Ryan, el heredero
Por Virginia Tuckey
Espacio Republicano
(Puede verse también Ryan no es lo que dicen por Alvaro Vargas Llosa)
A sólo un día
del comienzo de la Convención Nacional Republicana, la campaña del partido
conservador está en su mejor momento. Este refortalecimiento se consiguió
luego que Mitt Romney eligiera a su compañero de fórmula, Paul Ryan.
esde el
momento del anuncio hasta la fecha, los medios han dedicado mucho espacio al
jóven candidato a vice-presidente. Cómo es costumbre, en Estados Unidos, el
debate se dió y se sigue dando en profundidad. Sin embargo, en el resto del
mundo, las opiniones, análisis y notas sobre el perfil de Ryan han sido muy
pobres y/o han repetido hasta el cansancio slogans que corresponden más a
preconceptos prejuiciosos y falaces que a la verdad o, al menos, a la búsqueda
de la misma.
Esta falencia
del periodismo internacional y la diferencia abismal que existe con el modo en
que la prensa americana informa, tiene más que ver con la ignorancia que con
las malas intenciones.
Esta ignorancia
reside en el desconocimiento casi absoluto que existe acerca del funcionamiento
del sistema político americano, por lo cuál, los autores caen en el error de
analizar a Estados Unidos con el prisma del sistema que rige en sus propios
países europeos, latinoamericanos, etc.
Uno de los
fenómenos contemporáneos aún no comprendidos fue la formación del
"Movimiento Tea Party". Esto trae aparejado que hoy se creen falsas
apreciaciones sobre los candidatos del partido conservador. Cómo todos sabemos,
el fenómeno "Tea Party" se produjo de manera espontánea y logró
transformar el descontento en políticas que llegaron al Congreso estadounidense
mucho antes de lo imaginado.
Para hacer un
poco de memoria, luego que el ex Presidente George W. Bush entregara el poder
al actual Presidente Barack H. Obama, la sociedad americana quedó fuertemente
dividida. Tal división tenía de un lado a los contentos con el flamante
Comandante en Jefe y, por el otro, a quienes no sólo veían en Obama un grave
problema, sino que estaban totalmente descreídos del Partido Republicano y de
las opciones que este ofrecía.
Fue así, que
ciudadanos comunes, quienes en su mayoría jamás habían intervenido en política
ni directa ni indirectamente, comenzaron a preguntarse por qué Estados Unidos
había sido siempre considerada una nación excepcional y por qué esa concepción
estaba cambiando, incluso, para ellos mismos.
Este tipo de
planteos, los incentivó a reunirse y redescubrir el legado de los Padres
Fundadores, a entender a fondo cada frase y párrafo de la Declaración de
Indepencia, la Constitución, El Federalista y cientos de otros escritos que se
corresponden al nacimiento y formación del primer sistema Repúblicano Federal
que la historia de la humanidad conoció.
No pasó mucho
tiempo y esos pequeños grupos de ciudadanos que usaban sus fines de semana para
buscar una solución a su descontento, se fueron agrandando en número de
simpatizantes y el fenómeno repercutió en cada uno de los cincuenta estados, en
cada condado, en cada ciudad, en cada barrio. El "Movimiento Tea
Party" había nacido y a mediados del año 2010 lograron una multitudinaría
reunión de protesta frente a la Casa Blanca.
Los líderes del
movimiento comenzaron a emerger, y aquel Partido Republicano, que en el año
2008 parecía estar agonizando, en el año 2010 recobraba su vitalidad con mucha
vehemencia. Lograron imponerse en las elecciones de medio término, dónde
consiguieron mayoría en la Cámara de Representantes y desbancaron a una
importante cantidad de demócratas en el Senado del Congreso de los Estados
Unidos.
Obama sufría su
primer gran golpe, y el renovado partido conservador ya empezaba a pensar en
las elecciones presidenciales.
Los candidatos
dispuestos a iniciar su carrera presidencial dentro de las primarias
republicanas, estaban al tanto que debían convencer a un público muy
crítico que, además, buscaba al nuevo Ronald Reagan. Para cualquiera que
conozca quién fue este gran presidente republicano, sabe bien que marcó un
standard muy dificil de alcanzar, no sólo por la gran capacidad que tuvo para
devolver a Estados Unidos toda su grandeza, sino por sus dones personales, cómo
su buen sentido del humor y su gran oratoria.
El mensaje del
Tea Party fue tan contundente, que hasta el mismo Obama intentó decenas de
veces convencer al público que él era el Reagan de esta época. Tanto fue así,
que en una conferencia y en un tono forzado de broma, dió a entender que en su
ámbito íntimo lo llamaban "The Gipper", sobrenombre por el cuál se
conocía a Ronald Reagan. Por supuesto, esto provocó semanas enteras de
ocurrentes bromas contra el Presidente.
Sin embargo, y
para ser justa, no fue sólo Obama quién intentó lucir "reaganesco",
también los republicanos lo intentaron. La diferencia, por supuesto, es que los
republicanos reconocen de manera sincera el gran legado de Reagan, siendo esta
una condición insuficiente para conformar a los demandantes electores.
Fue así, que en
las primarias republicanas, al ver que la "reencarnación" del gran
líder y ex-presidente republicano en uno de los candidatos actuales no parecía
posible, los ciudadanos y miembros del partido conservador exigieron propuestas
claras y contundentes sobre diversos temas, puntualmente sobre: reducción de
déficit, creación de empleo, liberación de la energía y por ende, reducción del
precio de los combustibles, eliminación de programas populistas que contradicen
los mandatos constitucionales y una exhausta revisión del manejo que se ha
llevado a cabo en los últimos años en la Reserva Federal, entre otros.
Finalmente, fue
Mitt Romney quién logró conseguir la mayor cantidad de delegados, lo cuál lo
ubicó al frente de los demás para lograr la nominación formal en los próximos
días en la Convención Nacional Republicana.
Durante los debates
y campaña en la carrera de primarias, Romney no terminaba de convencer a todo
el público. Algunos lo eligieron realmente convencidos, muchos otros porque lo
consideraron el más preparado para ser presidente y enfrentar a Obama, pero
había decepción y resignación. Las dudas sobre Romney eran muy fuertes.
Mitt, cómo lo
llaman sus simpatizantes, logró romper con la mayor parte de los prejuicios
sobre su persona. Su campaña se lleva a cabo de manera impecable, y ha logrado
de esta manera, dar a conocer gran parte de su plataforma de gobierno, además
de lograr establecer un gran vínculo de confianza con quienes tenían
reservas hacia su capacidad de liderazgo.
Una vez
convencidos sobre la figura de Mitt Romney, el debate se centró en el candidato
que lo acompañaría en la fórmula presidencial. Los nombres que se
"filtraron" fueron muchos, y las especulaciones más aún. Las
expectativas, sin embargo, ponían entre los favoritos al Senador por Florida
Marco Rubio, al Congresista de Wisconsin Paul Ryan, al Congresista por Florida
Allen West e incluso a la ex Secretaria de Estado, Condoleezza Rice.
En las semanas
previas a que la decisión fuera dada a conocer, el pico de popularidad y las
"certezas" sobre quién sería el elegido recaían sobre Marco Rubio,
sin embargo, el nominado fue Paul Ryan.
Esta nominación
logró una alegría unánime entre los republicanos, llamó la atención (de manera
positiva) de muchos independientes y provocó el ataque feroz e inmediato de la
campaña presidencial de Obama.
Estas
reacciones no son casualidad, ya que la actuación de Ryan en la arena política
americana, lo han llevado a ser una de las estrellas de los últimos años y uno
de los representantes más respetados del movimiento Tea Party.
Este jóven
congresista de 42 años, nacido y criado en un pequeño pueblo al sur de
Winsconsin, ha comenzado su carrera política muy jóven. Es un gran admirador de
Friedrich Hayek, Ludwig Von Mises y Ayn Rand, a quienes descubrió en sus años
como universitario en Ohio. Estos autores no fueron el principio, ni tampoco el
fin, de la formación de Ryan. Sin embargo, fueron quienes dieron las respuestas
que él buscaba y quienes, sin dudas, les dieron muchas de las razones para
defender la filosofía que intenta restaurar en su país.
Al terminar la
universidad y luego de trabajar en el Congreso por pocos meses, conoce a quién
sería uno de sus grandes amigos, y lo más importante, su mentor. Este era Jack
Kemp, también conocido como "el heredero natural de Ronald Reagan"
por haber sido coautor del Plan Kemp-Roth, el cuál fue la base del éxito
económico de la administración Reagan.
Kemp conoció a
un Ryan empapado y entusiasmado con las ideas de la Escuela Austriaca de
Economía y con la filosofía randiana; entusiasmo que él también compartía. Sin
embargo, Kemp lo formó en una de las cuestiones más importantes y que no se
encuentra facilmente en los círculos de economistas: la comprensión de la
política, la importancia del sistema y del contexto. En resumen, logró que Ryan
no se transforme en un tecnócrata, sino en un economista sensato que entiende
que la economía es una consecuencia del sistema político/judicial y no a la
inversa.
La gran solidez
intelectual que caracteriza a Paul Ryan se vió reflejada, principalmente, en
tres situaciones dónde demostró que rompía el molde de la vieja y gastada
política.
Su primer
"momentum" fue en el año 2011 cuando dió la respuesta al discurso del
Estado de la Unión. Planteó clara y puntualmente la situación de debacle
económica y de las restricciones en las libertades que estaba sufriendo la
nación. Además, contextualizó su discurso en el marco de las ideas
filosóficas que fundaron los Estados Unidos y agregó una crítica a la clase
política, de ambos partidos, por alejarse de los principios fundacionales.
Su segunda gran
actuación que llamó la atención de todos, fue durante un debate en el Congreso,
dónde se debatía el nuevo plan de salud propuesto por el Presidente. Para
sorpresa de Obama, Ryan lo desmiente (estaban sentados frente a frente) sobre
los beneficios de su nuevo plan y demuestra que lo dicho en los discursos
difiere totalmente de lo escrito.
Luego, y como
una extensión de su respuesta al Estado de la Unión, propuso un plan llamado
"Camino a la Prosperidad", o como se lo conoce comumente, "Plan
Ryan". Este documento fue presentado como Presupuesto 2012 y más adelante,
con algunas modificaciones, para el Presupuesto 2013. En el mismo, los cambios
se proyectan a corto y largo plazo en diferentes puntos:
- Reduce 5 mil millones de dólares el gasto
propuesto por el Presidente Obama.
- Bloquea la suba de impuestos propuestas por los
demócratas. Reforma el código fiscal, para transformarlo en algo simple.
Borra las lagunas impositivas y reduce todos los impuestos.
- Ubica al déficit por debajo del 3% del PBI para
el año 2015 y lo reduce en más de 3 mill millones de dólares.
- Promueve la eliminación de los programas creados
por la administración Obama y que provocaron la suba de los precios de los
combustibles. Además, propone soluciones para liberar la energía.
- Elimina el "Plan de Protección y Cuidado al
Paciente a Bajo Precio", más conocido como "Obamacare".
Manifiesta una reestructuración completa de los programas sanitarios
Medicare y Medicaid, para transformarlos en sistemas que funcionen con
"vouchers" sin afectar a quienes ya estan dentro del mismo.
- Gran reducción de la deuda en una década,
llevándola a los niveles previos a la Segunda Guerra mundial.
En resumen, el
Plan Ryan propone una reestructuración tal, que para el año 2030, la era
del dañino New Deal, será revertida casi en su totalidad.
En estos tres
escenarios, no sólo podemos ver casi con claridad el espíritu e ímpetu político
de Paul Ryan, sino por qué es uno de los grandes líderes del movimiento
"Tea Party".
No sólo su gran
preparación académica lo han llevado a las altas esferas de la política.
También, su nivel de comprensión sobre los problemas de su país, su gran
calidad humana y su gran capacidad de comunicación han logrado, que hasta
ahora, la brutal campaña demócrata no haya triunfado en su cometido de crear
dudas alrededor de él.
La elección de
Mitt Romney ha sido la correcta. No eligió a través del prejuicio ni de la
agenda impuesta por los medios demócratas. Ni siquiera le importó que por
primera vez en la historia, un Protestante no participe en una fórmula
presidencial. Eligió, a pesar de los peligros que eso podía representar, darle
una chance al Tea Party, o lo que es igual, a las ideas de los Padres
Fundadores y del inolvidable Ronald Reagan.
El próximo
miércoles, Paul Ryan, será nominado formalmente en la Convención Nacional del
Partido Republicano y una vez más, el partido que abolió la esclavitud, dará
una nueva esperanza de recuperar la libertad perdida y poner en lo más alto la
Constitución y los ideales fundacionales, que se resumen claramente en las
propias palabras de Paul Ryan: "América es más que sólo un lugar, América
es una idea. Es el único país fundado en una idea y nuestros derechos provienen
de Dios y la Naturaleza, no del gobierno. Eso es lo que somos!".
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