31 enero, 2012

Argentina amenaza de nuevo a Repsol con la nacionalización de YPF

  • Pemex cree que es más rentable bajar su presencia en el grupo español al 6,5%
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Cristina Fernández de Kirchner, presidenta de Argentina. Reuters.
El fastasma de la nacionalización vuelve a acechar a Repsol y a su filial argentina YPF. La presidenta del país, Cristina Fernández de Kirchner, ya lanzó un mensaje a navegantes durante su primera operación tras ser operada del cáncer de tiroides que padece cuando criticó la escasez de inversiones de la petrolera en el mercado argentino.


La tesis fue apoyada en los días sucesivos desde el diario Página 12, cercano al Gobierno argentino, donde se habla ya del inicio de un debate entre "funcionarios de primera línea" acerca de la "alternativa explícita" de "recuperación" de la petrolera YPF.
A esto se suma el escándalo que ha saltado hace unos días en el país sobre las investigaciones abiertas para esclarecer un posible cártel de precios entre las principales petroleras. La crispación entre los argentinos es candente y públicamente respondieron en entusiastas aplausos a las primeras amenazas formuladas por la propia mandataria.

Un modelo de integración vertical

Según este diario, el Ejecutivo podría decantarse por regresar a un modelo de integración vertical en el negocio de los hidrocarburos a través de una empresa con presencia en todas las áreas de actividad, desde la extracción hasta la comercialización. Los funcionarios analizan además un documento según el cual YPF perdió en los últimos cinco años más de un millón de metros cúbicos de producción y en el que se alude a la "responsabilidad de las empresas petroleras en la falta de inversión".
De ahí que ahora se plantee un "cambio de estrategia" del Gobierno, que pasaría de aplicar "correctivos" a impulsar "un cambio en las condiciones estructurales" mediante la constitución de una nueva empresa estatal, señala el diario.
Repsol es, con más del 55% del capital, el principal socio de YPF, mientras que el Grupo Petersen, perteneciente al empresario argentino Enrique Eskenazi, controla otro 25,4%. Este avance en la presencia argentina es consecuencia del proceso de desinversión que emprendió la petrolera española en 2007 en un intento de reducir su exposición a este país, aludiendo la necesidad de entrar en otros mercados para diversificar su negocio. Sin embargo, desde algunos sectores se entendió este movimiento como un intento de escapar de los incipientes nacionalismos surgidos en America del Sur.

Pemex, otro de los frentes de Repsol

Otro de los frentes de Repsol es la presencia de la petrolera mexicana Pemex en su accionariado. Ayer mismo estaba previsto que el director general del grupo, Juan José Suárez Coppel, compareciera en el Congreso del país para explicar el fracaso de su alianza con Sacyr, que tenía como objetivo sindicar sus acciones y controlar la petrolera española. Sin embargo, a cierre de esta edición aún no se había producido esta comparecencia.
La prensa mexicana desvela los pasos a seguir por el grupo mexicano tras la alianza firmada con Repsol y que se centra en, además de un acuerdo industrial, en que Pemex mantenga su participación entre el 5 y el 10%.
Rogelio Gasca Neri, consejero de la paraestatal, explicó al diario Milenio que actualmente es más rentable reducir su presencia al 6,5% desde el 9,45% con el que cuenta actualmente por las grandes plusvalías que se obtendrían, ya que Pemex elevó su paquete accionarial a un precio de 19,5 euros y actualmente los títulos cotizan en el entorno de los 23 euros.
"Para Pemex es mucho más rentable vender parte o la totalidad de las acciones que ostenta en Repsol, que mantenerlas y recibir sólo dividendos, por lo que esta situación es uno de los puntos que deberá resolver en el corto plazo el Comité Estratégico de Inversiones Extranjeras de la paraestatal", aseguró el consejero.
Gasca Neri sostuvo que la paraestatal puede desinvertir y prescindir de por lo menos el 4,5% de los títulos accionarios, que representan aproximadamente de 700 a 800 millones de dólares.
Con estas plusvalías, la petrolera prevé pagar parte de la deuda que adquirió para comprar un mayor volumen de acciones en Repsol o bien destinarlo a "necesidades apremiantes".

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