Se avecinan malos tiempos en Occidente... (y algunos parece que se lo están oliendo)

James Cameron, el productor de Hollywood responsable de éxitos de taquilla como Terminator, Titanic y Avatar, se estaría preparando para quitarse de en medio. Si bien el paso dado por el canadiense Cameron inicialmente puede ser percibido como un rechazo o una denuncia contra las políticas y los ideales estadounidenses, Cameron, que ha hecho donaciones de campaña para el Partido Demócrata en el pasado, especialmente durante las elecciones presidenciales de 2004, donde apoyó al demócrata John Kerry, pueden tener motivaciones ulteriores, como lo demuestra a donde está pensando mudarse y lo que está pensando hacer una vez que llegue allí.

De vez en cuando es bueno echar un vistazo a lo que hacen los que están bien conectados. Este puede ser uno de esos momentos:

Cameron ha solicitado con éxito comprar 1.067 hectáreas (2.636 acres) de tierras de cultivo en Nueva Zelanda. En una solicitud presentada a la Oficina de Inversiones de Nueva Zelanda en el extranjero, Cameron dice que él y su familia tienen "la intención de residir indefinidamente en Nueva Zelanda y que la adquisición de la propiedad será para residencia y para funcionar como una granja de trabajo."

Fuente: Associated Press, a través de Matt Drudge.

Como hemos descrito en otras ocasiones, las tierras de cultivo son uno de los activos físicos más importantes que es razonable mantener en caso de una gran crisis, como estarás fuera de las áreas metropolitanas densamente pobladas, tendrás la capacidad de producir tus propios alimentos, generar tu propia energía, y, más que el urbanita y sus homólogos suburbanos, te mantendrás alejado del caos que se producirá durante una gran agitación.

James Maolone, de Liberty Media, al igual que el director James Cameron, también ha buscado refugio fuera de las grandes ciudades en su rancho en la frontera de Quebec, lo que permite a él y a su familia una inmediata salida internacional en caso de una emergencia. Otra señal de la élite es que los grandes patrimonios y gestores de inversiones están comprando y acumulando metales preciosos, lo que en nuestra humilde opinión, es un importante indicador de que los grandes inversores se están preparando para una pérdida de confianza en la estabilidad de los sistemas mundiales económicos, monetarios, financieros y / o políticos.

El congresista Roscoe Bartlett advirtió recientemente que los que puedan, deberían llevarse a sus familias de la ciudad, y que hay preocupación por el aumento de los disturbios derivados del movimiento Ocupar Wall Street.

La teoría de que los miembros de la élite de la sociedad saben que algo está mal se ve reforzada por los comentarios como los del financiero George Soros, quien declaró públicamente en una entrevista reciente con la revista Newsweek que espera violentos disturbios en las calles de Estados Unidos en los próximos meses y años.

Por otra parte, tenemos a las agencias federales y los departamentos locales de policía activando la formación para conflictos urbanos, y el Pentágono ha ensayado escenarios de guerra urbana que incluyen en grandes crisis económicas y disturbios civiles.

Los relatos publicados durante los últimos años apuntan a un creciente consenso entre los líderes de negocios de la elite, los políticos y los generales del ejército de que nos dirigimos a una situación que es totalmente impredecible. Ellos saben que el sistema está al borde, lo han dicho en repetidas ocasiones, y están tomando activamente medidas para gestionar una crisis, si alguna vez se llegara a eso.

A falta de que los medios de comunicación y difusión le digan al pueblo estadounidense que el sistema está a punto de desestabilizarse y que se espera nada menos que un colapso total y un caos, leer entre líneas y vea las acciones de aquellos que están interconectados con las estructuras del poder y el dinero sobre el que está construído el sistema, será nuestra única señal de advertencia para los tiempos difíciles que se avecinan en el futuro cercano.

El mensaje es fuerte y claro. ¿Estás escuchando?