“Estas elecciones fueron un atropello a los nicaragüenses y causa de justa indignación de la población”
Diversas organizaciones de la Sociedad Civil y de Derechos Humanos
desconocieron este lunes, a través de una nota de prensa, el resultado
de las elecciones presidenciales efectuadas el pasado domingo 6 de
noviembre en Nicaragua, por considerar que la “voluntad popular
(expresada en las urnas) fue violentada por el Presidente de la
República a través de su control absoluto sobre el Consejo Supremo
Electoral de facto”.
El Movimiento por Nicaragua, una de las organizaciones firmantes de
la declaración de rechazo, destaca las múltiples denuncias de anomalías y
violaciones a la Ley Electoral en centenares de centros de votación a
lo largo y ancho del país, tanto en zonas urbanas como rurales.
“Las denuncias recibidas fueron corroboradas por miembros de nuestras
organizaciones, incluyendo las organizaciones de observación electoral
nacionales, por lo que están plenamente fundamentadas: La negativa a la
acreditación de observadores nacionales, la manipulación de las boletas
electorales con la predeterminación del número de seguridad y la falta
de recuento inicial y final de las boletas, La NO ACREDITACIÓN de
FISCALES en centenares de JRV, la expulsión sistemáticas de Fiscales,
las limitaciones al ingreso a las JRV a la Observación electoral
internacional, la obstrucción al derecho a votar por intimidación
partidaria y arbitrariedades en las JRV; cierre temprano de JRV; y la no
presentación de Actas de Cierre en JRV; y las limitaciones al trabajo
de prensa. Estas condiciones ilegales generaron en muchos puntos del
país actos de rebeldía que fueron reprimidos por grupos de choque y
miembros de la Policía Nacional.
Ante el proceso electoral:
Respetamos la decisión de un sector de la población de apoyar con su
voto al partido de gobierno, porque es un derecho ciudadano. Sin
embargo, no podemos aceptar que se haya violentado el derecho ciudadano a
votar en igualdad de condiciones.
Reiteramos que el proceso electoral, aunque estuvo plagado de
ilegalidades desde el inicio, representaba una oportunidad para resolver
los problemas políticos, sociales y económicos por la vía cívica. El
pueblo de Nicaragua mostró su voluntad de paz acudiendo a las urnas y
defendiendo su voto a través de movilización y la denuncia pública. Pero
esta voluntad fue violentada por el Presidente de la República a través
de su control absoluto sobre el Consejo Supremo Electoral de facto
NO RECONOCEMOS ESTAS ELECCIONES NACIONALES; la forma en que se desarrollaron estas elecciones fue un atropello a los nicaragüenses y ha provocado una justa indignación.
ESTA SITUACIÓN ES INACEPTABLE. Hacemos un llamado a
los partidos políticos a no legitimar este proceso fraudulento. Y a los
Observadores Internacionales a evaluar este proceso conforme a los
estándares internacionales mínimos para un proceso electoral.
DEMANDAMOS un nuevo proceso electoral en condiciones
de libertad y transparencia, dirigido por funcionarios honestos y
respetuosos de la Constitución y con Observadores Electorales Nacionales
e Internacionales acreditados en tiempo y forma.
Por lo tanto, hacemos un llamado a la ciudadanía nicaragüense a
mantenerse FIRME, ORGANIZARSE, MANIFESTARSE y NO DEJARSE INTIMIDAR EN LA
DEFENSA DE SUS DERECHOS.
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