07 octubre, 2012

Chavismo celebra en Venezuela antes de resultado elección. Reuters. Por Mario Naranjo y Diego Ore

Las leyes venezolanas prohíben la difusión de resultados electorales antes del anuncio oficial--
CARACAS (Reuters) - Seguidores de Hugo Chávez tomaron las calles el domingo en la noche festejando con fuegos artificiales y cánticos en anticipación a la tercera reelección del líder venezolano frente al joven aspirante opositor Henrique Capriles, antes de que se divulguen los datos oficiales.
Ministros y altos funcionarios del Gobierno de Chávez publicaron mensajes de triunfo en la red social Twitter. Varias fuentes en el comando opositor reconocieron la derrota de Capriles, mientras un funcionario de alto rango confirmó que la victoria habría sido por poco más de un millón de votos.


El ministro de Interior y Justicia, Tareck el Aissami, dijo en su cuenta que lograron una "victoria perfecta", mientras que el viceministro de Exteriores, Temir Porras, aseguró que tenían "8,5 millones de razones para estar contentos".
No había resultado oficial del ente electoral, que había insistido en que es ilegal declarar la victoria antes de su anuncio oficial.
Tanto Chávez como Capriles se comprometieron a acatar el dictamen de las urnas y de confirmarse una amplia ventaja se desactivaría el riesgo de tensión en las calles.
Cualquiera sea el resultado, el escenario a corto plazo está plagado de incertidumbres, tanto por la incógnita sobre la salud de Chávez -que se declaró curado de cáncer hace tan sólo cinco meses- como por el desafío que supondría para Capriles gobernar con instituciones controladas por aliados del presidente.
Los venezolanos participaron entusiasmados y muchos eligieron hacer fila toda la noche pertrechados con sillas plegables, sombrillas, comida y termos de humeante café negro para aguantar la larga espera.
Ambas partes desplegaron testigos en los 13.810 centros de votación para verificar la transparencia del proceso y han llamado a sus seguidores a "defender" el voto en unos comicios sin observadores internacionales pero con una misión electoral del grupo regional Unasur y cientos de periodistas acreditados.Chávez ve llevar socialismo a punto "no retorno" >Capriles desafía revolución con nuevo camino >Chávez y Capriles proponen dos visiones de país >Principales noticias durante proceso electoral
FUTURO INCIERTO
Chávez exhibió al final de la campaña una inusual dosis de autocrítica, reconociendo fallas de gobierno y comprometiéndose a ser "mejor presidente" y a dialogar con la oposición si gana.
Pero su difusa promesa de pasar un "poderosos cerrojo" para asegurar un viaje "sin retorno" hacia el estado socialista ha levantado las sospechas de sus adversarios, que temen un posible paquete de medidas o reformas radicales.
El líder bolivariano ha nacionalizado desde multimillonarios proyectos petroleros hasta pequeños comercios, lo que según la oposición destruyó al sector privado nacional y aumentó la dependencia de las importaciones de casi todo tipo de bienes.
Con su tono pausado y breves discursos, Capriles se ha dado baños de multitudes en casi 300 pueblos y ciudades, desde las remotas villas amazónicas a los peligrosos barrios capitalinos, asegurando que su plan de más respeto a la empresa privada y atraer mejores inversiones harán progresar al país.
El político de 40 años insiste en que seguirá los pasos de Brasil, que combina libre mercado con fuertes programas sociales, pero no ha sido concreto sobre cómo desenredaría la compleja maraña de controles económicos de cambio y de precios o cuál será el destino de los cientos de empresas expropiadas.
Su eventual triunfo abriría un compás de incertidumbre, ya que no asumiría hasta enero de 2013, mientras Chávez seguiría teniendo mayoría legislativa y el control de instituciones clave, como la petrolera estatal PDVSA, el sistema de justicia y los cuerpos de seguridad, dirigidas por cercanos aliados.
Los comicios también son seguidos de cerca en Latinoamérica, donde Chávez mantiene acuerdos petroleros en condiciones preferenciales con cercanos aliados como Cuba, Bolivia y Nicaragua, así como por países con multimillonarios intereses en Venezuela como China y Rusia.
Ante un nuevo triunfo, el mandatario también ahondará su relación con líderes vigilados de cerca por la comunidad internacional, como el iraní Mahmoud Ahmadinejad, el sirio Bashar al-Assad y el bielorruso Alexander Lukashenko, galvanizados por su radical prédica antiestadounidense.
Sin embargo, muchos temen que su peor enemigo podría ser la reaparición de un cáncer que lo forzó a pasar por el quirófanos tres veces en menos de un año y que lo tuvo según sus propias palabras al borde de la muerte, sin haber designado un sucesor.
UN PAIS, DOS VISIONES
Tras una frenética gira "casa por casa" con la que cruzó varias veces el país, Capriles es la mayor esperanza de la oposición en 14 años para derrotar a Chávez quien tuvo un arranque suave y fue subiendo el ritmo de campaña para terminar con una fabulosa demostración de fuerza en las calles.
El militar retirado de 58 años ha amasado una resistente popularidad gracias a su innegable carisma y masivos planes sociales para los más pobres financiados con la renta petrolera.
"Voté por Chávez porque garantiza la revolución, el apoyo a los pobres. Si él pierde se acaba todo: nos van a quitar las misiones y la esperanza", dijo Elida Pérez, un ama de casa de 50 años, tras sufragar en la parroquia Santa Mónica en Caracas.
Pero la inversión de miles de millones de petrodólares en las "misiones", desde casas gratuitas a tratamientos de salud en Cuba, se topó esta vez con un duro rival que promete corregir las fallas de un Gobierno ineficiente y corrupto que no da soluciones a problemas graves como el crimen y el desempleo.
"Si gana Chávez me voy de Venezuela. No quiero imaginar que va a pasar aquí con este Gobierno seis años más. Van a terminar de arrasar con todo, estatizar todo. Ya está bueno, tuvo su oportunidad y el cheque se le acabó", dijo Germán Gómez, un oficinista de 35 años, tras votar en una zona de clase media.
(Escrito por Enrique Andrés Pretel y César Illiano.; Reporte adicional de Ana Isabel Martínez, Marianna Párraga, Eyanir Chinea y Girish Gupta; Editado por Juana Casas y Silene Ramírez)

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