso estructurales y legales. Sin
embargo los métodos de inteligencia e infiltración norteamericanos
si son muy buenos. Así como sus recursos y tácticas de operación y
asalto para la guerra asimétrica, potenciadas con los aviones no
tripulados.
Si a todo esto se le suma el reclutamiento de inmigrantes ilegales deportados o con potenciales deportables, previa negociación con las autoridades mexicanas se pudiera hacer imposible el trabajo de los carteles, que actualmente tienen a miles de personas trabajando para ellos, y se apoyan en la corrupción tradicional y forzosa.
Si a todo esto se le suma el reclutamiento de inmigrantes ilegales deportados o con potenciales deportables, previa negociación con las autoridades mexicanas se pudiera hacer imposible el trabajo de los carteles, que actualmente tienen a miles de personas trabajando para ellos, y se apoyan en la corrupción tradicional y forzosa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario