Logra parar el gran alza de Rick Santorum registrada en las últimas semanas en la carrera por la candidatura republicana para las presidenciales
Mitt
Romney venció esta madrugada en las primarias de Michigan y de Arizona,
con lo que recupera el pulso de cara al «supermartes» de la próxima
semana, cuando se votará en otros diez estados, con el reparto de 437
delegados. Ganando con rotundidad en Arizona y de manera más justada en Michigan,
aunque no tan cerrada como predecían los sondeos, Romney logró parar el
gran alza de Rick Santorum registrada en las últimas semanas. Una
derrota en Michigan, su estado natal y donde su padre fue gobernador, le
habría complicado seriamente las primarias.
En Michigan, Romney se impuso con el 41% de los votos, frente al 38% de Santorum, el 12% de Ron Paul y el 7% de Newt Gingrich. En Arizona, los cuatro candidatos obtuvieron 48%,
26%, 16% y 8%, respectivamente. Para hoy, además, está previsto el
anuncio de los caucus celebrados los últimos días en Wyoming, donde
también se proyecta una victoria de Romney. De esta manera, el reparto
de delegados otorgará al exgobernador de Massachusetts unos 170
representantes, frente a la cincuentena de Santorum. Romney está lejos
aún de los 1.140 necesarios para la nominación, aunque puede dar un
salto el «supermartes».
Pese
a no vencer en Michigan, por más que encabezó el recuento durante
cierto tiempo, Santorum demostró que es capaz de vencer en un gran
estado industrial. Su objetivo el «supermartes» será Ohio, clave en todo
proceso electoral porque determina la orientación política del país.
Por su parte, Gingrich buscará una victoria al menos en su estado de
Georgia.
Nada cerrado
El
ajustado resultado en Michigan proyecta un estado de opinión aún
indeciso del mapa político estadounidense, no solo por lo que afecta a
los republicanos, sino también de cara a las presidenciales de
noviembre.
El
hecho de que Michigan haya sido el primer estado industrial en celebrar
primarias, con un sector tan importante para el país como el del
automóvil, y la posibilidad que tenían los demócratas que lo desearan de
pronunciarse sobre la carrera entre Romney y Santorum, daba ayer a la
votación una dimensión más general. ¿Decidirá las elecciones la situación económica o
lo harán las cuestiones sociales (aborto, anticonceptivos, matrimonio
homosexual) que tanto han centrado hasta ahora la campaña republicana,
al menos la reflejada por los medios?
Romney
es consciente de que no puede competir con Santorum en ver cuál de los
dos es más socialconservador, sin que además dañe el necesario regreso
al centro una vez ganada la nominación. Además, el equipo de Romney
concluye que lo que más le preocupa a la sociedad estadounidense es la
crisis económica.
Aunque
Santorum también cree que la economía es una prioridad, apuesta en
cambio por denunciar lo que considera excesivas regulaciones del
Gobierno sobre el individuo en cuestiones morales. Ni uno ni otro
parecen haber sintonizado claramente con las aspiraciones de las bases
republicanas, intranquilas por no encontrar la ideal alternativa a
Obama.
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