Meredith, primo del aspirante a la Casa Blanca, vivió en carne propia la violencia que agobia al país hace dos años, cuando fue secuestrado
Carmen Álvarez, Notimex, AFP y José Carreño Figueras/ EspecialEstos granjeros y ganaderos de religión mormona temen represalias por sus declaraciones en favor de la guerra contra los cárteles de la droga y de castigos más severos para los narcotraficantes.
“Sólo pensé que había llegado mi hora”, dijo Meredith Romney de 70 años, primo del aspirante a la Casa Blanca, quien hace dos años vivió en carne propia la violencia que agobia al país, cuando fue secuestrado y escondido en una cueva durante tres días hasta que su familia pagó el rescate.
El testimonio está contenido en un artículo que publicó ayer el diario británico Mail Online, que ilustra de manera nítida el temor que agobia a los familiares del también ex gobernador de Massachusetts que viven en las colonias mormonas del estado de Chihuahua.
“Después descubrí que habían secuestrado a 18 personas y matado a 14 de ellas”, agregó Meredith, según el reporte difundido por el tabloide The National Enquirer que distribuye alrededor de 660 mil ejemplares en los supermercados de Estados Unidos y que fue retomado por el popular diario británico Daily Mail que diariamente imprime alrededor de dos millones de ejemplares.
“Sus comentarios a favor de mejorar los mensajes antidrogas dirigidos a los jóvenes van a ‘enfurecer’ a (Joaquín El Chapo Guzmán) Loera, dijo una fuente policiaca al National Enquirer”, agrega la nota del diario británico.
¿Qué hacen los parientes del precandidato republicano en México?
La historia de cómo llegaron los Romney a las colonias mormonas de Chihuahua, actualmente controladas por el cártel de Sinaloa que dirige Guzmán Loera, a quien la revista Forbes calificó como “el hombre más buscado del mundo” con una fortuna de alrededor de mil millones de dólares, data de hace casi 130 años.
Pues comenzó cuando el bisabuelo Miles Park Romney huyó de Estados Unidos en 1885 para escapar de las leyes contra la poligamia que en esos años se castigaban con cárcel en el vecino país.
“Michael Romney, uno de los primos de Mitt Romney, dijo a The Washington Post el verano pasado que las esposas de su bisabuelo ‘vivían como hermanas’”, agregó el rotativo inglés.
Cinco fueron las esposas del bisabuelo Park, quien junto con otros mormones cruzaron la frontera sur para escapar a la persecución de los seguidores del Movimiento de los Santos de los Últimos Días, fundado por Joseph Smith que fundó la iglesia del mismo nombre.
“George, el padre de Mitt Romney, nació en México antes de regresar a Estados Unidos cuando todavía era un niño”, dice el Mail Online.
Ahora sus familiares mexicanos que viven en las colonias mormonas del norte, siguen con preocupación los comentarios de su campaña electoral rumbo a la presidencia de Estados Unidos.
“Se dice que los asesores políticos de Mitt Romney están preocupados de que él pueda tener pronto ‘sangre en sus manos’ si cualquiera de sus parientes en México es asesinado”, dice el artículo de Mark Duell para el Mail Online.
Romney publicó el pasado martes declaraciones de impuestos que indican que pagó 6.2 millones de dólares sobre un total de 42.5 millones de dólares en ingresos durante el 2010 y el 2011.
Cediendo a la creciente presión política para que brinde más detalles acerca de su enorme riqueza, el ex gobernador de Massachusetts hizo públicos los registros de sus tributos, indicando que él y su esposa, Ann, pagaron una tasa fiscal efectiva del 13.9 por ciento en el 2010. Ambos esperan pagar una tasa de 15.4 por ciento, cuando presenten sus declaraciones para 2011.
“No tengo el honor de ser mexicano”
El aspirante a la nominación republicana por la Presidencia de Estados Unidos, Mitt Romney, rechazó ayer que sea estadunidense de origen mexicano, aun cuando su padre nació en México.
Al responder a una pregunta directa de Jorge Ramos, comentarista de la cadena de televisión en español Univision, el político republicano afirmó que sería “ingenuo” de su parte el considerarse de origen mexicano.
“En mi caso mi padre nació en México y estoy orgulloso de mi herencia, pero él nació como un ciudadano estadunidense que estaba viviendo en México en ese entonces y no era hispano, y él nunca habló español, ni sus padres, entonces no puedo reclamar ese honor”.
Romney y Newt Gingrich multiplicaron ayer sus encuentros con líderes clave de la comunidad hispana del sur de Florida, donde más de 450 mil votantes latinos están inscritos para la decisiva primaria del próximo martes.
Con anuncios televisivos en español, ambos precandidatos intensificaron sus mensajes en medios latinos, disparando promesas de recuperación económica, explicando cómo derrotarán al régimen comunista en Cuba, y –sobre todo Romney– suavizando su postura hacia la inmigración, luego de haber sido calificado de “antiinmigrante” por proponer la “autodeportación” de los indocumentados.
Las encuestas difieren sobre la ventaja de Romney sobre Gingrich.
Según un sondeo de Time, Romney se mantiene arriba con apenas dos puntos de ventaja sobre Gingrich (36% contra 34%).
En tanto, una encuesta de Latino Decisions, entre los latinos de Florida que prevén votar en la primaria republicana del 31 de enero, “Mitt Romney mantiene 15 puntos de ventaja sobre Newt Gingrich (35%-20%), con Ron Paul y Rick Santorum acaparando 6% y 7%, respectivamente”, reveló la encuesta, que cifró en 21% los indecisos.
Aunque, el presidente Obama mantiene una sólida ventaja sobre quienes aparecen hoy en día como sus potenciales rivales.
Pelean por hispanos
Migración se convirtió de repente en uno de los puntos de choque entre Mitt Romney, el aspirante puntero por la candidatura presidencial republicana, y su ahora principal competidor, el ex presidente de la Cámara baja, Newt Gingrich.
Romney habló la noche del lunes de promover la “autodeportación” de los indocumentados, o sea que los indocumentados decidan regresar a sus países de origen ante las dificultades para encontrar empleo en los Estados Unidos.
De acuerdo con el grupo pro-migrantes “America’s Voice”, la “autodeportación” implica “encontrar una vía, cualesquiera, para obligar a millones de inmigrantes indocumentados a removerse a sí mismos de los Estados Unidos”.
Se estima que hay unos 11 millones de migrantes indocumentados en Estados Unidos, lo que en alguna manera imposibilita la idea, popular entre sectores de derecha, de “deportarlos a todos”. La idea de Romney, más cercana a una propuesta el año pasado por el grupo antimigrante “Centro para Estudios Migratorios” (CIS) significa simplemente hacer la vida imposible para los residentes sin documentos.
Gingrich calificó la idea como absurda y una que sólo puede tener cabida en el mundo de gente que como Romney, quien tiene un ingreso de 20 millones de dólares anuales después de pagar impuestos.
Pero Romney tiene ahora el respaldo del aparato tradicional republicano, que considera a Gingrich como demasiado volátil y aún autodestructivo como para ser un buen candidato o tener la capacidad de derrotar al presidente Barack Obama.
De acuerdo con la cadena CNN, Romney tiene 36 puntos de aprobación por 34 de Gingrich, a menos de una semana de la votación primaria de Florida.
Romney, Gingrich y Rick Santorum, otro aspirante, participarán el jueves en un debate político televisado y hablarán el viernes ante los asistentes a una reunión organizada por el grupo “Red de Liderazgo Hispánico” (Hispanic Leadership Network, que encabezan el ex gobernador de Florida Jeb Bush, el ex secretario de Comercio Carlos Gutiérrez, y el senador Marco Rubio.
Mitt Romney tiene el respaldo de dirigentes hispanos conservadores como el senador Rubio, considerado como un posible candidato a la vicepresidencia en una eventual candidatura de Romney.
El puntero tiene además una considerable ventaja organizativa y en recursos monetarios, lo que según expertos implica un mayor porcentaje en términos de la certidumbre de lograr la candidatura presidencial.
Pero aún si Gingrich no ganara y debiera conformarse con un segundo lugar no muy lejos de Romney, tendría el aliento necesario para prolongar la campaña por meses, con el consecuente desgaste en términos de recursos y popularidad. De hecho, en los diez últimos días ha recibido diez millones de dólares de un solo donante.
Con todo, si las elecciones se realizaran ahora Gingrich y Romney podrían competir por la persona menos apreciada por los estadunidenses. Más de 51 por ciento siente antipatía por Gingrich, pero el porcentaje de estadunidenses que siente desagrado hacia Romney creció casi 20 puntos en tres semanas.
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