Legisladores iraníes conversan en una sesión del Parlamento en Teherán.
La negativa de Irán de abandonar su programa nuclear ha generado un
clima de tensión internacional.
Roland J. Behar
De Moshe Yaalon puede decirse que es un israelí típico de su
generación, nacido en 1950 en una pequeña población agrícola en las
cercanías de Haifa, Kiryat Haim. Fue llamado al servicio militar
obligatorio a los 18 años, sirvió en una unidad de paracaidistas, de las
consideradas la elite de las Fuerzas de Defensa de Israel. Es
desmovilizado, pero regresa al ejército como reservista durante la
guerra de 1973 y participa en la liberación del Canal de Suez. Es
entonces donde descubre su vocación por lo militar, se forma como
oficial y asciende en su carrera a través del servicio prestado en
diferentes unidades de paracaidistas a los más altos niveles. Regresa a
la universidad y obtiene grados en Camberly College, Inglaterra, y la
Universidad de Haifa. Su educación universitaria, su experiencia
militar, su seriedad e inteligencia le llevan a ocupar la más alta
posición de jefatura en la Inteligencia Militar israelí y luego el de
Jefe del IDF. Hoy es miembro del Knesset, vice primer ministro de Israel
y ministro a cargo de de los asuntos estratégicos del Estado hebreo.
Cuando un hombre de esa experiencia y seriedad demostrada habla, es
sensato escucharle.
Desde hace ya demasiado tiempo los israelíes y sus vecinos viven bajo la perenne amenaza de destrucción que resultaría como consecuencia de la obtención de armas nucleares por parte del régimen de los ayatolas iraníes representados en el gobierno por el impresentable Mahmoud Ahmadinejad. En una conferencia efectuada en Herzliya este pasado 2 de febrero, Yaalon enfatizó el peligro de desconocer la complejidad de la sociedad actual y creer que es posible producir la paz instantánea o la democracia instantánea en el Medio Oriente como resultados de los recientes acontecimientos en el mundo árabe, lo cual puede llevarnos por erróneos derroteros. Asimismo, apuntó que la negativa de los islamistas encabezados por Irán en reconocer el Estado de Israel como un Estado judío y su determinación a existir están basados en la convicción de que Israel existe ilegalmente en tierra sagrada del Islam y, por lo tanto, está llamado a desaparecer. Yaalon dijo que un Irán con capacidades nucleares sería “una pesadilla para el mundo libre, para los países árabes, y para Israel”.
De acuerdo al Jerusalén Post, la comparecencia de Yaalon en la conferencia fue tremendamente aclaratoria al señalar aspectos como la cooperación del actual gobierno de Turquía en la circunvalación de activos iraníes a través su sistema bancario. Otra revelación fue la referente a la planta de fabricación de acero destruida el pasado diciembre, ubicada en Yazd, cerca de Teherán, donde desde hace tiempo se especula sobre la existencia de instalaciones nucleares clandestinas. En efecto, en dicha planta se intentaba fabricar misiles con capacidad nuclear de más de 10,000 kilómetros de trayectoria, que podrían alcanzar varias importantes ciudades norteamericanas.
Según el diario, Yaalon piensa que Irán aún no toma en serio a Occidente y que, aunque saben que existe la capacidad de destruir sus instalaciones nucleares, consideran que no existe la determinación por parte de sus enemigos para hacerlo. Mientras tanto, continúan manipulándonos.
Es conocida la infiltración del gobierno iraní a través de sus agentes de Hezbolá en América Latina, y sus consecuencias con las masacres de la embajada israelí y la mutual Amia en Buenos Aires. Se supone que el reciente periplo de Mahmoud Ahmadinejad por Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Cuba tenga como objetivo incrementar este tipo de actividades contra instituciones judías e israelíes en la región. Yaalon también denunció en la Conferencia de Herzliya la actual coordinación entre Hezbolá y los carteles de la droga mexicana con el objetivo de introducir personal y explosivos en territorio norteamericano.
Otro importante funcionario israelí que participó en la conferencia fue el jefe de la Inteligencia Militar, el mayor general Aviv Kochavi, quien amplió la información con la realidad de que Israel ha tenido que aprender a vivir con más de doscientos mil misiles apuntando a sus ciudades. Kochavi también reveló que Irán posee en este momento aproximadamente 100 kilogramos de uranio enriquecido al 20%, lo cual, según el militar, sería suficiente, luego de enriquecerlo a un 90%, para construir 4 bombas atómicas.
La buena noticia dentro de la negatividad de la situación es que, según el vice primer ministro de Israel, todas las instalaciones iraníes pueden ser golpeadas en un ataque militar y que su experiencia le ha enseñado que “todo lo que los humanos construyen, puede ser destruido por los humanos”. Esperemos que la diplomacia resuelva el problema, pero conforta el saber que, si no queda otro remedio, podemos dar al traste con las ambiciones de nuestros enemigos.
Desde hace ya demasiado tiempo los israelíes y sus vecinos viven bajo la perenne amenaza de destrucción que resultaría como consecuencia de la obtención de armas nucleares por parte del régimen de los ayatolas iraníes representados en el gobierno por el impresentable Mahmoud Ahmadinejad. En una conferencia efectuada en Herzliya este pasado 2 de febrero, Yaalon enfatizó el peligro de desconocer la complejidad de la sociedad actual y creer que es posible producir la paz instantánea o la democracia instantánea en el Medio Oriente como resultados de los recientes acontecimientos en el mundo árabe, lo cual puede llevarnos por erróneos derroteros. Asimismo, apuntó que la negativa de los islamistas encabezados por Irán en reconocer el Estado de Israel como un Estado judío y su determinación a existir están basados en la convicción de que Israel existe ilegalmente en tierra sagrada del Islam y, por lo tanto, está llamado a desaparecer. Yaalon dijo que un Irán con capacidades nucleares sería “una pesadilla para el mundo libre, para los países árabes, y para Israel”.
De acuerdo al Jerusalén Post, la comparecencia de Yaalon en la conferencia fue tremendamente aclaratoria al señalar aspectos como la cooperación del actual gobierno de Turquía en la circunvalación de activos iraníes a través su sistema bancario. Otra revelación fue la referente a la planta de fabricación de acero destruida el pasado diciembre, ubicada en Yazd, cerca de Teherán, donde desde hace tiempo se especula sobre la existencia de instalaciones nucleares clandestinas. En efecto, en dicha planta se intentaba fabricar misiles con capacidad nuclear de más de 10,000 kilómetros de trayectoria, que podrían alcanzar varias importantes ciudades norteamericanas.
Según el diario, Yaalon piensa que Irán aún no toma en serio a Occidente y que, aunque saben que existe la capacidad de destruir sus instalaciones nucleares, consideran que no existe la determinación por parte de sus enemigos para hacerlo. Mientras tanto, continúan manipulándonos.
Es conocida la infiltración del gobierno iraní a través de sus agentes de Hezbolá en América Latina, y sus consecuencias con las masacres de la embajada israelí y la mutual Amia en Buenos Aires. Se supone que el reciente periplo de Mahmoud Ahmadinejad por Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Cuba tenga como objetivo incrementar este tipo de actividades contra instituciones judías e israelíes en la región. Yaalon también denunció en la Conferencia de Herzliya la actual coordinación entre Hezbolá y los carteles de la droga mexicana con el objetivo de introducir personal y explosivos en territorio norteamericano.
Otro importante funcionario israelí que participó en la conferencia fue el jefe de la Inteligencia Militar, el mayor general Aviv Kochavi, quien amplió la información con la realidad de que Israel ha tenido que aprender a vivir con más de doscientos mil misiles apuntando a sus ciudades. Kochavi también reveló que Irán posee en este momento aproximadamente 100 kilogramos de uranio enriquecido al 20%, lo cual, según el militar, sería suficiente, luego de enriquecerlo a un 90%, para construir 4 bombas atómicas.
La buena noticia dentro de la negatividad de la situación es que, según el vice primer ministro de Israel, todas las instalaciones iraníes pueden ser golpeadas en un ataque militar y que su experiencia le ha enseñado que “todo lo que los humanos construyen, puede ser destruido por los humanos”. Esperemos que la diplomacia resuelva el problema, pero conforta el saber que, si no queda otro remedio, podemos dar al traste con las ambiciones de nuestros enemigos.
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