George Soros: ¿encargado de financiar a Wikileaks?
Matías
E. Ruiz: -Recientemente, nos hemos enterado de que el juzgado del Dr.
Julián Ercolini desestimó la causa por injurias que en su oportunidad le
trabara el ministro Aníbal Fernández. ¿Cómo fue que dio inicio ese
proceso? ¿Cuál es el modus operandi de Fernández y por qué es tan
conocido por su insistencia en llevar a comunicadores, periodistas y
activistas antidrogas ante los tribunales?
Claudio
Izaguirre: -George Soros -el hombre que promueve la libertad de las
drogas en toda América- sugiere a sus adláteres que lleven a juicio a
todos los potenciales “enemigos del objetivo” que estuvieren en
posibilidades de tener éxito. De esa manera, se los hace callar y se
prosigue con el objetivo liberalizador.
Ni
George Soros, ni Aníbal Fernández, ni Horacio Verbitsky esperaban
encontrarse con un contendiente que no tuviera temor a ir preso, que no
tuviera miedo de enfrentarlos en los estrados judiciales, que no tuviera
miedo de decir las cosas en la cara de los actores intelectuales de
este genocidio.
En
el juzgado de Ercolini yo planteo, en primer lugar, que Aníbal
Fernández sabe del accionar del Cártel Dominicano desde 2006, que le
pasa el tema a Néstor Valleca (antes jefe de policía) y éste deriva la
cuestión en manos del juez Norberto Oyarbide. El mencionado inicia una
causa judicial sobre la que jamás investigó ni profundizó. Dos años más
tarde, la Diputada Gil Lozano y la Diputada Cynthia Hotton -con la
información que les entregué- armaron el pedido de informes y una
interpelación al Jefe de Gabinete, pero ésta jamás tuvo lugar.
Aquí
deseo hacer un alto para recordar que, cuando Gil Lozano tuvo la
oportunidad de hacerle preguntas a Aníbal en el Congreso Nacional, se
levantó “ofendida” del recinto. Semanas después, Hotton denunciaba la
compra de estas “manos levantadas” por parte del Ejecutivo Nacional,
cuando se dio la discusión del Presupuesto Nacional.
Repito,
entonces: la maniobra de llevar a los tribunales a los opositores a la
despenalización de las drogas es sin duda un mecanismo aplicado en forma
sistemática por el actual Jefe de Gabinete para amedrentar y, por otra
parte, como acción colateral. Su abogado Carlos Gustavo Frasquet es el
encargado de llamar a los medios de comunicación para “apretar” con
futuros juicios a quienes les den espacio a esos opositores enjuiciados.
M.R.:
-Explorando más en profundidad este tema, ¿cuál es el factor común que
pudiere haber entre su caso, el de Alberto Lestelle -ex titular de
SEDRONAR, sobreseído definitivamente en 2009, luego de años de haber
sido perseguido judicialmente- y Eduardo Duhalde -acusado reiteradamente
de narcotraficante-?
C.I.:
-El grupo Verbitsky, formado por Aníbal Fernández, Carmen Argibay,
Eugenio Zaffaroni, Diana Conti, Mónica Cuñarro y la Asociación
Internacional de Reducción del Daño de la Argentina e Intercambios
Asociación Civil son hoy los que petardean desde los medios cualquier
atisbo de protagonismo por parte de quienes estamos contra la
liberalización de las drogas.
Pero
esto no es de hoy; recordemos que, en los años noventa, destrozaron la
imagen pública de dos políticos. Por un lado, Alberto Lestelle, y por el
otro, Eduardo Duhalde.
En
los años noventa, Alberto Lestelle -siendo el Secretario de lucha
contra las drogas (SEDRONAR)- denuncia una “mejicaneada” de cinco
agentes de la SIDE que quisieron quedarse con unos cuantos kilos de
cocaína en un procedimiento; sobre este episodio, el diario Página 12
tituló en su portada “Con las manos en la Blanca”, junto a una foto de
Lestelle con Hugo Anzorregui. Tras ese hecho, una serie de operaciones
mediáticas trataron de destrozar al hombre fuerte de la lucha contra los
mercaderes de la muerte por aquellos días. La última acción de Lestelle
fue oponerse en reunión de Gabinete al ingreso al país de la esposa y
los hijos del ya fallecido Pablo Escobar Gaviria. En una operación
mediática, visiblemente manejada por Carlos Chacho Álvarez y con
presencia de Horacio Verbitsky, impulsada por Radio Mitre, DyN y Canal
13, reprodujeron el audio de una conferencia que dio Lestelle en el
barrio de Belgrano, donde se escuchaba de labios del Secretario de lucha
contra las drogas: “Hay diputados que están dormidos en sus bancas, se
levantan, van al baño y cuando regresan dan discursos fastuosos, porque
se dieron un nariguetazo de cocaína”.
Eso
fue utilizado para sacarlo del Gobierno Nacional, aunque los medios y
los diputados sabían perfectamente que dentro de la biblioteca del
Congreso Nacional se estaba llevando adelante una investigación por
tráfico de drogas por parte de las Fuerzas de Seguridad. Alberto
Lestelle prefirió no dar a conocer la lista de los legisladores adictos a
las drogas, detalle que conservaba en una carpeta de color amarillo.
Lo
de Eduardo Duhalde observa similares características. Carlos Ben, el
hombre de prensa del caudillo bonaerense, no supo contrarrestar el
ataque directo de Horacio Verbitsky quien -utilizando a uno de sus
empleados, Hernán López Echagüe- inventó el mote de narcotraficante para
colgárselo al de candidato presidencial, dado que el entonces
gobernador había logrado frenar el consumo de drogas con el trabajo de
Juan Yaría en la Secretaría de Prevención y Asistencia de las Adicciones
de la Provincia de Buenos Aires, y además impedía el asentamiento de
cárteles en su territorio. Duhalde es el político que más cosas hizo
contra las drogas, de allí el ataque sistemático del el grupo Verbitsky.
M.R.:
-¿Cómo se explica el crecimiento ininterrumpido de las actividades
relacionadas con el tráfico, la comercialización de estupefacientes y el
lavado de dinero desde 2003?
C.I.:
-Debemos tener presente que durante el período de Lestelle al frente de
SEDRONAR el consumo de cocaína era de 0,4%. Desde su renuncia hasta el
final del gobierno de Fernando De La Rúa, el consumo trepó al 1,9%; pero
durante el gobierno de Duhalde volvió a bajar al 0,3% y en el período
de los Kirchner subió al 2,67%. Así fue que nos convertimos en PRIMEROS
CONSUMIDORES DE COCAÍNA DE TODA AMÉRICA. Estas estadísticas, que
oportunamente ha difundido la Oficina Contra la Droga y el Crimen de
Naciones Unidas (UNODC), han sido calladas oportunamente por los medios
nacionales de comunicación.
Tanto
en el período de Lestelle dentro del SEDRONAR como de Duhalde como
presidente, se brindó a las Fuerzas de Seguridad elementos para el
combate contra los narcotraficantes, se trabajó fuertemente en
prevención de drogas y, en particular, en favor de la asistencia de
personas con problemas de adicción a sustancias fue facilitada.
En
este lapso desde 2003 a la actualidad -que coincide con la llegada de
los Kirchner- se ahogó a las Fuerzas de Seguridad, se les privó de
elementos para combate efectivamente a las drogas, se prohibieron las
campañas preventivas sostenidas en el tiempo en medios nacionales de
comunicación y se acosó desde el grupo Verbitsky y sectores del propio
gobierno al accionar de SEDRONAR, puesto que su Secretario -José Ramón
Granero- tiene una posición contraria a la despenalización de la
tenencia de drogas, en mismo tono con Duhalde o Lestelle.
Durante
este período han proliferado las pistas clandestinas para el aterrizaje
de avionetas con droga. En algunas provincias, se han utilizado
vehículos oficiales para el trasporte de drogas por vía terrestre,
mientras que la Justicia Federal ha recibido la recomendación de no
actuar sobre los vendedores minoristas de drogas. Un ejemplo: más de una
vez hemos escuchado a Diana Conti decir “El vendedor minorista de
drogas es una persona que está fuera del sistema laboral y encuentra en
la venta de drogas la posibilidad de mantener a su familia”...
Hay
que comentar también sobre la forma sistemática de promoción de las
drogas, tratándose el tema con la etiqueta de “consumo recreativo”.
Incluso el INCAA (el Instituto Nacional de Cine) subsidió películas con
la condición que hubiera escenas de consumo recreativo de drogas, y en
particular de marihuana.
Con
gran dificultad, los medios nacionales hablaron de los daños de las
drogas y escondieron en un manto de olvido los daños que produce la
marihuana en el cerebro de nuestros jóvenes, además de ridiculizar a los
profesionales de la medicina que con claridad han planteado la
temática, como ser Eduardo Kalina o Alfredo Miroli, eminencias en el
campo de la asistencia de adictos.
La
lucha contra las drogas no fracasa: lo que triunfa es la promoción de
las drogas, apañada por el silencio de quienes deberían protestar y se
esconden debajo de la cama cuando se trata la cuestión.
M.R.:
-A los efectos de ilustrar a los lectores, ¿podría Ud. describir los
rasgos generales de la actividad de la producción y venta de drogas en
la Argentina? ¿Se produce cocaína en el país? ¿Qué sucede con el
éxtasis, habida cuenta de que ha dado inicio la temporada en los
principales centros de veraneo? ¿Existe consumo local de heroína?
C.I.:
-En estos últimos cinco años, la Argentina se ha convertido en
productor de cocaína y ahora es también un incipiente productor de
marihuana. Las cocinas o laboratorios clandestinos son los encargados de
convertir la PBC (pasta base de cocaína) en clorhidrato de cocaína 98%
de pureza y lo que conocemos como PACO.
Nos
encontramos en un momento de la República en el que la fabricación y la
comercialización de drogas son moneda corriente en los barrios más
pobres de la Argentina: solo basta escuchar a los curas villeros como el
Padre Pepe, quien nos ilustra claramente sobre el asunto cuando dice
que “En la villas, las drogas están liberadas de hecho”.
En
los centros recreativos y espacios turísticos y de vacaciones, la venta
de drogas ha encontrado los sitios idóneos para la comercialización
irrestricta. Los jóvenes que entienden este período como un largo sábado
se dan al consumo feroz de sustancias, quedando en estado lamentable
para poder encarar sus responsabilidades, una vez transcurrido este
espacio de tiempo.
M.R.:
-En relación a la pregunta anterior, ¿cuál es el rol, por ejemplo, de
los puertos? ¿Qué son los precursores químicos y de qué países provienen
principalmente? ¿De qué forma participan del juego las villas de
emergencia y los indocumentados?
C.I.:
-Los puertos son zonas altamente vulnerables y muy buscadas por los
seis cárteles instalados en la Argentina en este último quinquenio.
Rosario, Necochea, Buenos Aires, Bahía Blanca, Comodoro Rivadavia,
Caleta Olivia, Zárate-Campana, Chascomús y otros representan espacios
ideales. Algunos, con mayor control que otros, son sistemáticamente
vulnerados por el accionar del narcotráfico, que remite embarques
disfrazados, por ejemplo, en teflón, ajo, manzanas, madera, autos
antiguos o botellas de licor. Estos cargamentos de cocaína rondan los
cuatro mil kilos por envío hacia el mercado europeo, que considera a la
cocaína argentina como una de las más puras del mundo, y por cierto más
buscadas.
Los
cárteles mexicanos y colombianos tercerizan la producción de cocaína.
Los laboratorios clandestinos cobran el 20% de la producción total, más
la totalidad de PACO. Estos laboratorios encuentran fácilmente los
precursores químicos necesarios para convertir la pasta base que se
ingresa desde Colombia, Perú y Bolivia en cocaína. Luego, solo necesitan
ácido sulfúrico, ácido clorhídrico y éter.
Las
villas son espacios ideales para que funcionen estas cocinas, debido a
que el control policial allí se ha vuelto prácticamente nulo.
He
visto que estos barrios pobres han sido despojados de los derechos
elementales por el poder político. La justicia, la salud y la educación
no están presentes en estos conglomerados, encontrándose un terreno
prolífico para los mercaderes de la muerte. El narcotraficante se
convierte literalmente en verdadero GOBERNADOR de estos barrios,
solucionando los temas de justicia y de salud de sus pobladores,
haciendo que estos dependan de él para toda cuestión, y convirtiéndolos
en parte del perverso juego de la comercialización de drogas.
M.R.:
-¿Cuáles diría Ud. que son los principales núcleos del crimen
organizado que monopolizan la producción y/o comercialización de
tóxicos? Preguntamos esto, en función de que Ud. ha alertado en
reiteradas ocasiones respecto del arribo de traficantes de cárteles
originados en México, Perú y Colombia...
C.I.:
-El Cártel peruano, presidido por Víctor Quispe Palomino, domina las
villas 1.11.14 y Villa 31 de Capital Federal. Avanza sobre las capitales
de las provincias y se encuentra ahora afincándose en el monte salteño.
Los
traficantes colombianos, bajo el mando de Don Mario, dominan desde la
Isla del Cerrito en el Chaco hasta el sur de la Provincia de Santa Fe.
Los
mercaderes mexicanos -liderados por Joaquín “el Chapo” Guzmán- dominan
la zona de Provincia de Buenos Aires. Debemos recordar que estuvo en el
país María Alejandra López Madrid, quien ingresó a Resistencia
(provincia del Chaco) en compañía de Mongeló, Secretario de Gobierno del
Gobernador Jorge Milton Capitanich Popovich, y su trabajo se puntualizó
en incorporar iglesias evangélicas a un plan de lavado de activos
relacionados con el narcotráfico.
Los
dominicanos solo poseen un pequeño territorio para la comercialización
en la Capital Federal; este sitio está configurado por la zona
delimitada desde Avenida de Mayo hasta Avenida Caseros y de la Avenida 9
de julio hasta la Avenida Entre Ríos. Aunque, a lo largo de estos
últimos años, se han extendido al barrio de San Telmo.
Los
narcos bolivianos se han apoderado de la zona de Liniers en la punta
norte de la capital de Argentina, produciendo y comercializando drogas
al menudeo, trepando con su accionar a la franja centro de la República.
M.R.:-Usted
ha promovido públicamente la idea de hacer participar a las Fuerzas
Armadas en la lucha contra las drogas ilegales. ¿Cuál podría ser el
aporte del sector castrense en este sentido?
C.I.:
-Mi retórica respecto de la incorporación de las Fuerzas Armadas en la
lucha contra los traficantes de drogas no es de hoy. La invasión del
tráfico internacional amerita desde la Ley de Seguridad Interior que
nuestra Fuerzas Armadas actúen en forma implacable, pero este comentario
no cae bien entre los políticos “progresistas”.
No
fui escuchado en la Argentina, pero México y Brasil parecen haber
puesto manos a la obra en este sentido, con un éxito interesante.
También
Eduardo Duhalde ha tenido un párrafo de cordura en este sentido y
entiendo que, de ser presidente del país, estará aplicando en forma
drástica esta medida, que será de enorme ayuda para erradicar a estos
crápulas.
Considérese
que, actualmente, la Fuerza Aérea Argentina tiene PROHIBIDO controlar
el espacio aéreo nacional. Gracias a estas políticas liberalizadoras,
somos el único país de América que no es soberano en sus cielos. De ahí
la proliferación de pistas clandestinas en la franja norte del nuestro
territorio. Desde la Cordillera hacia el Atlántico contamos con más de
mil quinientas (1.500) pistas de aterrizaje clandestinas, en su mayoría
puestas en terrenos privados para dificultar el accionar de las Fuerzas
de Seguridad.
M.R.:
-¿Hasta qué punto podría decirse que las drogas han infiltrado y
corrompido a sectores del Estado argentino? ¿Qué sucede con las
distintas policías y los servicios de Inteligencia nacionales? ¿Está
comprometida la Justicia?
C.I.:
-Los dineros del narcotráfico tocan uno de los pecados capitales más
sensibles del ser humano: la avaricia. Son pocas las personas con la
suficiente fortaleza espiritual como para evitar doblegarse al tan
preciado dinero.
Cierta
vez, un cura decía “No importa de donde venga el donativo, sino el uso
que voy a hacer de él”. Quizá era una forma de justificarse ante su
Poder Superior.
Por
otro lado, los que no se corrompen, lo pasan mal. Recuerdo a un
magistrado que, teniendo en sus manos una causa importante sobre la
efedrina en la Argentina, fue a fondo con el tema. Como
“agradecimiento”, el Estado le retiró la custodia y el automóvil
oficial. Ese juez sigue adelante con la causa. No se inmutó.
Hay
quienes son buenas personas y deciden no ingresar en el mundo de la
política, esos lugares vacantes pueden ser ocupados por corruptos, y a
partir de allí, la suerte de un país está sellada.
Los
Servicios de Inteligencia tienen todos los nombres de los grandes
jefes, de sus envíos de drogas al exterior, de sus redes interiores y de
quienes los apañan y protegen. Lo único que necesitan es una orden para
terminar con los narcogrupos existentes en Argentina. Quizás el próximo
presidente ponga en práctica esa iniciativa.
Hemos
visto como desde el Poder Ejecutivo se ha dado la orden a la justicia
de hacer caer en desuso la Ley 23.737 bajo argumentos falaces. Hemos
asistido al descarte inmediato de jueces que estaban en contra de la
despenalización de las drogas, y que fueron removidos de sus juzgados
con precisión, con el silencio cómplice del Colegio Público de Abogados.
Vemos cómo se ha posicionado a jueces subrogantes que atienden los
juzgados hasta el instante en que escriben una sentencia distinta a la
que el Poder Ejecutivo impone.
Hemos
sabido que los teléfonos de algunos hombres de la Corte Suprema están
intervenidos, de tal suerte que el silencio se ha incrementado.
No
nos hemos ocupado de defender lo suficiente a los honestos y, ahora,
estos se han tenido que ir. En estos tiempos nos percatamos de las
calamidades, sin darnos cuenta de que, por omisión, participamos del
aquelarre al que estamos sometidos.
Las
Fuerzas de Seguridad se encuentran sometidas al poder político y
reciben órdenes de éste. El que no cumple a rajatabla es trasladado,
sumariado y echado. Karl Marx solía decir: “Para dominar una nación, no
hacen falta armas; solo hay que destruir las instituciones y corromper a
la juventud”.
M.R.:-¿Cuál
es la manera de derribar el argumento del Gobierno Nacional, en el
sentido de que la represión del consumo es funcional al incremento de
las ganancias del traficante?
C.I.:
-No creo que haya que derribar sus argumentos, solo hay que demoler a
las personas que desde el Gobierno Nacional promocionan la venta
minorista de drogas, la droga libre y la promoción del consumo. Juan
Pablo II dijo: “No se puede combatir la droga con más droga”.
Para
decirlo de otra manera: si hay más oferta de un artículo, habrá más
consumidores; si hay menos, estos no serán tantos. La libertad de venta
de drogas y la enorme oferta de sustancias ilícitas hacen que,
actualmente, niños de 9 a 14 años estén inmersos en el consumo: ellos no
entran en las encuestas y son los que delinquen con mayor saña.
M.R.:
-¿Por qué involucra Ud. al empresario húngaro-estadounidense George
Soros en cierta trama de intereses para promover el consumo de
marihuana? ¿Qué negocios tiene Soros en la Argentina que pudieren
coincidir con ese objetivo? ¿Cómo juega la insistencia de determinados
sectores locales en la insistencia sobre que la marihuana no es
perjudicial para la salud?
C.I.:
-Respecto de Soros, vengo advirtiendo su accionar desde hace al menos
cinco años. Pocas semanas atrás, este individuo anunció que había puesto
un millón de dólares para incentivar la liberalización de la marihuana
en California. Allí hubo un plebiscito en el que se preguntaba a la
población cual era su postura respecto del tema. Soros perdió en forma
apabullante.
Los
negocios de Soros en Argentina son diversos, pero él busca en primer
lugar la liberalización de la marihuana en todo el continente americano.
En un segundo paso, el de todas las sustancias. Desea, obviamente,
acaparar las ganancias de la comercialización. De lograrlo, se
convertirá en una suerte de presidente del mundo. No debemos olvidar que
fue oportunamente expulsado de Gran Bretaña por haber hecho saltar la
banca inglesa.
Soros sabe bien cómo utilizar su poderío económico para obligar a las naciones a cumplir con sus objetivos personales.
En
la Argentina, George Soros posee unos cuántos adeptos, entre los que se
encuentra el “izquierdista entre comillas”, Horacio Verbitsky.
Ultraizquierda y ultraderecha se fusionan en un objetivo común: la
liberalización de las drogas.
M.R.:
-¿Es correcto asumir que si se reprimiera efectivamente el consumo y el
precio de, por ejemplo, el paco, se incrementara, esto podría conducir a
mayores índices de violencia por parte de personas de bajos recursos a
quienes se le dificultaría el acceso a la droga? ¿Cómo se articula el
accionar represivo con políticas sociales acertadas?
C.I.:
-La represión de la oferta es imprescindible, pero debe ir acompañada
de la atención médica y psicológica necesaria para proteger a la
demanda. La violencia está dada a partir de los desarreglos que producen
las drogas en el cerebro de las personas que las consumen, llamada
comúnmente locura.
El
cerebro no entiende por sí sólo de leyes ni de cuestiones
político-sociales: cuando se le administra un tóxico, simplemente se
altera, provocando que las personas ejecuten actos que jamás hubieran
llevado a cabo sin drogas en su sistema.
Quiero,
en este punto, dar un ejemplo claro y conciso. Si usted deja caer una
gota de alcohol sobre la palma de su mano y no hay lastimadura ninguna,
el efecto dañino será nulo; pero si deja caer esa misma gota en su ojo,
la situación será diametralmente opuesta.
La
diferencia radica entre lo que la medicina llama tejidos vivos y
tejidos muertos. Así, demostramos como el ojo es un tejido vivo y
nuestro cerebro entra en esa categoría. Imaginemos entonces lo que le
sucede a nuestro cerebro cuando lo inundamos de tóxicos. Este, desde el
inicio de la recepción de tóxicos, funciona en forma anormal. Pero, al
necesitar de las sustancias, ordenará acciones autodestructivas que
generarán mayor necesidad de consumo, dado que la tolerancia a esas
sustancias convertirán a ese cerebro en adicto.
La
acción represiva es tan necesaria como la acción social y cada una debe
aplicarse allí donde es imprescindible. El vendedor es un homicida,
pero el adicto un enfermo que debe ser tratado en forma gratuita.
M.R.: -Existe la opinión generalizada de que es imposible para un adicto recuperarse. ¿Cuál es su opinión al respecto?
C.I.:
-Llevo 34 años, dos meses y dos días limpio y sereno, libre de alcohol y
drogas, sin recaídas. Se puede vivir insubordinado de drogas. Se puede
dejar de consumir sin sufrir. Se puede tener una vida feliz y útil. Se
puede amar, se puede construir una familia y un estilo de vida digno. Yo
he podido. Y, como yo, miles de personas están lográndolo a lo largo y
ancho de mi país y el mundo. Solo hay que pedir ayuda.
M.R.:
-¿Por qué es importante analizar en profundidad la cuestión de la
internación forzada para adictos que representan un peligro para
terceros?
C.I.:
-Los mecanismos autodestructivos del adicto se van acrecentando con el
correr del tiempo, sus acciones son cada vez más virulentas, y en
particular con sus seres queridos. Llega una instancia en la que el
individuo toma conciencia de todo el daño provocado y opta por el
suicidio.
Recordemos
que el cerebro no funciona correctamente y la persona está convencida
que no podrá respirar sin la próxima dosis, pero ésta lo lleva a mayores
martirios, ingresando en un circuito imposible de abandonar. La
internación compulsiva corta de cuajo este estilo de pensamiento y
devuelve al usuario de drogas la posibilidad de RAZONAR.
Algunos
diputados y senadores que ni siquiera saben cómo han llegado a sus
bancas, han votado la Ley de Salud Mental. Esta legislación considera la
internación compulsiva del adicto como un SECUESTRO, que el adicto debe
elegir ser o no internado, que puede externarse cuando se le ocurra y
puede elegir cuál es el tratamiento que el médico debe aportarle. Es un
loco el que escribió el proyecto y son locos los que lo votaron.
Esas
personas tal vez necesiten, para entender mejor el tema, que algún
pariente cercano o un ser muy querido por ellos se quite la vida.
M.R.:
-Se ha dicho que el problema de las drogas es, en rigor, insoluble. Es
bien conocida la frase que reza que “Si existe demanda, siempre habrá
oferta”. ¿Coincide Ud. con este punto de vista?
C.I.:
-Si existe oferta, siempre habrá demanda. El problema será insoluble en
la medida que no se tomen las acciones pertinentes para erradicar a los
mercaderes de la muerte y a sus protectores.
M.R.:
-Si la Argentina continuara bajo el actual escenario de carencia en
políticas firmes para combatir el flagelo, ¿cómo podría empeorar la
situación en la sociedad? ¿Es correcto presuponer que existe un punto a
partir del cual la infiltración que los traficantes hacen en perjuicio
de las estructuras estatales conduce a un callejón sin salida?
C.I.:
-Para la próxima década, auguro un 20% de esquizofrénicos y psicóticos
caminando por las calles de mi país. Este será el remanente que deje el
consumo masivo de drogas. La solución es simple: mano dura para los
mercaderes de la muerte y sus protectores por una parte, y por la otra,
mucho afecto y límites para quienes hayan tenido la desgracias de
contraer la enfermedad de la adicción.
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