27 febrero, 2012

Grupos armados dentro de Siria, ¿el preludio a una intervención armada de EEUU-OTAN?



Rusia y China han vetado la propuesta de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Siria basándose en la existencia de grupos armados implicados en acciones terroristas, incluido el asesinato de civiles.
Estos grupos armados han estado actuando desde que estalló el “movimiento de protesta” en Daraa, al sur de Siria, en marzo de 2011. 

La declaración del enviado ruso ante la ONU Viktor Churkin permanece dentro de los parámetros de la diplomacia internacional. No menciona quién está detrás de estos grupos armados ni el hecho de que la OTAN está apoyando una insurrección armada.
“Churkin afirmó que los defensores occidentales de la resolución no habían incluido cuestiones clave, como aislar a la oposición siria de grupos extremistas violentos o un llamamiento a otros Estados para que usaran su influencia con el fin de impedir estas alianzas” (Russia Today, 4 de febrero de 2012)

Irónicamente, la decisión de veto de Rusa es coherente con el informe del Misión de Observadores de la Liga Árabe en Siria, que confirma la existencia de una “Entidad armada”.
Sin embargo, de forma inesperada ni Washington ni la Liga Árabe, que fue la primera en encargar la Misión de Observadores en Siria, han aceptado el informe presentado por la Misión.
¿Por qué? Porque la Misión (que estaba formada por observadores independientes de países de la Liga Árabe) ofrece una valoración equilibrada y objetiva de lo que está ocurriendo sobre el terreno en Siria. No sirve de portavoz a Washington y a los gobiernos de los Estados árabes.
Señala la existencia de una “Entidad armada”; reconoce que “grupos de oposición armados” están envueltos en actos criminales y terroristas.
“En algunas zonas, esta entidad armada reaccionó atacando a las fuerzas de seguridad y a ciudadanos sirios, lo que provocó que el gobierno respondiera con más violencia. Al final, ciudadanos inocentes pagaron con sus vidas y con mutilaciones.
En Homs, Idlib y Hama, la Misión de Observadores fue testigo de actos de violencia cometidos contra las fuerzas del gobierno y contra civiles que provocaron varios muertos y heridos. Ejemplos de estos actos incluyen el bombardeo de un autobús de civiles, lo que ocasionó la muerte a ocho personas e hirió a otras, incluyendo mujeres y niños, y el bombardeo de un tren que transportaba diésel. En otro incidente en Homs estalló un autobús de policía y murieron dos oficiales. También se bombardeó un oleoducto y varios puentes pequeños.
Estos incidentes incluyen el bombardeo de edificios, trenes que transportaban carburante, coches que transportaban diésel y explosiones que tenían por objetivo la policía, miembros de los medios de comunicación y oleoductos. Algunos de estos ataques los llevaron a cabo el Ejército Libre Sirio y otros grupos de oposición armados ”.
Aunque la Misión no identifica a las potencias extranjeras que están detrás de “la entidad armada”, su informe disipa las mentiras e invenciones de los medios de comunicación dominantes utilizadas por Washington para presionar en favor del “cambio de régimen” en Siria.
La Misión de la Liga Árabe también insinúa que altos cargos de Estados de la Liga Árabe han ejercido presión política para que apoyara sin reservas la postura de política de Washington.

Además, también se presionó a la Misión para que confirmara las mentiras e invenciones de los medios de comunicación dominantes, que habían sido utilizados para demonizar al gobierno de Bashar al Assad:
“Algunos observadores faltaron a sus deberes y rompieron su juramento. Se pusieron en contacto con altos cargos de sus países y les ofrecieron un relato exagerado de los acontecimientos. A consecuencia de ello, estos altos cargos hicieron un retrato funesto e infundado de la situación”.
Recientemente la Liga Árabe ha anunciado que la Misión de Observadores se retirará de Siria.

Grupos armados dentro de Siria
Hay amplias pruebas de que Turquía, Israel y Arabia Saudí están apoyando de forma encubierta a los grupos armados, entre los que se incluyen tanto salafistas y milicias afiliadas a al-Qaeda como los Hermanos Musulmanes.

La insurgencia en Siria tiene características similares a la de Libia, lacual estaba apoyada directamente por las Fuerzas Especiales Británicas que operaban desde Bengasi. Fuerzas especiales francesas y británicas que operan desde Turquía están adiestrando a las fuerzas rebeldes Siria.

Según el ex agente de la CIA Philip Giraldi:
La OTAN ya está comprometida clandestinamente en el conflicto sirio y Turquía actúa a la cabeza como representante de Estados Unidos. El ministro de Exteriores de Ankara, Ahmet Davitoglu, ha admitido abiertamente que su país está preparado para invadir [Siria] en cuanto los aliados occidentales lleguen al acuerdo de hacerlo. La intervención se basaría en principios humanitarios, para defender a la población civil basándose en la doctrina de la “responsabilidad de proteger” que se esgrimió para justificar [la intervención en] Libia. Fuentes turcas sugieren que la intervención empezaría con la creación de una zona parachoques a lo largo de la frontera turco-siria y que después se extendería. Alepo, al ciudad más grande y más cosmopolita de Siria, sería la joya de la corona blanco de las fuerzas de liberación.
Aviones de guerra de la OTAN sin distintivos están llegando a bases militares turcas cerca de Iskenderum en la frontera siria y están entregando armas de los arsenales del difunto Muammar Gadafi, lo mismo que [están llegando] voluntarios del Consejo Nacional de Transición libio expertos en hacer frente a voluntarios locales con soldados adiestrandos, una habilidad que adquirieron enfrentándose al ejército de Gadafi. Iskenderum también es la sede del Ejército Libre Sirio, el ala armada del Consejo Nacional Sirio. Adiestradores de las fuerzas especiales francesas y británicas están sobre el terreno asesorando a los rebeldes sirios mientras que [agentes de las] Operaciones Especiales de la CIA y Estados Unidos están suministrando equipamiento de comunicaciones e inteligencia para apoyar a la causa rebelde, lo que permite a los rebeldes evitar las concentraciones de soldados sirios”.
El papel del embajador estadounidense Robert Stephen Ford
El embajador estadounidense Robert Stephen Ford, que llegó a Damasco en enero de 2011, desempeñó un papel fundamental en crear el marco para una insurrección armada en Siria. Como “número dos” en la embajada estadounidense en Bagdad (2004-2005) bajo el mando del embajador John D. Negroponte, Ford desempeñó un papel clave en implementar la “Opción El Salvador Iraq” del Pentágono, que consistía en apoyar a escuadrones de la muerte y a fuerzas paramilitares iraquíes inspiradas en la experiencia en América Central a principios de la década de 1980.
El mandato de Ford en Damasco es para reproducir la “Opción El Salvador” en Siria promoviendo de forma encubierta el desarrollo de la insurrección armada. En este contexto, se culpa de manera informal gobierno sirio de los asesinatos de civiles perpetrados por algunas bandas armadas (apoyadas de forma encubierta por la alianza militar occidental), con lo que se confirma el mandato de Estados Unidos-la OTAN para intervenir “por razones humanitarias”.

Varios informes apuntan al desarrollo de una insurgencia armada en toda regla y bien organizada, adiestrada y equipada por la OTAN y el Alto Mando turco. Según fuentes de la inteligencia israelí:
“El cuartel general de la OTAN en Bruselas y el Alto Mando turco trazan mientras tanto planes para su primer paso en Siria: armar a los rebeldes con armas para luchar contra los tanques y helicópteros que están encabezando la campaña del régimen de Assad contras la disidencia. En vez de repetir el modelo libio de ataques aéreos, los estrategas de la OTAN están pensando más en términos de lanzar grandes cantidades de misiles antitanque y antiaéreos, mortero y armas pesadas sobre los centros de protesta para hacer que se retiren las fuerzas armadas del gobierno (DEBKAfile, “NATO to give rebels anti-tank weapons”, 14 de agosto de 2011).
Una intervención de Estados Unidos-OTAN, que inevitablemente implicaría a Israel, ya está en el tablero del Pentágono. Según fuentes militares y de inteligencia, la OTAN, Turquía y Arabia Saudí han estado discutiendo la forma que adoptaría esta intervención [en Siria]” (ibid).

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