Shlomo Ben-Ami
Shlomo Ben-Ami is the Israeli foreign minister who came closest to devising a viable peace agreement between Israel and Palestine. A renowned historian of fascism and a seasoned diplomat, he served…Full profile
El plan de juego de China en Afganistán
MADRID – En su último libro, On China, Henry Kissinger utiliza los tradicionales juegos intelectuales favoritos de China y Occidente -el weiqi
y el ajedrez- como una manera de poder revelar las actitudes diferentes
de estos países en materia de política de poder internacional. El
ajedrez tiene que ver con una victoria total, una batalla clausewitziana
por el "centro de gravedad" y la eventual eliminación del enemigo,
mientras que el weiqi se basa en la búsqueda de una ventaja relativa a través de una estrategia de cerco que evita el conflicto directo.
Este
contraste cultural es una guía útil para entender la manera en que
China maneja su competencia actual con Occidente. La política afgana de
China es un claro ejemplo, pero también es un desafío formidable para la
estrategia del weiqi. Conforme Estados Unidos se prepara para
retirar sus tropas del país, China debe lidiar con un escenario de
posguerra incierto.
CommentsAfganistán
representa un interés estratégico vital para China; sin embargo, a sus
líderes nunca se les ocurrió defender esos intereses a través de la
guerra. Afganistán no sólo es una zona de seguridad crítica para la
región occidental de China, sino también un importante corredor a través
del cual puede poner a salvo sus intereses en Pakistán (un aliado
tradicional en la competencia de China con India) y asegurar su acceso a
recursos naturales vitales en la región. Es más, la ya convulsionada
provincia de Xinjiang, que es mayoritariamente musulmana y linda con
Afganistán, podría resultar peligrosamente afectada si los talibán
coparan el poder allí o el país se desmembrara.
CommentsEstados
Unidos libró su guerra más prolongada de la historia en Afganistán, a
un costo (hasta la fecha) de más de 555.000 millones de dólares, sin
mencionar las decenas de miles de bajas civiles afganas y los cerca de
3.100 soldados estadounidenses que murieron en la contienda. En cambio,
la estrategia de China en el país se centró esencialmente en el
desarrollo comercial, y en saciar su gigantesco apetito de energía y
minerales. El Departamento de Defensa de Estados Unidos valuó los
depósitos minerales no explorados de Afganistán en 1 billón de dólares.
Pero ahora es China la que está en condiciones de explotar gran parte de
estos recursos.
CommentsPor
cierto, el desarrollo por parte de China de la mina de cobre Aynak fue
la mayor inversión extranjera directa en la historia de Afganistán.
China también participó en la construcción de una planta eléctrica de
500 millones de dólares y un enlace ferroviario entre Tayikistán y
Pakistán. El pasado mes de diciembre, la Corporación Nacional de
Petróleo, un organismo estatal chino, firmó un acuerdo con las
autoridades afganas que la convertirá en la primera compañía extranjera
en explotar las reservas de petróleo y gas natural de Afganistán.
CommentsUna
vez que los enormes intereses económicos y de seguridad de China en
Afganistán queden sin la protección militar de Estados Unidos, los
chinos se verán obligados a desempeñar un papel aún más importante allí
-los afganos esperan que este papel alcance "niveles estratégicos"-.
China preferiría lograr este objetivo a la manera china -es decir,
básicamente a través de una demostración de poder blando- o, como dijo
el gobierno chino en ocasión de la visita oficial del presidente afgano,
Hamid Karzai, a Beijing a comienzos de junio, a través de "áreas de
seguridad no tradicionales".
CommentsA
juzgar por el comportamiento de China en otras partes del mundo, es
factible que cualquier cooperación militar sea extremadamente modesta y
cautelosa. China ya dejó en claro que no contribuirá al fondo
multilateral de 4.100 millones de dólares para sustentar las fuerzas de
seguridad nacional afganas.
CommentsPor
el contrario, el acuerdo de cooperación bilateral recientemente firmado
por los dos países gira en torno a "salvaguardar la estabilidad
nacional de Afganistán" a través del desarrollo social y económico. A
China le interesa especialmente combatir el narcotráfico, considerando
que Badakhshan, la provincia afgana que linda con Xinjiang, se convirtió
en la principal ruta de tránsito del opio proveniente de Afganistán.
Pero impedir la penetración en Xinjiang del extremismo religioso
inspirado en los talibán también sigue siendo una altísima prioridad.
CommentsChina
hizo un gran esfuerzo para presentar la reciente cumbre en Beijing de
la Organización de Cooperación de Shanghái, que incluye a China, Rusia y
los principales países de Asia central, como un intento por crear un
equilibrio justo de intereses entre los actores regionales. Es más, la
Organización buscó alcanzar un consenso sobre cómo resguardar la región,
según las palabras del presidente chino, Hu Jintao, "de las sacudidas
generadas por la turbulencia fuera de la región".
CommentsSin
embargo, por más centrada que esté en la proyección de poder blando en
Afganistán, a China probablemente le resulte difícil no verse arrastrada
a ejercer el papel de policía en una región extremadamente compleja e
históricamente acuciada por el conflicto. Es más, el alcance regional de
China choca con el de otras potencias regionales, como Rusia e India.
Pakistán, su propio aliado, tampoco está particularmente ansioso por
confrontar a los grupos terroristas que amenazan la seguridad de sus
vecinos, entre ellos China.
CommentsA Pakistán quizá le resulte extremadamente difícil reconciliar la seguridad de su aliado chino con su guerra de poder de facto
con India. China entonces se vería obligada a incrementar su presencia
militar en Pakistán y en zonas tribales a lo largo de la frontera afgana
para contrarrestar a grupos terroristas como el Movimiento Islámico de
Turkestán Oriental, basado en Pakistán, que al entender de los chinos es
responsable de ataques en Xinjiang.
CommentsLo
que preferirían los chinos sería la vía de la cooptación y el diálogo.
Por cierto, la diplomacia china ha participado mucho últimamente en
conversaciones trilaterales con Pakistán y Afganistán con la intención
de alcanzar una reconciliación con los talibán. A China tampoco le
interesa agitar el conflicto entre sus aliados paquistaníes y sus
rivales indios. Por el contrario, China sostuvo durante años que el
principal problema que afecta la estabilidad de Afganistán es la lucha
de poder entre India y Pakistán, y que la paz en Cachemira es, por ende,
la clave para la paz en Afganistán.
CommentsLa
tarea de defender sus intereses en Afganistán tras el retiro de Estados
Unidos es un desafío verdaderamente importante para la diplomacia
china. Sin embargo, es inimaginable que los chinos lleven a cabo el tipo
de intervención militar masiva al estilo norteamericano al que el mundo
se ha acostumbrado en los últimos años. Para China, la contienda afgana
muy probablemente termine siendo una combinación muy medida de ajedrez y
weiqi.
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