José Cárdenas
Cinco mil agentes los persiguen.
La Policía Federal ofrece una recompensa de cinco millones de pesos por su captura…
–¿Cómo es posible que si toda la corporación los busca por todas partes, una revista los encuentre primero que ninguno?
El reportero, atento a su teléfono, recibe una llamada, se va a verlos, con fotógrafo y todo, les toma imágenes… y les saca la sopa… al menos la sopa que ellos quieren servir: El comandante Luis Cárdenas Palomino, jefe de la División de Seguridad Regional de la Secretaría de Seguridad Pública federal, protege al narco en el aeropuerto. ¡Ups!
En la “nota” de Ricardo Ravelo, los agentes Daniel Cruz García y Zeferino Morales Franco afirman haber actuado bajo amenazas de miembros de su propio cuerpo policiaco para involucrarse en el narcotráfico. Ambos reconocen que van a pagar por haber matado a sus tres colegas… pero no aceptan otros cargos.
Según el reportaje de Ravelo en Proceso, los prófugos se entregarían sólo al Ejército… porque temen que la Policía Federal los mate, también.
Hace unos días, Cárdenas Palomino condenó las filtraciones perversas por las cuales se hablaba de una red criminal en la cual están involucrados los policías federales.
–¿El AICM —además de los dichos de Daniel Cruz y Zeferino Morales— es una coladera?
Dos veces se han detenido en España alijos de cocaína (140 kilos en diciembre de 2010; 42, hace un año) cuyos transportadores salieron del aeropuerto con maletas de Aeroméxico. Fueron un tripulante y tres sobrecargos de la aerolínea, uno de ellos, Eduardo Pérez Anaya, candidato a la Secretaría General de Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación.
–¿Cómo se “pasan” los controles donde todo se inspecciona por “rayos x”… y todo se detecta, hasta una botellita de loción, un desodorante, crema de rasurar, pasta dental… o un cortaúñas?
–Solamente se explica por la complicidad de los policías federales y la ineficacia interesada de la compañía española de seguridad Eulen.
La Policía Federal exhibida como lo hacen los policías prófugos, testigos no protegidos, pero testigos al fin, deja de ser la esperanza purificadora de los cuerpos policiacos sobre la cual Felipe Calderón asentó el sueño de lograr corporaciones eficaces, moralizadas y capaces, cuyo trabajo permitiera un adecuado combate al crimen organizado.
…pero surge otra evidencia. Los agentes federales también son cómplices del crimen organizado, a decir de los “traidores” —como les llamó Cárdenas Palomino—.
MONJE LOCO: –¿De qué han servido 40 mil millones de pesos cada año, para llegar al punto de partida, cuando Francisco Labastida creó la PFP, con el almirante Wilfrido Robledo Madrid?
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