Al-Qaeda: Lo mismo les sirve para echar a Assad que como excusa para atacar Siria

Estamos claramente entrando en una nueva fase en la guerra de propaganda con respecto a Siria, con el anuncio por parte del establishment alineado con la OTAN ahora de que existe una presencia de combatientes de Al Qaeda en el país, muchos de los cuales fueron transportados por aire a Siria precisamente por las potencias de la OTAN, y que ahora usarán como una justificación para lanzar un asalto militar más amplio.

Durante meses, los medios del establishment han restado importancia a la presencia e influencia de los rebeldes de Al-Qaeda como una forma de legitimar los esfuerzos del respaldado por la OTAN Ejército Libre de Siria, para derrocar al presidente Bashar al-Assad.

A pesar de innumerables atentados y asesinatos del régimen, el hecho de que los combatientes de Al-Qaeda estaban detrás de la violencia era considerado tabú, y algunos medios de noticias tradicionales, incluso prefieren hacer girar las teorías de conspiración acerca de que las fuerzas de Assad están detrás de los atentados con bombas en lugar de admitir la verdad.

Los medios de comunicación ahora admiten que Al Qaeda está detrás de la mayor parte de la violencia anti-Assad en Siria y que la oposición siria está en gran parte dirigida por combatientes de Al-Qaeda, respaldados por los rebeldes financiados por Estados Unidos. Además, funcionarios de Estados Unidos como la embajadora Susan Rice, y la propia Casa Blanca han aplaudido los atentados terroristas en Damasco.

Ya en marzo, se filtraron e-mails que también revelaban que el Pentágono planeaba dirigir ataques terroristas y asesinatos dentro de Siria, en un intento de derrocar a Assad.

A pesar de que el gobierno de Estados Unidos ha dado la bienvenida a los ataques terroristas llevados a cabo por Al-Qaeda como una herramienta para desestabilizar aún más al gobierno sirio, el establishment ha puesto en marcha ahora una campaña inversa, afirmando que Al-Qaeda está solamente rentabilizando la revuelta en Siria, cuando en realidad Al-Qaeda está liderando el  levantamiento.

Un nuevo informe de la RAND Corporation confirma que desde diciembre, "Al Qaeda ha llevado a cabo alrededor de dos docenas de ataques, principalmente contra objetivos sirios de servicios de seguridad. Prácticamente todos han sido ataques suicidas y atentados con coches bomba, y han dado lugar a más de 200 muertos y unos 1000 heridos."

El informe también señala cómo Al-Qaeda ha duplicado sus filas dentro de Siria, y cómo amplía su presencia en las principales ciudades mientras está siendo financiado por "un número creciente de donantes desde el Golfo Pérsico y Oriente Medio", según el Departamento de Estado de EE.UU..

Notablemente ausente del informe, sin embargo está el hecho de que muchos de estos combatientes de Al-Qaeda fueron transportados por aire desde Libia a Siria por las potencias de la OTAN después del derrocamiento del coronel Gadafi. Como el Telegraph de Londres informó en noviembre, los combatientes rebeldes libios y las armas eran enviados a Siria por el gobierno títere que acaba de instalar la OTAN.

Como el Telegraph también informó, Abdulhakim Belhadj, el ahora jefe del Consejo Militar de Trípoli", se reunió con los líderes del Ejército Libre de Siria en Estambul y en la frontera con Turquía", después de haber sido enviados allí por Mustafa Abdul Jalil, el presidente libio provisional.

Belhadj es el hombre que estaba al frente del Grupo Libio de Lucha Islámica (LIFG), una rama de Al-Qaeda clasificada como una organización terrorista por el Departamento de Estado de EE.UU., que representa el segundo grupo más grande de combatientes extranjeros en Irak, responsable de matar a soldados estadounidenses.

Estos detalles están ausentes en el informe de la RAND por una razón: El compleoj militar-industrial de los EE.UU. y los medios del establishment alineados con la OTAN están usando ahora la presencia de combatientes de Al Qaeda dentro de Siria como una razón para atacar a Siria - a pesar de que las fuerzas de la OTAN ayudaron a los terroristas a entrar en Siria primero.

"Además de ayudar a terminar con el régimen de Bashar al Assad, hay una creciente necesidad de llevar a cabo una campaña secreta contra Al Qaeda y otros grupos extremistas con cada vez más presencia en el país", escribe Seth Jones, de RAND, con el argumento de que a los combatientes de Al Qaeda no se les debe tirar en la misma categoría que el Ejército Libre de Siria, porque los rebeldes del ELS están "preocupados" por la "creciente participación de al-Qaeda."

Sin embargo, como un informe de Guardian de Londres revela, Al-Qaeda y el ELS respaldado por la OTAN están trabajando mano a mano para desestabilizar a Siria en preparación para el cambio de régimen.

"Tenemos instrucciones precisas de nuestros líderes [de Al-Qaeda]de que si el ELS necesita nuestra ayuda se la debemos dar. Les ayudamos con artefactos explosivos improvisados ​​y coches bomba. Nuestro talento principal son las operaciones de bombardeo", dijo el ex rebelde del ELS convertido en comandante de Al Qaeda, Abu Khuder, y agregó que los combatientes de Al-Qaeda se reúnen "todos los días" con los rebeldes sirios.

Además, los combatientes rebeldes son habitualmente fotografiados usando el atuendo de Al Qaeda. También hay innumerables videos en You Tube que muestran las fuerzas de oposición enarbolando la bandera de Al-Qaeda.

El hecho de que el informe de The Guardian divulgue la forma estrecha de colaboración de Al-Qaeda con el ELS es irónico, dado que desde hace meses el mismo periódico ha publicado mensajes anónimos en Twitter que afirmaban que los atentados en Siria ahora reconocidos como llevados a cabo por Al-Qaeda eran en realidad ataques de falsa bandera llevados a cabo por las fuerzas de Assad.

Al admitir que los Estados Unidos y Al-Qaeda se encontraban en el mismo lado en Siria, Hillary Clinton intentó hacer una distinción señalando que Al-Qaeda simplemente "afirma apoyar a la oposición", cuando en realidad, como el informe de The Guardian y un aluvión de otras fuentes confirman, la relación es simbiótica.

Es esta distinción falsa la que las potencias de la OTAN tratarán de impulsar en la justificación de una intervención militar en Siria sobre la base de echar fuera a Al-Qaeda, cuando en realidad Al-Qaeda se alió de nuevo con el complejo militar-industrial de EEUU, tal y como lo está en elegir a Irán como la próxima ficha de dominó que debe caer en Oriente Medio.

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