13 diciembre, 2011

EE.UU. mantiene una "guerra encubierta" en Yemen contra Al Qaeda, según el New York Times

Estados Unidos mantiene una "guerra encubierta" en Yemen contra objetivos relacionados con Al Qaeda, a los que ataca mediante aviones no tripulados aprovechando el vacío de poder en el país, según informa este jueves el diario The New York Times.


La campaña secreta estadounidense se nutre de los enfrentamientos que han herido y alejado del país al presidente, Alí Abdalá Saleh, ingresado en un hospital en Arabia Saudí, según el rotativo, que cita fuentes del Gobierno estadounidense.
Ante la escalada de violencia relacionada con las protestas populares, las tropas yemeníes que habían estado luchando contra militantes de Al Qaeda en el sur han vuelto a la capital, Saná, según el rotativo.

Riesgo para EE.UU.

En ese escenario, Washington "ve los ataques aéreos como una de las pocas opciones que le quedan para evitar que los militantes consoliden su poder", agrega el diario.
La campaña está liderada por el Mando Especial de Operaciones Conjuntas del Pentágono y coordinada con la Agencia Central de Inteligencia (CIA), y se dirige desde un puesto de control en Saná que recibe la información de inteligencia sobre los objetivos.
La CIA considera que el brazo de Al Qaeda en la Península Arábiga presenta el mayor riesgo inmediato para Estados Unidos, más aún que las acciones que puedan tomar los líderes de la organización terrorista, escondidos supuestamente en Pakistán.
El pasado viernes, los cazabombarderos estadounidenses mataron al espía de Al Qaeda Abu Ali al-Harithi y a otros sospechosos de formar parte de la organización, en un ataque en el sur del país que ha acabado también con la vida de cuatro civiles, indica el periódico.

Complicaciones

Semanas antes, aviones no tripulados lanzaron un ataque fallido contra el clérigo radical Anwar al Aulaqi, uno de los hombres más buscados por Washington y al que el Gobierno trata de matar desde hace más de un año.
Los bombardeos supondrían el fin de una tregua de casi un año de duración en los ataques aéreos estadounidenses en Yemen, paralizados ante las denuncias de que algunas de las misiones habían errado en sus objetivos y provocado muertes de civiles.
Según un alto funcionario del Pentágono citado por el New York Times, la persecución a objetivos de Al Qaeda se ha complicado por el hecho de que sus militantes se han mezclado con otros rebeldes y con quienes protestan contra el Gobierno.
Esto dificulta la tarea a Estados Unidos, que por el momento mantiene una posición tímida en el conflicto entre el Gobierno y los manifestantes y ha indicado que el país debe moverse hacia una "transición ordenada", pero no ha cuestionado la legitimidad de Saleh.

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