09 diciembre, 2011

Dividida y en crisis, la UE está al borde de la fractura

Por Luisa Corradini

PARIS.- La Unión Europea (UE) se encontraba anoche al borde de una fractura, debido a la resistencia de Gran Bretaña y de otros países , que se niegan a modificar el Tratado de Lisboa y aceptar el diktat que pretende imponer Alemania con el apoyo de Francia. En esas condiciones, los 17 miembros de la eurozona deberían suscribir un tratado aparte, que podría entrar en vigor sin necesidad de atravesar un lento proceso de ratificación. 

Tensiones y acalorados debates caracterizaron la primera jornada de la cumbre europea de Bruselas, considerada "crucial" para el futuro del euro y la economía mundial. La reunión, que comenzó cerca de las 20 (hora local) y que debe concluir hoy, por la tarde, fue abierta con una cena, seguida de una primera ronda de duras discusiones, en las que Alemania demostró que está dispuesta a imponer su visión de Europa.
En esta cumbre, la 16ª desde que comenzó la crisis de la deuda soberana a fines de 2009, los jefes de Estado y de gobierno europeos deben ponerse de acuerdo sobre una vasta reforma de los tratados existentes; una mayor disciplina presupuestaria, que implica transferencia de soberanía; un sólido mecanismo de asistencia financiera, cuyas misiones y envergadura serían ampliadas, así como nuevas perspectivas de integración económica. "Jamás Europa estuvo tan en peligro y el riesgo de explosión fue tan grande", declaró el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en vísperas de la cumbre. "Si el viernes [por hoy] no tenemos un acuerdo, no habrá una segunda oportunidad", agregó, dramatizando voluntariamente la situación.
Al llegar a Bruselas, la canciller alemana, Angela Merkel, lanzó un llamado a recuperar la credibilidad perdida del euro.
"Estamos dando un paso importante hacia la unión presupuestaria y la estabilidad. Los 17 países [de la eurozona] deben hacerlo para ayudar al resto de Europa", declaró.
Anoche, los líderes europeos confirmaron un principio de acuerdo para reforzar la disciplina presupuestaria en la eurozona, con castigos automáticos a los socios que no cumplan sus metas, un punto que ya contaba con consensos anteriores.
Anteayer, Francia y Alemania habían transmitido al presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, una carta con el detalle de las reformas que juzgan necesarias.
Van Rompuy se había adelantado preparando un informe que va mucho más lejos que la contribución francoalemana. Ese proyecto propone, por ejemplo, evocar la creación de eurobonos o reformar profundamente el mecanismo de estabilidad financiera.
Defendidas por casi toda la comunidad financiera mundial, esas dos ideas chocaron hasta ahora con la persistente negativa de Alemania, que, en la última semana, parece haber obtenido la aprobación de Sarkozy. Ambas propuestas volvieron a ser rechazadas anoche por Berlín.
Tercer punto caliente de la agenda: el papel del Banco Central Europeo (BCE). También en ese terreno parece haberse impuesto la voluntad de Merkel. La institución, que estuvo directamente implicada en la preparación de la cumbre, parece decidida a imitar a Berlín y mantener su ortodoxia. En otras palabras, no intervenir activamente para apoyar a los países en dificultad tal como lo reclaman los mercados y muchos gobiernos del bloque. Las declaraciones en ese sentido del director del BCE, Mario Draghi, provocaron ayer el derrumbe de todas las bolsas.
Metodologías
Pero la cumbre no sólo debe dar respuestas de fondo a esa nueva arquitectura del euro, sino también precisar la metodología para lograrlo.
¿Se tratará de una revisión de los tratados que rigen a los 27 miembros de la UE o sólo un acuerdo entre los 17 de la eurozona? Esta última opción es juzgada más simple y rápida, y las preferencias parecían anoche dirigirse en esa dirección.
El principal obstáculo a la reforma de los tratados europeos es el primer ministro británico, David Cameron. Aunque su país no forma parte del euro, Cameron llegó a Bruselas dispuesto a "defender los intereses británicos", sobre todo en materia financiera.
Merkel y Sarkozy se reunieron con el premier británico ayer durante media hora, antes del inicio de la cumbre, pero el encuentro no permitió avanzar hacia un acuerdo, según fuentes diplomáticas. Y sin modificación de la posición británica, la reforma de los tratados para los 27 será imposible de obtener.
"Si Cameron persiste, será un tratado limitado a 17", afirmó un miembro de una delegación europea, en referencia a la exigencia de Londres de obtener un derecho a veto sobre la futura regulación del sector financiero y a una repatriación de competencias en materia de derecho social.
Como Cameron, fueron varios los dirigentes -de la eurozona o no- que cerraron anoche la puerta a una revisión de los tratados, abriendo la vía a un acuerdo entre 17.
"En Suecia no dispongo de apoyo para un cambio de tratados (?)Creo que los principales problemas de Europa son económicos y deben ser resueltos en ese marco", declaró el primer ministro sueco, Fredrik Reindfeldt, cuyo país tampoco está en la eurozona.
Las negociaciones también son extremadamente difíciles sobre el diseño del futuro Mecanismo de Estabilidad Financiera (MES), que debería sustituir al actual Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF). Merkel y Sarkozy quisieran que ese nuevo instrumento para ayudar a los países en dificultad entre en funciones en 2012, un año antes de lo previsto.
Pero si bien ambos dirigentes están de acuerdo para que el MES actúe con los mismos principios del Fondo Monetario Internacional (FMI), y que un sistema de "supermayoría" reemplace a la regla de la unanimidad, divergen sobre el techo del fondo y sus prerrogativas.
A fin de aumentar su capacidad crediticia, que había sido fijada hace seis meses en 500.000 millones de euros, los europeos estudian la posibilidad de dotarlo de una licencia bancaria -que les daría acceso a fondos ilimitados del BCE- y aplicarle un techo.
Estas dos últimas propuestas fueron realizadas por Van Rompuy. Si bien Sarkozy ha manifestado su acuerdo, Merkel -una vez más- se opuso anoche firmemente. Berlín considera que esa medida sería como otorgar una garantía ilimitada a los Estados, diluyendo toda incitación a la disciplina y a las reformas.
Ante la complejidad de la puesta en práctica de una revisión de los tratados existentes, todo parece indicar que lo que fue considerado originalmente un "plan B" por Merkel y Sarkozy terminará por imponerse al cabo de esta cumbre: un nuevo tratado limitado a los miembros de la eurozona, abierto a aquellos países del bloque que deseen incorporarse, que seguiría apoyándose en las actuales instituciones comunitarias. Esa solución deberá, sin embargo, ser votada por los países que no usan el euro.
Intereses en juego
ALEMANIA
Reforma de tratados y sanciones
La principal preocupación es que la reforma de los tratados europeos sea aceptada por todos los miembros de la UE y no sólo por los 17 países del euro. Berlín defiende que las instituciones europeas apliquen sanciones automáticas a los países que violen los criterios de estabilidad del euro. Otro punto polémico es la insistencia de la canciller Angela Merkel en que el Tribunal de Justicia de Luxemburgo juzgue a los que no cumplan los compromisos de estabilidad.
FRANCIA
Mayor comunicación entre los líderes
El presidente Nicolas Sarkozy obtuvo casi todo lo que quería de sus largas negociaciones con Merkel. Dio su brazo a torcer en dos elementos: la intervención masiva del BCE y los eurobonos, pero el pacto franco-alemán anunciado el lunes permite al presidente francés afrontar con gran optimismo la cumbre. Es un logro personal la reunión mensual de los jefes de Estado y de gobierno de la zona euro mientras dure la crisis. La gran cesión de Sarkozy a Merkel es la regla de oro del déficit, que no puede aprobar sin el apoyo del Partido Socialista.
GRAN BRETAÑA
Reforzar el euro y no ceder soberanía
El primer ministro David Cameron quiere que la zona euro salga reforzada de la cumbre, pero no quiere ceder ni un ápice más de soberanía porque eso lo obligaría a convocar un referéndum para que los británicos ratifiquen la reforma del tratado. Su verdadero objetivo es mantener intactos los intereses de la City y todo lo que afecta al mercado interno.
ITALIA
Apoya cambios en los tratados
La cita de Bruselas constituye un "hito fundamental para que la Unión plante cara e intente capear la crisis", consideró el primer ministro Mario Monti , que cuenta con el apoyo de sus pares y es considerado la mejor opción que tiene Italia para reducir su deuda y sanear su economía. Está de acuerdo con cambios moderados en los tratados.
ESPAÑA
Alineamiento ciego con Francia y Alemania
El futuro presidente del gobierno, Mariano Rajoy, y el actual jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, apoyan incondicionalmente el plan de Merkel y Sarkozy para reformar la UE. La primera ley que Rajoy llevará al Congreso es la que desarrolla la reciente modificación de la Constitución para fijar un techo de gasto público y déficit. Rajoy, además, prometió "las reformas necesarias para mejorar la economía y crear empleos".
Expectativa mundial
ASIA
Emergentes bajo presión
La crisis europea ejerce presión sobre China, justo cuando el gigante asiático sufre un freno de su burbuja inmobiliaria y un descenso en su sector manufacturero, lo que limita la capacidad de la segunda economía del mundo de apuntalar el crecimiento global. Por la debacle, la India, otro de los motores asiáticos, enfrenta una fuerte salida de divisas. Analistas temen que una caída mayor de su moneda pueda provocar una crisis tan profunda como la que llevó a la devaluación de 1991. En tanto, las esperanzas de Japón -tercera economía global- de lograr una modesta recuperación dependen de las exportaciones a sus vecinos.
ÁFRICA
Alta dependencia comercial
La necesidad de que cualquier acuerdo europeo funcione es especialmente alta en Africa, continente ligado a los países de la eurozona por una red de vínculos comerciales que datan de la época colonial y cuya recuperación de la crisis financiera mundial de 2008 está en riesgo. Desde Ghana hasta Kenya, los rendimientos de la deuda pública subieron y las divisas bajaron. Algunos bancos europeos se niegan ahora a conceder préstamos a las empresas que comercializan con Africa, lo que debilita la economía del continente.
AMÉRICA LATINA
Brasil se estanca
La principal economía de la región, Brasil , ya siente el impacto de la crisis en la Unión Europea: debido a una reducción en la actividad industrial y a un menor consumo, la economía brasileña se estancó en el tercer trimestre del año, en una desaceleración que podría impactar pronto en la Argentina y otros países vecinos. Según analistas, para 2012 las economías de la región se preparan para crecer menos por la reducción de la demanda y una caída en el precio de las commodities. Todo eso, ante un escenario global marcado por la incertidumbre.
ESTADOS UNIDOS
Temor a la desaceleración
"Una crisis profunda en Europa causaría serios problemas en Estados Unidos." Ese fue el mensaje de Barack Obama luego de reunirse con dos líderes de la UE. La incertidumbre respecto de los efectos de una debacle económica mayor en Europa -uno de los principales socios comerciales de Washington- genera más de un dolor de cabeza en la Casa Blanca, al frente de un país con 13,3 millones de desempleados y que lucha por superar la recesión. Por la crisis, la OCDE ya redujo su estimación de crecimiento para Estados Unidos a 1,8% en 2012.

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