29 febrero, 2012

Elides J. Rojas: Cáncer de verdad, el que tiene Venezuela

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A estas alturas ya ni importancia tiene el cáncer de Chávez a la hora de establecer las verdaderas prioridades del país. De hecho hay gente, muchísima por demás, de la oposición que no cree siquiera que Chávez esté enfermo, cosa que parece increíble a estas alturas. En todo caso, lo que queremos decir es que, como dice el mismo comandantepresidente, con cáncer o sin cáncer volveré y triunfaré. Ese es el punto. Sano o enfermo, con tumores o sin tumorcitos, es su problema de vida. Es su horizonte primario, es de lo que debe preocuparse en primera instancia. El país, en otro nivel, tiene su propio tumor, su propio cáncer y esa es la preocupación fundamental del resto de los venezolanos.


La verdad es que a los chavistas, comenzando por el propio líder intergaláctico, jamás les ha importado el país. Es lo suyo y sus vidas, su platica y su seguridad, la venganza y las nuevas posiciones. El cáncer entra en las preocupaciones individuales de micomandantepresidente y del clan, muy herido por estos días. No es, más allá de lo humano y solidario, la preocupación vital de todos. Cada quien, por decirlo de otra manera, tiene su cáncer. Y hay que pelear contra él.
El cáncer de los venezolanos, y ojalá que no haya alcanzado el grado de la temible metástasis, está por todas partes. Son miles de tumores regados de Este a Oeste y de Norte a Sur. En costas, ríos y montañas. Grandes ciudades, poblados y hasta caseríos. El origen de este mal general está más que detectado y diagnosticado. Tienen al país en manos de la delincuencia, impide que los inversionistas extranjeros y locales metan medio en ningún negocio por muy rentable que pudiera ser, mata todos los empleos de calidad que se le atraviesen, amenaza y persigue, utiliza la justicia y todos los poderes contra ciudadanos, empresas y medios en clara violación a la Constitución y leyes. Este cáncer roba y roba sin miedo, está destruyendo a Pdvsa, la CVG y todas las empresas que antes eran privadas y se las robaron a sus legítimos dueños. Tiene a casi tres millones de venezolanos sin casas y engañados. Es un verdadero cazador de empleos. Puesto que precisa, empleo que asesina. El sistema de salud está tan mal que el amo del país prefiere irse a Cuba a ver cómo lo curan, mientras los venezolanos deben llevar hasta las curitas en caso de puñalada trapera. No hay agua suficiente, no construye ni siquiera una carretera rural, no hay luz ni energía eléctrica. Aceras rotas, huecos en calles y carreteras, basura en cada esquina es parte del cuadro de la enfermedad. Acabó con valores y dividió a un país que merece mejor vida.
La cura se conoce. Estará en farmacias y boticas en octubre.

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