16 febrero, 2012

La agenda internacional ya no es exclusiva de Occidente

Hace unas fechas, en el diario “Hindu”, de Nueva Delhi, se publicaba un artículo sobre el papel que India debía de jugar en el mundo. El autor hacia un canto al nuevo poder hindú, incluso alardeaba de que le sobraban alimentos que podían distribuirse en África. Lo más llamativo era que el fundamento del artículo era el declive de Occidente. No parece probable que cuando el analista redactara su escrito tuviese como referencia “El declive de Occidente” de Oswald Spengler, todos los indicios indican que se refería a la situación actual.

La peligrosa complicidad brasileña con la dictadura cubana

Alfredo Crespo

En efecto, la presencia de la mandataria brasileña, pese a las expectativas que en un primer momento había levantado, supuso finalmente un apoyo para el régimen de los hermanos Castro. El mayor ejemplo de esta tesis es que no se reunió con ningún representante de la oposición.
¿A qué viene jugando Brasil? La etapa final de Lula da Silva en el gobierno se caracterizó por la consolidación de una serie de relaciones contra-natura con socios nada fiables, de entre los que sobresalió Irán, a quien facilitó su penetración en el continente latinoamericano, sin olvidar el apoyo que ofreció a Manuel Zelaya, peón del Chavismo en Centroamérica. Asimismo, bajo el liderazgo en exteriores de Celso Amorim, acrecentó su presencia en el panorama internacional, asumiendo para ello algunas de las credenciales más características de los gobiernos populistas en América Latina.

España, déficit constitucional de libertad de expresión

Antonio José Chinchetru

En España se suele hacer referencia al artículo 20 de la Constitución de 1978 para dejar constancia de que la libertad de expresión está garantizada legalmente. Sin embargo, cabe plantearse si esta idea responde realmente a la realidad. Para ello, puede resultar conveniente hacer un análisis crítico de esa parte de la Carta Magna. Dada la extensión de dicho artículo nos limitaremos a las partes referidas directamente a la libertad de expresión (sin incluir las que se refieren a la libertad de cátedra o de creación artística o científica).

Cuando los presidentes mexicanos lo podían todo... salvo optar a la reelección

HISPANOAMÉRICA

Por Pedro Fernández Barbadillo



Ya se conoce a los tres candidatos que se disputarán el próximo 1 de julio la presidencia de México, el país con más hispanohablantes del mundo: 112 millones. Desde que en 2000 el PRI perdiera el poder, el sistema político mexicano se ha renovado de tal manera que hoy han desaparecido, incluso en ese partido, prácticas y figuras corruptas como el dedazo y el tapado.
La humanidad del siglo XXI será republicana de cabeza, pero es monárquica de corazón. Incluso disponemos en Corea del Norte de una monarquía comunista con todo un linaje. En el México de los revolucionarios, del "¡Abajo los gachupines!" y de las victorias electorales por el 90% de los votos, el presidente, llamado "ciudadano", disponía de un poder insospechado por los reyes visigodos, los califas de Bagdad y los sultanes turcos: el de escoger a su sucesor y coronarlo.

El problema no es el consumo

PIB 2012-02-16

Juan Ramón Rallo 

&quote&quoteEl camino es otro y debe mirar a mucho mayor plazo: necesitamos modificar nuestros patrones de especialización y, para ello, toca reducir el endeudamiento de familias, compañías y bancos; estabilizar las cuentas del Estado; y liberalizar mercados.
Cada trimestre se repite la misma liturgia por parte de ese coro de keynesianos que, según se observa, sólo han leído a medias a Keynes: el PIB cae (o no sube demasiado) por la contracción del consumo y del gasto público. Esta ocasión, claro, no ha sido la excepción. De nuevo oímos que la economía española se encuentra al borde de la recesión porque la gente no consume, de modo que el diagnóstico parece ser bastante sencillo: hay que gastar más.

Rallo contra Keynes

'LOS ERRORES DE LA VIEJA ECONOMÍA'

Por Jesús Huerta de Soto

Me produce un gran placer prologar este libro de mi colega y discípulo Juan Ramón Rallo, doctor en Economía y profesor de la Universidad Rey Juan Carlos. Pese a tratarse de una obra dirigida a criticar el texto más importante del keynesianismo, publicado hace ahora 75 años, sus páginas no pueden estar más de actualidad.
Si bien desde los más variados ámbitos académicos se nos anunció que el keynesianismo había muerto con la estanflación de los 70 y con la contrarrevolución monetarista, lo cierto es que ha bastado una crisis medianamente prolongada para que hayan resucitado con rapidez todas las malas ideas y peores recomendaciones que lanzó Keynes en la Teoría general.

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