Luis Prados México
“La Marina atrapó al ‘Lucky’, fundador de los Zetas y líder de los mismos en Veracruz, Oaxaca, Puebla. Uno de los 37 más buscados. Van 22”. Así informó en la tarde del lunes a través de su cuenta de Twitter el presidente de México, Felipe Calderón, de la detención por la Armada de Raúl Lucio Hernández Lechuga , alias Lucky o Z-16, jefe regional del cartel de narcotraficantes y el número 22 de los capturados hasta ahora que pertenecen a la lista de los 37 jefes del crimen organizado más peligrosos.El Lucky fue detenido en un rancho de Córdoba (Estado de Veracruz) donde se celebraba una fiesta por su cumpleaños. Era uno de los 37 criminales más buscados por las fuerzas de seguridad mexicanas desde 2009, y por cuya captura EE UU ofrecía cinco millones de dólares. Junto a él fueron arrestadas más personas, pero la Marina no había informado anoche de su número ni su identidad.
Los Zetas son considerados uno de los carteles más sanguinarios y su presencia ha sido detectada en 18 Estados mexicanos. En los últimos años ha ampliado su acción criminal a Estados Unidos, Guatemala y Colombia. Este grupo criminal se formó en 1997 cuando una treintena de desertores del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (Gafes) del Ejército mexicano se pusieron al servicio como sicarios del cartel del Golfo cuando estaba bajo el mando de Osiel Cárdenas Guillén para custodiar la plaza de Tamaulipas. Cárdenas fue capturado en 2003 y extraditado a EE UU en 2007.
Malcolm Beith, antiguo periodista de la revista Newsweek, cuenta en su libro The Last Narco, que aquel grupo de soldados fundadores de los Zetas habían sido entrenados “para asesinar a miembros del alto nivel de los carteles del país y crear el caos dentro de las organizaciones de narcotraficantes, pero Cárdenas Guillén les ofreció mejores salarios que los militares”. “Se las ingeniaron para hacerse con lanzagranadas, misiles y helicópteros y rápidamente establecieron campos de entrenamiento cerca de la frontera con Tejas, adonde llevaron incluso a algunos exsoldados de Guatemala conocidos como kabiles”, añade Beith. “Le tomaron afición a decapitar a sus víctimas antes de asesinarlas”, escribe el periodista estadounidense. “Decapitaban, desmembraban, quemaban y disolvían en ácido a sus víctimas, todo con una precisión militar nunca vista en México”.
De aquella treintena de soldados original solo queda activa en la actualidad una decena, el resto fueron detenidos o muertos. Su jefe actual es Heriberto Lazcano Lazcano, el Lazca o El Verdugo. Pese a estar ligados en su comienzos al cartel del Golfo, hoy mantienen una guerra con este por el control del territorio en Tamaulipas y otros Estados
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