31 mayo, 2012

Ahora es el momento de repensar al euro

Por NICHOLAS HASTINGS

LONDRES (Dow Jones)--Si hubo alguna vez un momento para repensar el proyecto del euro, ese momento es ahora.
La lección número uno de la crisis de deuda de cuatro años que sigue azotando a la zona euro es que la moneda única no tendrá éxito en su forma actual.
Una política monetaria unificada, sin una política fiscal única, esencialmente ha llevado al desastre que ahora enfrentan muchas economías de la eurozona.
Los líderes europeos ahora lo reconocen.
bhideuroCorbis Y, además de lidiar con las fuerzas financieras que amenazan con desmembrar al euro, han estado intentando disponer los cimientos para un futuro más seguro a través de la creación de un pacto fiscal que acercará a Europa a tener un único ministro de Finanzas. Los gobiernos individuales perderán sus facultades para gastar y aplicar impuestos, lo que acercará a la zona euro un paso más hacia un estado federal.
La necesidad de acelerar la unidad política es de primordial importancia si el euro ha de sobrevivir. Sin ella, las diferentes políticas fiscales de gasto y las distintas tasas de crecimiento pondrán una vez más en duda al proyecto.


Las promesas de los líderes europeos de incrementar el impulso bien podrían evitar el contagio que amenaza a los deudores de la eurozona y demostrar ser instrumentales en la salvación de la moneda misma.
Sin embargo, una mayor unidad fiscal no es lo que quieren los europeos.
Esta conclusión más bien impactante proviene de un nuevo sondeo de opinión realizado por Pew Research Center, firma con sede en Washington, el cual muestra que la integración está lejos de ser popular.
Entre los 8.000 encuestados de toda la región, solo el 34% creía que la integración económica había fortalecido la economía de su país.
Aunque hubo poco respaldo real a abandonar la eurozona en este momento, un promedio de apenas el 37% de los encuestados en las cinco importantes economías de la zona euro -Alemania, Francia, España, Italia y Grecia- consideraron al euro "algo bueno". La mayoría de los europeos está "profundamente insatisfecho" con la dirección que están tomando sus países, según Pew.
Otro punto interesante fue que Alemania es considerado el país más admirado de la región y su líder, Angela Merkel, la más respetada.
Esta evidencia irrefutable de que la integración política no está en el camino que la mayoría de los europeos quieren recorrer, surge en un momento difícil para los líderes europeos.
Aún hay enormes interrogantes sobre si Grecia aceptará los términos de su último rescate y, con el gobierno español viéndose obligado a salvar a uno de los bancos más grandes del país, Bankia, con un préstamo mucho mayor al esperado, las dudas se ciernen sobre la capacidad de España para sobrevivir sin un rescate para sí misma.
A medida que los costos del servicio de deuda del país escalan cerca de los niveles que llevaron a otros deudores - como Grecia, Irlanda y Portugal- al borde del precipicio, los líderes europeos bien podrían verse enfrentados a un rescate de una escala que nunca antes contemplaron.
Y eso lleva a preguntarse, todo el dinero que se está gastando, todo el sufrimiento económico y todos los conflictos personales que se están soportando para salvar a la moneda única, ¿son para un proyecto que el propio pueblo europeo no está preparado para respaldar?.

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