03 febrero, 2012

La vida amorosa del Presidente Chávez es un misterio

(Foto La Verdad)
Feo pero arrasador. Feminista, seductor por excelencia, buen halagador. Que el país lleve ocho años sin una primera dama ha pasado desapercibido ante la fogosidad femenina que despierta el presidente Hugo Chávez frente a sus interlocutoras. Frases como: “Chávez, te amo” o “Chávez, quiero darte un hijo” suelen escucharse en las diferentes apariciones públicas del primer mandatario.

Así lo reseñó Nailibeth Parra Carvajal en el diario La Verdad
El hombre, seguro de sí mismo, carente de complejos, astuto y con dotes poéticas, deja una falda alborotada en cada lugar que visita. No es extraña su hazaña, que por donde pasa, mujeres de todas las edades se le abalanzan, lo abrazan y lo besan.
Es el prototipo del hombre latino ideal de las mujeres: habla del macho feo y con mano dura, que cuanto más maltrata, más ama.
En más de una ocasión se ha declarado feminista. Quiere que su sucesora sea una mujer y para él sus féminas son “centauras de la revolución”. Son sin duda su debilidad.

Frente a ellas busca llamar la atención por encima de todo. A la reina de Inglaterra la agarró del brazo y se la llevó a caminar. A Sofía, de España, trató de besarla, al igual que a la ex presidenta de Chile, Michelle Bachelet. También cortejó a personalidades como Patricia Janiot, Cindy Sheehan y Bárbara Walters.
A Hugo Chávez sólo se le conocen dos esposas. La primera, Nancy Colmenares, con quien tuvo tres hijos: Rosa Virginia, María Gabriela y Hugo Rafael. La segunda, Marisabel Rodríguez, la madre de Rosinés.
Pero la lista de “novias” aumenta a medida que el avión presidencial aterrice en terreno nuevo. Sus historias de conquistas abundan y pueden llenar las páginas de varios libros. Se le ha involucrado con modelos, cantantes, ex reinas de belleza, aeromozas y hasta los homosexuales tienen una historia que contar con el mandatario, quien pasó a ser comidilla de la prensa amarillista al besar cariñosamente a un travesti brasileño que frente a él le hizo un paso de samba.
Patito feo
Hugo Chávez creció junto a su hermano Adán en la casa de su abuela paterna. Muchas de sus biografías han coincidido en que la separación temprana de su madre Elena y la influencia de la abuela Rosa Inés fueron determinantes para la formación de la personalidad y el carácter del actual Presidente.
Sus conquistas no fueron tan certeras como ahora. No tenía mucho arrastre con las mujeres. La revista Semana recuerda que sus compañeras de colegio apenas si lo recuerdan como “un muchacho cariñoso y amigable, pero nada más. Según una estudiante de esa época, Hugo era feísimo, era flaquito”.

Fue quizás por su mala racha con el sexo opuesto que dedicó sus días a la Fuerza Armada, que desde su llegada se fijó el propósito de “echarle una vaina a este país”.
Cuando apenas llegaba a los 23 años conoció a Nancy Colmenares, su primera esposa. Semana relata que fue una “ceremonia chiquita, no muy romántica, ya que él se estaba adentrando en la vida militar”.
Vino el golpe de Estado del 4 de febrero y con él sus días de prisionero en el cuartel San Carlos. Se dice que fue allí donde Chávez afinó sus dotes de seductor. “Desde la misma prisión, cuando representantes de diferentes sectores del país comienzan a visitar a los golpistas, él empieza a afinar su destreza extraordinaria para seducir a cualquiera”.
A su salida, dos años después, estuvo dedicado a la campaña presidencial. Pero justo antes de asumir el cargo conoció a la rubia barquisimetana Marisabel Rodríguez, quien para entonces era locutora de radio. Apenas bastaron unos meses de noviazgo y la relación terminó en matrimonio.
Unas declaraciones que ofreció la pareja al diario El Universal revelaron que la primera noche que se citaron, Hugo y Marisabel hicieron el amor dentro de un automóvil y que durante aquella fogosidad concibieron a Rosinés.
La inestabilidad emocional de ambos llevó al fracaso la relación de la pareja cinco años después. Marisabel dijo que eran las escapadas y el odio en el entorno de su marido lo que detonó la separación. Chávez se lo achacó al fuerte temperamento de su pareja. La prensa nacional habló incluso de maltrato físico y psicológico del Presidente hacia su esposa.
Tras su segundo divorcio, la vida amorosa del jefe de Estado pasó casi a la clandestinidad. Unas cuantas faldas se le han atribuido. Dicen que tiene una amante en Ciudad Bolívar, a la que visita en el propio avión presidencial; que mantuvo un romance con la congresista colombiana Piedad Córdoba, que Courtney Love quedó derretida con su presencia y que la mismísima hija de José Vicente Rangel mantiene amoríos con él desde hace un buen rato. Chávez se siente y es todo un galán.
Amores revolucionarios
Herma Marksman. Es la amante más oficial de Chávez. Sus amores duraron diez años, mientras aún estaba casado con Nancy Colmenares. Fue quien presenció la formación ideológica del actual Presidente. “Cuando lo conocí tenía fama de mujeriego. No sé si lo siguió siendo cuando estaba conmigo. Él es un tipo cariñoso, piropeador”, ha detallado la historiadora en entrevistas previas. Quienes conocen a Chávez, sostienen que ella fue a la mujer que más amó. Fue la única que participó activamente en la revuelta militar de 1992. Su relación terminó cuando él estaba en la cárcel: “Noté que le gustaba que lo halagaran, no respetaba a los demás, no escuchaba”. Marksman es hoy una franca opositora de su ex amante.
Naomi Campbell. Con la supermodelo británica lo vincularon en el 2007. Casi toda la prensa nacional e internacional dio por hecho su relación, toda vez que Campbell asistiera a un acto oficialista en Caracas en conmemoración del Instituto Nacional de la Mujer. Allí se vio a la espigada morena en primera fila, siguiendo atentamente el discurso del Presidente entre risas. Días antes, Chávez le había concedido una entrevista a la modelo para la revista GQ. Un par de encuentros entre Naomi y Hugo quedaron al descubierto, y luego ella habló: “El Presidente no es un gorila, es más bien un toro”, “estuve con él varias horas dialogando en un apartamento en la playa que le prestó un amigo. Se portó muy bien conmigo”.
Alicia Castro. Aeromoza argentina y diputada. La relación con Chávez empezó a correr luego que la diplomática fuera nombrada como embajadora del gobierno de Néstor Kirchner en Venezuela, cuando aún estaba casado con Marisabel. “Mi romance es con la revolución, no debemos frivolizar esta relación de dos años que tengo con Hugo Chávez”, dijo Castro mientras explicaba a la prensa nacional los rumores de amoríos.
Ruddy Rodríguez. La supuesta relación con la actriz y ex reina de belleza dio la vuelta al mundo. Luego que ella fuera descubierta por la prensa a su salida de Miraflores, el chisme corrió como pólvora y hasta la lista de invitados a la boda circuló. Evo Morales y Fidel Castro estarían confirmados a la recepción, según los rumores. La declaración indignada, tiempo después, de Rodríguez invalidaron la historia. La actriz dijo que se había reunido con Chávez para tratar temas de su fundación y que él no era su tipo. “Quiero un hombre inteligente, que me deje ser y no sea político. Cuando me insisten con Chávez soy tajante: No lo veo atractivo como hombre.”
María Gabriela, la primera dama
Mientras no haya una esposa oficial, la segunda de sus cuatro hijos funge de primera dama de la República. La hija más política de Chávez es su consentida. Muchos aseveran que es su sucesora. Todos los mandatarios saben de su existencia. Fidel Castro la llama la “heroína” y Álvaro Uribe le dice la “niñita del presidente Chávez”.
María Gabriela Chávez Rodríguez, a sus 29 años, es la más fiel seguidora y defensora del Presidente. Tras el segundo divorcio de Chávez, ella dio un paso al frente en la escena política, acompañándolo en actos locales e internacionales.
Los cercanos al primer mandatario aseguran que la joven está copiando al calco la formación de su padre. Se ha convertido en su alumna predilecta.

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