02 febrero, 2012

¿Merece la pena comprar acciones de Facebook?

¿Merece la pena comprar acciones de Facebook?

FacebookPor Alvaro Vargas Llosa
El mundo financiero y las redes sociales –dos animales que se necesitan cada vez más y se quieren cada vez menos— están en estado de levitación por la salida a Bolsa de Facebook, cuyos trámites acaban de iniciarse y que se hará realidad dentro de pocos meses. Se habla intensamente de una venta inicial de unos 5 mil millones de dólares que pueden convertirse en 10 mil millones. Ello supondría valorar a la empresa en unos 100 mil millones de dólares en total. Esto convertiría en millonarios a más de mil empleados.

La pregunta que nos hacemos los que nos hacemos estas preguntas es: ¿comprar o no comprar? Mi modesta sugerencia (no acabo de escribir estas líneas y ya me estoy parapetando debajo de la mesa) es no comprar. No porque no crea que la empresa vale los 100 mil millones sino porque no los vale en este momento y no tengo, a estas alturas, razonables indicios de que los valga en el futuro.
El momento para comprar Facebook era cuando se iniciaba o estaba en etapa de crecimiento veloz y era posible adquirir sus acciones por precios interesantes. No había que ser multimillonario para ello: aunque no era fácil, había servicios como secondmarket.com que permitían conseguir acciones en el mercado privado. Si tenías la suerte de ser cliente de Goldman Sachs y no eras estadounidense, en 2010 el banco de inversión te las ofrecía también, aunque en ese caso tenías que tener bolsillos más poblados. Y no descarto que algún día resulte atractivo comprar acciones de Facebook en Bolsa, sólo que tendrá que ser cuando el precio, que con toda seguridad será excesivo en un primer momento, baje de la estratosfera a la realidad.
Hasta donde podemos saberlo –y las empresas que no cotizan en Bolsa pueden esconder su información financiera sin grandes problemas—, el gigante de las redes sociales ingresa, gracias a sus 844 millones de usuarios y lo que eso significa en ventas de publicidad o en comisiones por comerciar música y juegos, cerca de 4 mil millones de dólares al año. Sus ganancias netas, según el documento presentado por Facebook al regulador, fueron unos mil millones de dólares el año pasado. Quiere decir que si, al momento de salir a Bolsa y como todos dan por descontado, la valoración de Facebook se sitúa en cerca de 100 mil millones de dólares, lo que el comprador despistado estará adquiriendo es un papel (es un decir) que le habrá costado más de 100 veces lo que ese papel le da derecho a considerar suyo: el porcentaje de las ganancias totales de la empresa que le corresponden.
¿Qué significa pagar más de 100 veces las ganancias? Sencillamente, que si Facebook siguiera ganando en el futuro lo mismo que ahora (siempre en el supuesto de que los números sean acertados, algo imposible de saberse hasta que Facebook cotice en el mercado y sus cuentas se vuelvan transparentes), un accionista tardaría más de 100 años en recuperar su dinero. Nadie en su sano juicio apuesta a que una empresa tarde 100 años en devolverle su inversión. Quien compra a esos precios lo hace porque está convencido/a de una de dos cosas: o que habrá un idiota dispuesto pagarle todavía más por sus acciones relativamente pronto, o que las ganancias de la empresa crecerán tanto en los próximos años que el precio pagado originalmente habrá sido conservador.
No descarto que esto ocurra. Es frecuente que haya alguien más idiota que uno dispuesto a redimirlo a uno de su idiotez, superándola. Y hay casos como el de Google, que en 2004 salió a Bolsa con una valoración de 23 mil millones de dólares y al momento de escribir yo estas líneas vale más de 180 mil millones. Pero también hay muchos otros casos en sentido contrario, empezando por AOL y Yahoo, cuyas valoraciones originales el tiempo no ha justificado en el largo plazo.
Con más de 800 millones de usuarios y más del 70 por ciento del mercado bajo su control, ¿tiene Facebook campo para crecer tanto como para que se justifique pagar más de 100 veces sus beneficios? Y si la expectativa no está relacionada con el aumento del número de usuarios sino con el de sus ingresos por publicidad sobre la base actual, ¿tenemos suficiente garantía de que está blindada frente a la competencia como para que podamos pronosticar con mucha seguridad que durante muchos años más será tan dominante que los anunciantes se verán obligados a gastar cada vez más dinero en ella?
Otra consideración: las empresas con mayor valoración bursátil del mundo sólo valen dos o tres veces más de lo que valdrá facebook en su primer día en el parqué si su capitalización alcanza, en efecto, los 100 mil millones de dólares. Y esas empresas, entre las cuales está Microsoft, que vale apenas dos veces y pico más de lo que valdría Facebook, no sólo han tardado mucho tiempo en situarse allí, sino que cotizan, valiendo lo que valen, a muchas veces menos beneficios de lo que cotizaría Facebook.
Dicho esto, tiene todo el sentido del mundo para quienes poseen hoy acciones de Facebook y trabajan en la compañía, empezando por Mark Zuckerberg, salir a Bolsa y hacerse super ricos con ello. Yo haría lo mismo en su lugar. Por lo pronto, las leyes americanas obligan a salir a Bolsa cuando una empresa tiene un cierto nivel de ingresos y cuando suma 500 accionistas. Pero también es cierto que buena parte de quienes apostaron a Facebook desde el inicio lo hicieron con la expectativa de ver el valor de sus acciones multiplicarse exponencialmente mediante la salida a Bolsa. Los accionistas grandes y pequeños vinculados a la epopeya tecnológica iniciada por Zuckerberg tienen todo el derecho de querer cobrar por su temprana apuesta.  Sobre todo si hay tanto incauto dispuesto a pagar más de 100 veces beneficios.

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