Nos habían dicho que “casi, casi” lo agarran en Los Cabos, pero no dieron más detalle y nos dejaron con las ganas de saber...
Yuriria Sierra
Ni para qué detallar el desquicio que
ayer caminó por las calles de la Ciudad de México. De nuevo los
maestros y su tendencia a la comodidad. ¿Como por qué alguien vendría a
evaluar su desempeño y, sobre todo, preparación, si ellos pueden tomar
las calles para proteger su tesoro, como, pareciera, consideran sus
respectivas plazas? Ya habíamos visto en el documental de Carlos Loret de Mola y Juan Carlos Rulfo, ¡De panzazo!,
aquello en que se convirtió uno de los sindicatos más grandes, y
políticamente más poderosos del país, gracias a los tejemanejes de Elba Esther Gordillo.
Y ella es quien figura en la única de las sensatas peticiones del grupo de maestros que salen a las calles, piden su salida, aunque es algo que vemos complicado, y así lo dejó ver en la entrevista que se reveló el fin de semana pasado y que publicó el diario español El País, donde se lee a una líder vitalicia del SNTE tal como la conocemos, con todo y sus intentos, poco exitosos, de mostrarse con buena voluntad: “Sí es cierto, me dolió ¡De Panzazo! Si eso querían, lo lograron. Sólo una cosa no van a lograr: destruir al SNTE y hacer de la educación pública un negocio de otros...” Y es que ése, sabemos, es negocio sólo suyo...
Pero no sólo es el SNTE, sino también la Coordinadora, la CNTE, cuyos miembros ayer dejaron las aulas y salieron a las calles para defender lo que a todas luces es una de las más irracionales e insensatas peticiones: la cancelación de la Alianza por la Calidad Educativa y la evaluación universal. Que nadie los toque ni los evalúe, que nadie les cuestione nada, y menos aquello que pueda hacerlos perder sus privilegios. ¿Y la educación? ¡Qué importa! Si el país ha podido medio funcionar por años sin necesidad de reformas educativas y mucho menos con evaluaciones cuya finalidad es calificar la preparación de los maestros en cuyas manos están las próximas generaciones de mexicanos.
Mucha Sangre. Y tres días otra vez en titulares: Joaquín El Chapo Guzmán. Ya nos habían dicho que “casi, casi” lo agarran en Los Cabos, pero no dieron más detalle y nos dejaron con las ganas de saber sobre el casi exitoso operativo. Pero Cuitláhuac Salinas, de la SIEDO, no pudo más con el secreto, y declaró que no hubo captura por culpa de San Andrés, ése que llega cada mes.
Mire usted, resulta que, y según lo confesó Salinas (el titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, no piense mal), el Chapo habría contratado los servicios de una sexoservidora con quien se encontraría en una casa de aquella ciudad de Baja California Sur, pero no se concretó el servicio por el que fue llamada la chica porque estaba “en sus días”, así que el Chapo le dio las gracias y se fue... y sí, la autoridad se quedó con las ganas de agarrarlo, ya no sabemos si con las manos en la masa, pero al menos la captura no se logró. Una fuga, sí, con mucha sangre de por medio. O como me decían en Twitter: “el aparato reproductivo de una fémina resultó más eficaz que el aparato de inteligencia de la PGR”.... Así pues, a partir de este episodio, que no nos extrañe si muchos narcos empezarán a encomendarse ya no a Malverde, sino a San Andrés (ése, el que llega cada mes).
Y ella es quien figura en la única de las sensatas peticiones del grupo de maestros que salen a las calles, piden su salida, aunque es algo que vemos complicado, y así lo dejó ver en la entrevista que se reveló el fin de semana pasado y que publicó el diario español El País, donde se lee a una líder vitalicia del SNTE tal como la conocemos, con todo y sus intentos, poco exitosos, de mostrarse con buena voluntad: “Sí es cierto, me dolió ¡De Panzazo! Si eso querían, lo lograron. Sólo una cosa no van a lograr: destruir al SNTE y hacer de la educación pública un negocio de otros...” Y es que ése, sabemos, es negocio sólo suyo...
Pero no sólo es el SNTE, sino también la Coordinadora, la CNTE, cuyos miembros ayer dejaron las aulas y salieron a las calles para defender lo que a todas luces es una de las más irracionales e insensatas peticiones: la cancelación de la Alianza por la Calidad Educativa y la evaluación universal. Que nadie los toque ni los evalúe, que nadie les cuestione nada, y menos aquello que pueda hacerlos perder sus privilegios. ¿Y la educación? ¡Qué importa! Si el país ha podido medio funcionar por años sin necesidad de reformas educativas y mucho menos con evaluaciones cuya finalidad es calificar la preparación de los maestros en cuyas manos están las próximas generaciones de mexicanos.
Mucha Sangre. Y tres días otra vez en titulares: Joaquín El Chapo Guzmán. Ya nos habían dicho que “casi, casi” lo agarran en Los Cabos, pero no dieron más detalle y nos dejaron con las ganas de saber sobre el casi exitoso operativo. Pero Cuitláhuac Salinas, de la SIEDO, no pudo más con el secreto, y declaró que no hubo captura por culpa de San Andrés, ése que llega cada mes.
Mire usted, resulta que, y según lo confesó Salinas (el titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, no piense mal), el Chapo habría contratado los servicios de una sexoservidora con quien se encontraría en una casa de aquella ciudad de Baja California Sur, pero no se concretó el servicio por el que fue llamada la chica porque estaba “en sus días”, así que el Chapo le dio las gracias y se fue... y sí, la autoridad se quedó con las ganas de agarrarlo, ya no sabemos si con las manos en la masa, pero al menos la captura no se logró. Una fuga, sí, con mucha sangre de por medio. O como me decían en Twitter: “el aparato reproductivo de una fémina resultó más eficaz que el aparato de inteligencia de la PGR”.... Así pues, a partir de este episodio, que no nos extrañe si muchos narcos empezarán a encomendarse ya no a Malverde, sino a San Andrés (ése, el que llega cada mes).
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