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La Cámara de Representantes de Estados Unidos, que añadirán una nueva investigación a la que ya realizan desde hace meses sobre el operativo Rápido y Furioso del que nada sabía el gobierno de México, que no hizo más que emitir una débil protesta y permitió seguir operando en el país, como si nada hubiera pasado, a la Agencia ATF, responsable del mismo.
La diferencia con el lavado de dinero de la DEA es que el gobierno de México sí estuvo enterado, según información del New York Times y que nadie ha desmentido. ¿Y si falla también esa operación, o si ya falló?
Se trata de otra acción encubierta de alto riesgo e inadmisible pero que ha tenido lugar en los últimos años. Nadie sabe ahora cuánto dinero se ha lavado ni cuáles han sido los resultados del operativo, si finalmente ha tenido "éxito" o si bien ha servido a los cárteles a los que pretende infiltrar y combatir.
Claro, no se puede ni siquiera imaginar que el operativo esté perdido en la corrupción, porque en el caso de los agentes contratados por la DEA ¡eso nunca ocurre!
¿Alguien en México tiene toda la información de esos operativos y sabe a cuánto ascienden los montos lavados, o qué ha sido de ellos, o qué información han arrojado, o cuántos narcotraficantes de alto nivel han sido detenidos, o cuáles bancos participan y por qué tienen ahí abiertas cuentas los narcos, o qué bancos se prestan al juego de mentiras o forman parte de realidades? Sería hora ya de que el Senado de México abriera su propia investigación sobre la forma en que operan las agencias de Estados Unidos en territorio mexicano. ¿O habría que esperar el próximo artículo del New York Times?
Una cuestión que llama la atención en la información de Ginger Thompson es que este tipo de acciones encubiertas fueron prohibidas en México desde 1998 (durante el gobierno de Ernesto Zedillo) tras un operativo transfronterizo a cargo de agentes de aduanas. Operaciones similares se reanudaron en años recientes. En México hay que sonar todas las alarmas:
"Pero eso cambió en años recientes, después de que el presidente Felipe Calderón declaró la guerra contra los cárteles de la droga del país y enlistó a Estados Unidos para que jugara el rol dirigente (leading role) para combatirlos debido a las preocupaciones de que sus fuerzas de seguridad tenían poca experiencia y largas historias de corrupción..." La guerra que libra México para detener el ingreso de droga a Estados Unidos, ¿es dirigida por ellos? ¿En México se pone el territorio y los más de 40 mil muertos? ¿Es en realidad una guerra que no es mexicana?
Las operaciones encubiertas de lavado de dinero son supervisadas por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, ¡vaya, eso nos tranquiliza! Pero, ¿no son supervisadas por el gobierno de México?
Surgen muchas dudas, por ejemplo, ¿a cuánto ascienden los montos de ganancia de los narco lavados en bancos de Estados Unidos? En el artículo no se dan cifras exactas, "son muchos". Pero sí hay algunas pistas, por ejemplo, se afirma que si alguien dijo a los encubiertos que llevaría 250 mil dólares y llega con un millón, de todas maneras el cargamento pasa y posteriormente es trasladado en aviones del gobierno de Estados Unidos para ser depositados allá. También se afirma que el Departamento de Justicia debe autorizar el lavado de montos mayores a 10 millones de dólares en una sola operación. Los agentes de la DEA que pasan como lavadores de dinero de cárteles de la droga también colectan envíos en Estados Unidos y los depositan en bancos de ese país. En resumen, se trata de varias operaciones de cientos de miles, de millones de dólares cada semana. ¿Qué ha sucedido con ese oscuro y turbio operativo? ¿Cómo pasan sacos de dinero en efectivo a cargo de los agentes encubiertos? ¿cuál es su destino final?
El año pasado la DEA decomisó mil millones de dólares en efectivo y en activos de la droga (en nuestro país), mientras que México decomisó sólo un estimado de 26 millones en investigaciones de lavado de dinero. Las sumas palidecen si se considera que el dinero de la droga que fluye entre los dos países asciende a entre 18 mil y 39 mil millones de dólares, según la información de Ginger Thompson.
El operativo de la DEA es para México riesgoso e inaceptable si se consideran por lo menos dos cuestiones: la amplia "experiencia" que tienen los bancos en EU en el lavado de dinero de la droga que se vende y circula en el mayor mercado de estupefacientes en el mundo; y la obligación que tendría la Unión Americana de estar haciendo en su propio territorio lo que significaría una colaboración igualitaria, en Estados Unidos no se combate ni el consumo, ni el tráfico de droga, ni el lavado de dinero, ni el tráfico de armas. México está comprometiendo mucho, su propia soberanía.
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