Según un general, Bin Laden fue víctima de complot entre Al Qaeda y una de sus esposas para entregarlo a los estadounidenses
AFP y EFE / Fotos: EspecialShaukat Qadir, un general de brigada retirado, investigó el episodio durante ocho meses. Gracias a sus relaciones en lo más alto de las Fuerzas Armadas, pudo visitar la casa que había ocupado el líder terrorista antes que ser demolida en febrero, y hablar con los agentes que interrogaron a las esposas de Bin Laden, arrestadas luego de la operación.
Según Qadir, Bin Laden fue víctima de un complot de Al-Qaeda, que utilizó una de sus esposas para poner a los estadunidenses en su rastro.
Bin Laden “comenzó en 2001 a sufrir de una deficiencia mental”, que progresivamente condujo a su brazo derecho, el egipcio Ayman Al Zawahiri, a decidir eliminarlo, aseguró Qadir.
Después de varios años de fuga en el noroeste paquistaní, Al-Qaeda decidió esconderlo en Abbottabad, donde se mandó construir una enorme casa.
Bin Laden se instaló allí en 2005 con dos de sus esposas, Amal y la saudí Seehan, y varios de sus hijos. El grupo incluía a uno de los hijos adultos de Bin Laden y Seehan, Jalid.
Las cosas cambiaron en 2011, cuando llegó a la casa otra esposa de Bin Laden, la también saudí Jairia, con quien se había casado a fines de la década de 1980 y con quien no se veía desde 2001.
Refugiada y vigilada en una casa en Irán hasta el fin de 2010, Jairia pasó, según el general Qadir, varios meses en un campo de Al-Qaeda en Afganistán antes de llegar a Abbottabad en marzo de 2011, menos de dos meses antes del ataque del comando estadunidense.
Qadir no tiene dudas de que fue Jairia quien traicionó a Bin Laden. “Es lo que piensa también Amal”, quien así se lo ha dicho a los investigadores, explicó.
A su llegada a la casa, Jairia, ya conocida por sus celos enfermizos, se instaló en el primer piso y rápidamente levantó sospechas, en particular por parte de Jalid.
Mencionando un testimonio de Amal a sus interrogadores, Qadir relató que “Jalid no paraba de preguntarle a Jairia por qué había venido a Abbottabad y qué quería con Bin Laden. Una vez ella le respondió: ‘Tengo que hacer una última cosa por mi marido’”.
De acuerdo con el general Qadir, “Jalid, inquieto, llevó a conocimiento de su padre los temores de una traición. Pero Bin Laden se limitó a decirle: ‘Lo que tenga que pasar, pasará’”.
Para el general, Al-Qaeda y Al Zawahiri guiaron a Jairia para que orientase a los estadunidenses sobre la casa en Abbottabad. La interceptación, por parte de los estadunidenses, de una comunicación telefónica de Jairia contribuyó a convencerlos de que Bin Laden se encontraba en ese lugar.
El gobierno de EU descartó cualquier complot y aseguró haber llegado hasta el líder de Al-Qaeda por sus propios medios.
EU desmiente rumor
El portavoz del Departamento de Estado de estadunidense, Mike Hammer, desmintió que el cuerpo de Bin Laden fuera transportado a una base
secreta de la CIA y no arrojado al mar, como indican los últimos documentos filtrados por WikiLeaks.
El Pentágono considera “falsa y bastante ridícula” esa información, aseguró Hammer a los periodistas en la primera conferencia de prensa en español del Departamento de Estado.
El informe se desprende de uno de los correos electrónicos de la empresa de seguridad
estadunidense Stratfor, que cuestiona que el cadáver del líder de Al-Qaeda fuera arrojado al mar tras ser abatido en mayo de 2011.
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