Martha Colmenares: Plan República y puntadas sin hilo
El Plan República nació en un
momento histórico que hoy no se justifica, creado bajo el gobierno de
Betancourt. Acechaban los golpistas, grupos militares que querían restablecer
la dictadura. Pensando en actos de sabotaje, Rómulo Betancourt llegó a un
acuerdo con el Alto Mando para poner el transporte y protección del material
electoral en manos de un cuerpo especializado de las Fuerzas Armadas. De esa
manera se quería impedir choques civiles en un ambiente preñado de peligros, y
proteger el acto del sufragio.
Fue concebido en forma extraordinaria para una situación
extraordinaria, sólo y únicamente para dar apoyo logístico a los
comicios.
Que el Plan República se mantuviera en forma permanente es una
aberración que no se da en ningún país democrático. En todos ellos los civiles
controlan el ejercicio del sufragio.
Los militares simplemente deben volver a sus cuarteles y no
tener la menor injerencia en asuntos electorales. Pero en nuestro país lo
extraordinario se convirtió en ordinario. Y ahora, el mandamás Hugo Chávez le
ha dado dos vueltas más al torniquete:
1) siempre, pero siempre, las unidades militares que se ocupan
del Plan República dependieron única y exclusivamente del Consejo Supremo
Electoral, estructurado en forma plural. Ahora, el llamado CNE no
es plural y el PR se maneja desde el Ministerio de la Defensa o directamente
del Presidente. En teoría sigue bajo la responsabilidad del CNE, pero en la
práctica no
2) nunca, pero nunca las unidades del Plan República entraron a los recintos electorales. El reglamento lo impedía y la costumbre lo consagró de esa manera. El PR vigilaba los exteriores de los organismos electorales, no los interiores, precisamente para no intimidar a los votantes
2) nunca, pero nunca las unidades del Plan República entraron a los recintos electorales. El reglamento lo impedía y la costumbre lo consagró de esa manera. El PR vigilaba los exteriores de los organismos electorales, no los interiores, precisamente para no intimidar a los votantes
Pues bien, por decisión del CNE, cumpliendo órdenes superiores,
se estableció luego que habría militares con sus armas dentro del recinto de
votación, ¡y que para cuidar las máquinas!, en realidad, para amenazar a los
sufragantes…
El resultado es simple:
Tenemos a) un Plan República dependiente políticamente del régimen
b) un PR con los militares dentro de los organismos electorales y ya no cuidando exteriores
c) un PR convertido, como en ningún otro lugar, en presencia permanente en las elecciones venezolanas…
d) un PR también con milicias de Chávez
y e) un PR integrado por militares que se declaran “chavistas”
Tenemos a) un Plan República dependiente políticamente del régimen
b) un PR con los militares dentro de los organismos electorales y ya no cuidando exteriores
c) un PR convertido, como en ningún otro lugar, en presencia permanente en las elecciones venezolanas…
d) un PR también con milicias de Chávez
y e) un PR integrado por militares que se declaran “chavistas”
Antecedente a valorar, la detención de aquella señora
Mariela Rodríguez, por parte de funcionarios del Plan República, cuando las
votaciones del 7 de agosto del 2005 para elegir autoridades
regionales, concejales y juntas parroquiales. Impidieron su derecho
al reclamo en su mesa de votación. Porque -para resumir-, al percatarse que en
su papeleta no sé reflejó el voto realizado en la máquina, decidió no
introducirla en la urna (lo pertinente) y al verse obligada a hacerlo,
ella optó por romperla. Le costó incluso enfrentar un juicio con cargos hasta
de prohibición de salida del país. Cuando aquello, la sociedad civil, fue la
única solidaria con su gesta de arrojo.
En definitiva, si nació en una coyuntura que hace tiempo
desapareció, y a día de hoy, de manera abierta los militares responden a
un caudillo y su proyecto, esto así, no ofrece garantías para poder
participar en los procesos electorales, confiados y en condiciones de igualdad.
Lo procedente pues, es que no haya más Plan República. A tiempo siempre se
está. De lo contrario, se suma otra cosa entonces, a la serie de
irregularidades en materia electoral, que no hace sino incrementar el
facilitarle al régimen el imponernos desde el poder su descarado ventajismo con
todos sus abusos.
¿Es así como queremos o pretendemos ganar elecciones? No puede
ser que a estas alturas pasados casi catorce años, sigamos dando puntadas sin
hilo.
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