14 marzo, 2012

Ecuador, "régimen de temor"

SEGÚN EL HERMANO DE CORREA

Rafael Correa parece haber encontrado a su más férreo opositor: su hermano mayor Fabricio. Éste dice que Ecuador "vive un régimen de temor".

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Fabricio Correa, hermano mayor del presidente de Ecuador. | EFE
 
Martín Higueras / Iberoamérica 
Fabricio Correa ha sonado mucho últimamente. Primero por su protagonismo en el libro El gran hermano de los periodistas, primero condenados y después "perdonados", Juan Carlos Calderón y Christian Zurita, y después porque ha presentado las firmas necesarias para inscribir a su partido político y así poder presentarse como candidato a la presidencia en las elecciones del 20 de enero de 2013 en las que se enfrentaría a su propio hermano.

Robespierre y el culto a la violencia revolucionaria

FRANCIA

Por Jorge Vilches

La defensa de Robespierre, de sus ideas y gobierno, se mantiene entre cierta izquierda, que quiere ver una continuidad entre aquel revolucionario y Lenin o el Che Guevara.
Para sus defensores, Robespierre significa la revolución legítima, el Terror justificado, la liquidación social necesaria. Porque hay momentos en la Historia, dicen, en que la violencia es una obligación, una imposición de los tiempos para derribar las estructuras que sirve para el progreso de la civilización.

Trotsky, Stalin y Lenin: el Bueno, el Malo y el Feo

MITOS DE LA REVOLUCIÓN RUSA

Por Mauricio Rojas

Toda revolución tiene su mitología. La de la rusa se construyó sobre tres grandes caracteres: Trotsky, el Bueno; Stalin, el Malo, y Lenin, el Feo. Los tres son falsos y no permiten entender la verdadera dinámica que llevó a la creación del primer Estado totalitario. Pero también es falsa la idea misma del drama en que participaron: la así llamada Revolución de Octubre nunca ocurrió.
La noche del 24 al 25 de octubre (según el calendario juliano) de 1917, las tropas de asalto de la Guardia Roja bolchevique tomaron el poder en las principales ciudades de Rusia. Se llevaba así a los hechos la voluntad de Lenin, que desde septiembre venía planteado la necesidad de dar un golpe de estado aprovechando el caos reinante. Su argumento era tajante: si 130.000 terratenientes habían podido gobernar sobre 150 millones de personas en tiempos del zarismo, bien podrían hacer lo propio 240.000 comunistas disciplinados, armados y decididos a todo.

Trabajar gratis

Con el mercado casi cerrado a la gente joven (por la recesión, la regulación, las leyes de trabajo “infantil” y las horribles leyes del salario mínimo) me gustaría proponer lo inimaginable: la gente joven debería trabajar gratis donde pueda y siempre que pueda. El objetivo es obtener una buena reputación y obtener una buena recomendación. Una persona que te dé unas buenas referencias vale su peso en oro y sin duda mucho más del dinero que puedas obtener de otra forma.

Una sociedad de criminales

Autor:
Recientemente una amiga mía se quejaba acerca de una racha de robos que se habían producido cerca de su casa nueva. Habían robado hacía unas semanas en una casa en su misma calle y a su vecino le habían robado poco después. En este último caso, los ladrones se habían llevado un gran televisor de plasma y un ordenador portátil, aparentemente saliendo de la casa a plena luz del día.

Estatismo a izquierda, derecha y centro

“Izquierda”, “derecha” y “centro” se hacen cada vez categorías con menos sentido. Los libertarios saben que su credo puede atraer y atrae a gente de todas partes del viejo y obsoleto espectro ideológico. Como defensores coherentes de la libertad individual en todos los aspectos de la vida, podemos atraer a los progresistas por nuestra devoción por la libertad civil y una política exterior no intervencionista y a los conservadores por nuestra defensa de los derechos de propiedad y el libre mercado.

Los “derechos humanos” como derechos de propiedad

Los progresistas generalmente quieren preservar el concepto de “derechos” para derechos “humanos” como la libertad de expresión, al tiempo que niegan el concepto de propiedad privada.[1] Y aún así, por el contrario, el concepto de “derechos” sólo tiene sentido como derechos de propiedad. Pues no sólo no hay derechos humanos que no sean derechos de propiedad, sino que los primeros pierden su absolutismo y claridad, y se convierten en difusos y vulnerables cuando los derechos de propiedad no se usan como patrón.
En primer lugar, hay dos sentidos en los que los derechos de propiedad son idénticos a los derechos humanos: uno, en que la propiedad sólo puede atribuirse a humanos, y segundo, en que el derecho de la persona a su propio cuerpo, su libertad personal, es un derecho de propiedad a su propia persona, así como un “derecho humano”. Pero lo más importante para esta explicación es que los derechos humanos, cuando no se exponen en forma de derechos de propiedad, resultan ser vagos y contradictorios, haciendo que los progresistas debiliten esos derechos en nombre de la “policía pública” o del “bien público”. Como escribí en otra obra:

Libertarismo en una sola frase

David Bergland ofreció una vez el Libertarismo en una lección. Me gustaría ofrecer el libertarismo en una sola frase. La formulación más concisa del libertarismo que se me ocurre es la siguiente:

La indefendible representación política

Los Principios del Comando Legitimo

Tom Hanks y Passepartout son los dos únicos habitantes de una isla del Pacífico. Ninguno está al tanto de la existencia del otro, hasta que un buen día, se encuentran. Lo que sucede luego, es digno de ser analizado. ¿Se saludaran amablemente y se dedicaran a sus respectivos quehaceres? ¿Acordaran cooperar para su mutuo beneficio? ¿Pelearán? ¿Quién podría saberlo? Sin embargo, podemos estar razonablemente seguros en suponer que si Hanks fuese a comandar a Passepartout al son de “empuje esa barcaza y levante ese fardo” (“¡Tote dat barge! ¡Lif’ dat bale!”, estrofa de Ol’ Man River) o le demandara a Passepartout abandonar el vil hábito de tomar jugo de coco mientras come pescado, o le insistiera para que cooperara con él en las tareas de caza y pesca, o se abstuviera de trabajar los Domingos –en breve, si Hanks intentara de alguna manera que Passepartout obedeciera sus órdenes, Passepartout, creo, con justa causa se resentiría, y probablemente resistiría tales medidas. Por supuesto lo mismo sucedería si se invirtieran los roles, si Passepartout asumiera el rol de pretendido comandante.

El sistema tributario es un robo

La Enciclopedia Británica define el sistema tributario como “la parte de los ingresos de un estado que se obtiene por cuotas y cargas obligatorias a sus sujetos”. Es casi tan adecuada y concisa como puede ser una definición: no deja espacio para discutir qué es un sistema tributario. En esa exposición de los hechos, domina la palabra “obligatorias”, sencillamente por su contenido ético. La reacción inmediata es preguntarse el “derecho” del Estado a este uso del poder. ¿Qué permiso, en términos morales, aduce el Estado para apoderarse de propiedades? ¿Es su ejercicio de la soberanía suficiente por sí mismo?
En esta cuestión de la moralidad hay dos posiciones que nunca pueden reconciliarse. Aquéllos que sostienen que las instituciones políticas provienen de la “naturaleza del hombre”, disfrutando así de una divinidad indirecta, o aquéllos que consideran al Estado como la piedra angular de la integración social, no encuentran ningún problema en el sistema tributario per se: la toma de propiedades por el Estado se justifica por su existencia o sus resultados benéficos. Por el contrario, quienes sostienen la primacía del individuo, cuya misma existencia es su justificación de derechos inalienables, se inclina por la postura de que en la obtención obligada de cuotas y cargas el Estado está meramente ejerciendo su poder, sin consideraciones morales.
El presente estudio sobre el sistema tributario empieza en la segunda de estas posiciones. Es tan parcial como sería un estudio que empezara con la postura igualmente no probada de que el Estado es una institución natural o socialmente necesaria. La objetividad completa desaparece cuando un postulado ético es la premisa mayor de un argumento, y una discusión sobre la naturaleza del sistema tributario no puede excluir los valores.

Si una economía pura de mercado es tan buena, ¿por qué no existe?

Si una economía pura de mercado es tan buena, ¿por qué no existe? Si los gobiernos son tan malos ¿por qué son predominantes hoy en todo el mundo? En realidad, ¿se va a producir alguna vez una adopción extendida de los mercados libres?
Muchos autores recientes, incluyendo a Tyler Cowen,[1] Cowen y Daniel Sutter,[2] Randall G. Holcombe[3] y Andrew Rutten[4], cuestionan la viabilidad de una sociedad libertaria pura.[5] Mantienen que un sistema así no puede aparecer o mantenerse porque siempre existirán tanto el incentivo como la capacidad de usar la fuerza contra otros. Estos autores ofrecen varias razones por las que, incluso si una sociedad empezara en un mundo libertario perfecto sin estados (como defienden Murray Rothbard y otros),[6] los grupos en competencia acabarían formando un gobierno coactivo.

La crítica del marxismo de la escuela austriaca

Se establecieron repúblicas consejo en Hungría y Baviera de acuerdo con el modelo soviético ruso poco después de la Primera Guerra Mundial. Se produjeron violentas revueltas en muchos lugares de Alemania. Viena también estaba dominada por esta atmósfera revolucionaria, que los círculos de clase media abrazaron con calculado oportunismo. Ludwig von Mises, que en ese momento era funcionario en la cámara de comercio de la Baja Austria, recordaba lo siguiente:

EEUU: consecuencias de la subida del crudo


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La Reserva Federal parece estar bastante preocupada por la subida de precios de petróleo. El mismo Bernanke anunciaba hace unos días que se espera una subida de la inflación en el corto plazo debido al encarecimiento del crudo experimentado en el último mes. Y es que después de meses luchando contra la desaceleración global, la crisis de deuda europea, etc., un nuevo riesgo acecha a una más recuperada economía americana: la subida del precio del crudo. Por tanto, ¿cómo puede afectar el incremento del precio del petróleo a la economía estadounidense en este año electoral?

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