Argentina: Ladrones errantes y ladrones estables
En alguna oportunidad cité una parte del libro de Mancur Olson, Poder y Prosperidad,
en el que analiza la situación de un pueblo chino que es constantemente
sometido al saqueo de bandas de ladrones errantes. Los ladrones
errantes son aquellos grupos de delincuentes que entran en el pueblo y,
como no piensan quedarse a vivir en él, le roban a la población todo lo
que tiene. Esa población vive en la mayor de la pobreza porque tienen
pocos estímulos para producir y mejorar dado que saben que, en cualquier
momento, aparecerá la banda de ladrones errantes a robar para luego
irse a otro pueblo a seguir robando. ¿Para qué producir si todo el fruto
del trabajo es robado sin piedad por los ladrones errantes?
Esto sucede hasta que un día aparece el
ladrón estable, que es aquél que entra en el pueblo con su banda de
delincuentes con el objetivo de quedarse a vivir allí. Ahora bien, el
ladrón estable les ofrece a los habitantes defenderlos de los ladrones
errantes a cambio de una parte de los bienes que producen. Es evidente
que, en términos relativos, los habitantes de ese pueblo van a estar en
mejores condiciones bajo la opresión del ladrón estable que sometidos a
los constantes ataques de los ladrones errantes. El ladrón estable sabe
que, para diferenciarse del ladrón errante, tiene que robar un poco
menos que éste, porque si no el habitante del pueblo va a estar en un
punto de indiferencia. Además, el ladrón estable tiene que darle algún
estímulo al habitante del pueblo para que siga produciendo y le
transfiera parte de sus bienes a él. Si el ladrón estable actuara de la
misma forma que el ladrón errante, el habitante del pueblo no tendría
estímulos para producir y no podría mantener al ladrón estable y,
justamente, lo que éste quiere es que la gente lo mantenga en base a la
amenaza que él puede infligirles por medio de la fuerza bruta.
Es obvio que, como decía antes, la
población de ese pueblo estará mejor, en términos relativos, bajo el
dominio del ladrón estable que acosado permanentemente por el ladrón
errante. Sin embargo, esa población no está en su óptimo. Su óptimo es
no ser víctima ni del ladrón errante, ni del estable. Su óptimo es tener
asegurado su derecho de propiedad de manera de tener estímulos para
producir y progresar.
Al leer este párrafo del libro de Mancur Olson, uno no puede menos que pensar en buena parte de la dirigencia política argentina, que actúa como ladrón estable dado que saquea a la población hasta un punto tal que le deja algún estímulo para seguir produciendo. La saquean con impuestos, confiscándole sus depósitos, licuándole los ingresos con la inflación, generando brutales transferencias de ingresos y patrimonios mediante devaluaciones, entre otras.
Al leer este párrafo del libro de Mancur Olson, uno no puede menos que pensar en buena parte de la dirigencia política argentina, que actúa como ladrón estable dado que saquea a la población hasta un punto tal que le deja algún estímulo para seguir produciendo. La saquean con impuestos, confiscándole sus depósitos, licuándole los ingresos con la inflación, generando brutales transferencias de ingresos y patrimonios mediante devaluaciones, entre otras.
Es más, en los últimos tiempos se ha
puesto de moda afirmar que es mejor votar al viejo patrón de la
provincia de Buenos Aires porque de esa forma se le pone un límite a los
delirios autoritarios del progresismo montonero. Dicen algunos: no
voten por el óptimo, voten por el menos malo que los va a defender del
peor. Es como decir: elijan al ladrón estable para que los defienda del
ladrón errante.
Y la verdad es que esta historia la
hemos escuchado infinidad de veces, al punto de que siempre la gente
termina eligiendo a ladrones estables para defenderse de los ladrones
errantes y, por esa causa, la Argentina vive en continuas crisis y
creciente pobreza, porque son muy pocos los que se animan a votar por el
óptimo. Es muy raro ver una elección en la cual la gente vote
estratégicamente para crecer en serio. Normalmente se vota por miedo a
otra cosa. No por los valores y principios que uno defiende. ¿Acaso a
Alfonsín no lo eligieron por el miedo que metió Herminio Iglesias cuando
quemó el cajón? ¿Acaso en 1995 no lo votaron a Menem por miedo a una
devaluación porque todos estaban endeudados en dólares? Fue el famoso
“voto cuota” o “voto licuadora”.
El otro día, leía declaraciones de Felipe Solá diciendo que si el se hubiese presentado a las elecciones presidenciales, hoy el presidente sería López Murphy, porque si el peronismo iba dividido en cuatro listas, Kirchner no llegaba al segundo lugar y la segunda vuelta hubiese sido entre Menem y López Murphy. Un claro ejemplo de cómo la dirigencia peronista fuerza la elección entre el mal menor y encima se sienten orgullosos de lo que hacen.
El otro día, leía declaraciones de Felipe Solá diciendo que si el se hubiese presentado a las elecciones presidenciales, hoy el presidente sería López Murphy, porque si el peronismo iba dividido en cuatro listas, Kirchner no llegaba al segundo lugar y la segunda vuelta hubiese sido entre Menem y López Murphy. Un claro ejemplo de cómo la dirigencia peronista fuerza la elección entre el mal menor y encima se sienten orgullosos de lo que hacen.
Hace poco, un respetable analista
político me decía que con tal de frenar el autoritarismo montonero sería
capaz de votar al mismo diablo. ¿Acaso la amenaza del autoritarismo
montonero no fue creada por el mismo diablo?
Personalmente pienso votar por mis convicciones y no dejarme entrampar para elegir entre dos clases de ladrones estables, porque nada me asegura que ambos no terminen repartiéndose el botín una vez terminadas las elecciones.
Personalmente pienso votar por mis convicciones y no dejarme entrampar para elegir entre dos clases de ladrones estables, porque nada me asegura que ambos no terminen repartiéndose el botín una vez terminadas las elecciones.
Es más, ¿quién puede asegurarme que un
ladrón estable va a ser menos malo que el otro ladrón estable? En todo
caso, si los argentinos vamos a estar condenados a vivir bajo el
permanente saqueo de los ladrones estables, al menos yo, con mi voto, no
pienso convalidar el permanente saqueo al que es sometido el país. Si
lo van a seguir saqueando, que lo hagan con el voto de otros.
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