03 marzo, 2012

'Biófilo'

'Biófilo'

Por Plinio Apuleyo Mendoza
El Tiempo, Bogotá
Pese a que vivimos en un país propenso a la locura, nunca llegué a imaginar que una mañana cruzaría un glacial patio de cemento y tenebrosos pasillos de piedra para encontrar detenido, en el búnker de la Fiscalía, a Felipe Alejandro Salazar, alias 'Biófilo'.
Esperaba, al contrario, que quienes en el exterior hemos librado batallas contra la desinformación sobre Colombia propagada por los amigos de las Farc podíamos llevarlo un día a Europa con ayuda del Gobierno para que en foros y universidades refiriera la vida que llevó dentro de la guerrilla y la manera como esa realidad derrumbó sus sueños. Felipe es un excelente expositor y lo que cuenta respira honestidad.

He contado alguna vez en este diario su historia, la manera como creció en Ibagué, su tierra natal, con una madre pintora y un padre amigo de los libros; el embrujo que produjeron en él las lecturas de Marx; sus años en la Universidad Nacional tras el sueño de ser un día profesor universitario; la manera como fue captado por la Juco (Juventud Comunista) y luego por el propio 'Alfonso Cano' para convertirlo en agente secreto del PC3 (Partido Comunista Clandestino) y conferirle misiones políticas en Bogotá.
También referí cómo al cabo de un cierto tiempo, por razones de seguridad, fue obligado a quedarse en el monte para dar clases de adoctrinamiento a los guerrilleros, y cómo ese largo convivir con la guerrilla derrumbó para siempre sus sueños revolucionarios. No podía admitir lo que veía: secuestros, reclutamiento forzado de niños, muchachas obligadas a abortar, maltratos y condenas a muerte por fallas disciplinarias a tiempo que los comandantes y sus mujeres, dueños del dinero del narcotráfico, tenían toda suerte de privilegios.
He contado también cómo fue real su desmovilización con los 30 compañeros que con él formaban parte de la compañía móvil 'Cacica Gaitana'. Pero sin que él pudiera evitarlo, correspondió a 'Olivo' y Álvaro Saldaña, convertidos en inevitables intermediarios de su entrega, la introducción de 20 falsos desmovilizados. Nada supo de ello Luis Carlos Restrepo, ni nada pudo contarle 'Biófilo' por teléfono la víspera de su llega a La Tebaida. De esa trampa, financiada por narcos, él no es culpable ni cómplice. Todo lo contrario: siempre la impugnó.
Me parece que el fiscal y la juez que le dictó medida de aseguramiento han pasado por alto esa realidad y los grandes servicios prestados por Felipe como desmovilizado. Le han implicado, por cierto, riesgos mortales. Fue él quien reveló la relación Eta-Farc, la manera como los etarras entrenaron a los guerrilleros colombianos en el uso de explosivos activados mediante celulares y cómo estuvieron a punto de asesinar en Madrid a Andrés Pastrana y a Francisco Santos. (De tal atentado se salvaron gracias a las pistas que dio Felipe). Sus informes permitieron también conocer las relaciones de las Farc con el famoso traficante de armas Víctor Bout.
También el fiscal y la juez que ordenó su detención pasaron por alto -o ignoran- que la revelación de las estructuras clandestinas de las Farc en el campo político y judicial del país fueron hechas por Felipe en conferencias dictadas en la Escuela Superior de Guerra, en foros de Semana, en universidades como el Rosario y la Sergio Arboleda o en talleres organizados por la Konrad Adenauer.
Por obra de esa valerosa tarea, Felipe ha sido condenado a muerte por las Farc. Lo hubiesen matado fácilmente, si no tuviesen el empeño de secuestrarlo y fusilarlo a la vista de los guerrilleros. Se ha salvado de dos atentados fallidos con tal fin. Hace tiempos que ha debido ser enviado al exterior para proteger su vida. En vez de ello, se le detiene como si fuese cómplice de una falsa desmovilización. ¿No estaremos en un país loco?

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