25 diciembre, 2011

Lecciones desde México para Europa

Por: | 21 de diciembre de 2011
Son tiempos de cambio. La cotización del euro se derrumba en el mundo, arrastra a monedas latinoamericanas, como el real brasileño, mientras el dólar da la sorpresa a muchos analistas y se fortalece. Empresas europeas tratan de aprovechar la aún creciente economía latinoamericana: desde la aerolínea británica Virgin, que comenzará a volar a la región, hasta el banco Santander, que vende activos en Colombia y Chile para reforzar su capital. Inversores latinoamericanos buscan sacar rédito también de la economía europea: desde la química mexicana Mexichem que lanza una oferta por la fabricante holandesa de ductos Wavin por 457 millones de euros hasta Fábrica de Pizzas, una cadena argentina de pizzerías de bajo precio, que se ha radicado en España para captar a un público con bolsillos más angostos.



En el medio de esos cambios se oyen nuevas voces de Latinoamérica dando recomendaciones a la eurozona sobre cómo resolver su crisis actual. Es que los latinoamericanos tienen mucha experiencia en conflictos con sus deudas. En el último número de Problemas del Desarrollo, Revista Latinoamericana de Economía del Instituto de Investigación Económica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), su directora, Alicia Girón escribió un editorial titulado “Lecciones de América Latina para Europa: destruir a los débiles para fortalecer a los fuertes”.
“La situación por la que pasa Europa frente al incumplimiento de las deudas soberanas y la fragilidad del euro como moneda común evocan los años 80 de América Latina”, expone Girón. “El apuro por el inminente incumplimiento del pago de las deudas de los países soberanos pone en evidencia la crisis bancaria provocada por los propios bancos que ven perder la rentabilidad apostada en los mercados financieros. (…) El camino de la salvación de los fuertes coloca en una debilidad infructuosa al Estado benefactor y defensor de los derechos humanos”, advierte la economista mexicana.
“La experiencia de América Latina en los años 80 es una lección para no volver a caer en los errores económicos y políticos cuyos resultados fueron entre otros la llamada década perdida”, señala Girón. ”Las reformas económicas se centraron en los lineamientos del consenso de Washington y del proceso de desregulación y liberalización comercial y financiera. Sólo hay que repasar la historia de los años 80 y 90 para entender los enormes retrocesos sociales y políticos, económicamente injustificables”, opina la catedrática.
Girón enumera cinco lecciones en concreto:
1. “La problemática de la deuda externa latinoamericana y las alternativas que se dieron en su momento modelaron y aceleraron el cambio estructural de las economías latinoamericanas. Los intereses del proyecto productivo de las grandes empresas extranjeras en la región condujeron a la profundización de la inserción de los sectores productivos y financieros al mercado mundial.”
2. “La soberanía del banco central no sólo como prestamista sino como empleador de última instancia se canceló para restringir el gasto público en educación, vivienda y salud. Se cerraron muchos proyectos que beneficiaban a la pequeña y mediana industria. Se cerraron sectores prioritarios en manos del Estado.”
3. “La relación económica, política y social entre los Estados nacionales y los acreedores se hizo tan estrecha que incluso hubo enfrentamiento entre las cúpulas empresariales y las decisiones del Banco Central y el Estado.”
4. “El manejo de las políticas contraccionistas y de austeridad fue la tendencia seguida por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI). El Plan de Dolarización para las Américas fue el proyecto más acabado para crear no sólo un área monetaria sino una región integrada bajo un solo acuerdo monetario y comercial.”
5. “La resolución de los problemas de las deudas soberanas en Europa de los países de la periferia son las medidas que responden a los intereses del FMI, el Banco Central Europeo (BCE) o el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF ). Estas instituciones representan los intereses de los mercados financieros y de los inversionistas institucionales. No sólo faltan mayores reducciones de deuda, disminución de los intereses y quitas al capital. Lo importante es un big government (gobierno grande) como lo mencionaba (Hyman) Minsky en sus mayores obras, así como también el papel central del BCE como empleador de última instancia, o en su caso regresar a la autonomía a los bancos centrales de cada país, con lo cual se romperían las bases del acuerdo monetario.”

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