13 septiembre, 2012

Islamistas atacan la embajada de Estados Unidos en el Cairo

James Phillips


Ayer, una multitud de islamistas salafistas se congregó sobre los muros de la Embajada de Estados Unidos en El Cairo, arrancó la bandera americana y la sustituyó por pancartas negras que proclamaban profesar la fe musulmana: “No hay más dios que Alá y Mahoma es su profeta”.
Esta acción hostil, que se produce en el aniversario de los atentados del 11 de septiembre, es una deliberada afrenta a Estados Unidos, un intento de envenenar las relaciones bilaterales entre Egipto y Estados Unidos y un presagio de cosas peores que han de llegar desde Egipto, a medida que los grupos rivales islamistas entren en una competición por acumular abusos contra los intereses americanos y sitúen a Egipto en una trayectoria islamista aún más radical. La multitud demandó que la embajada se cerrara mientras cantaba: “Obama, Obama, todavía hay un millón de Osamas”, en referencia al líder de al-Qaeda, muerto en mayo de 2011.

Obama: Desaparecido en las sesiones de inteligencia

Peter Brookes


Según un artículo de opinión del periodista Marc Thiessen aparecido en el Washington Post, el presidente Obama no está acudiendo a sus sesiones informativas de inteligencia diarias tan a menudo como sería necesario.
De hecho, Thiessen asevera que el presidente se está perdiendo más de la mitad de las diarias sesiones informativas de inteligencia , acudiendo sólo a alrededor de un 38% de sus sesiones de inteligencia de los Informes Presidenciales Diarios (PDB) durante 2011 y hasta mediados de 2012.
Si eso es cierto, estamos ante algo realmente problemático.

La deuda de Estados Unidos con su personal diplomático, militar y de inteligencia

David S. Addington


Las muertes en Bengasi, Libia, del Embajador de Estados Unidos en Libia y de otras personas al servicio de Estados Unidos nos proporcionan un trágico recordatorio de los grandes sacrificios que los diplomáticos, las fuerzas armadas y el personal de inteligencia de Estados Unidos que sirven en el extranjero, hacen para defender a Estados Unidos y sus intereses en todo el planeta.

Nueva ola de ataques a las embajadas de Estados Unidos

Amy Payne



Grupos de manifestantes irrumpieron hoy en la Embajada de Estados Unidos en Yemen e incendiaron el edificio. Al igual que hizo la turba del martes en Egipto, derribaron la bandera americana. También están circulando informes de una protesta espontánea hoy en Teherán con alrededor de 500 iraníes cantando “Muerte a Estados Unidos”. Mientras tanto, un antiguo mentor de Osama bin Laden pidió a sus seguidores que imitaran lo sucedido en Libia y Egipto.

Un tráiler incendiario para una película que no existe

Un tráiler incendiario para una película que no existe

Una producción de voluntad claramente ofensiva e incendiaria aparece en la web, envuelta en misterio, y provoca protestas en el mundo musulmán

Fotograma del tráiler que ha provocado las protestas.

Puede no haberse rodado película de tan escasa calidad en la historia entera de Hollywood. Puede que ni siquiera haya película, y a lo único a lo que hayan llegado sus productores haya sido a un tráiler de 14 minutos. Pero Inocencia de los musulmanes, un título de última hora para una producción que no llega a serie Z, ha sido empleada por una serie de activistas radicales cristianos para caldear los ánimos e incitar protestas en todo el mundo musulmán. De momento, todo lo que rodea a esa producción es un misterio, excepto la burda parodia que realiza del profeta Mahoma, con una intención claramente ofensiva.

Una multitud asedia por segundo día la representación de EE UU en Egipto. Policía y manifestantes libran una batalla campal en el centro de El Cairo. Ricard González, El Cairo


Un manifestante lanza una lata de gas lacrimógeno contra un policía en los disturbios junto a la embajada de EE UU en El Cairo. / khaled elfiqi  (EFE)

El fuerte olor de los gases lacrimógenos, las sirenas de las ambulancias, y las carreras frente a los antidisturbios han vuelto a la plaza Tahrir de El Cairo. Sin embargo, ahora los activistas no piden la caída de una Junta Militar descabezada hace un mes por el presidente Morsi, sino la expulsión de la embajadora de EE UU como represalia por la producción de un filme denigrante sobre el profeta Mahoma.
Los disturbios se iniciaron la noche del miércoles, y se prolongaron de forma intermitente durante el jueves. Un grupo de jóvenes activistas, que nunca superó las 3.000 personas, pretendió acercarse a la embajada de EE UU, situado a dos calles de la mítica plaza Tahrir. Las fuerzas del orden se lo impidieron, desencadenándose una batalla campal a base de piedras, cócteles molotov y gases lacrimógenos. La contundencia de la policía contrasta con la laxitud de las medidas de seguridad durante la protesta del martes por la noche, cuando varios chicos consiguieron escalar el muro de protección de la legación diplomática, y arrancar de un mástil la bandera de las barras y las estrellas.

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