BBC Mundo
El exsecretario de Estado de
Estados Unidos, Henry Kissinger, hizo una famosa pregunta: "Si quiero
hablar con Europa, ¿qué número debo marcar?" Durante los últimos tres
años, los mercados financieros han estado haciendo una pregunta similar:
"Si queremos destruir el euro, ¿quién nos va a detener?"
Así introdujo la editora de economía de la BBC,
Stephanie Flanders, su análisis de la trascendente noticia que surgió el
jueves: que el Banco Central Europeo (BCE) se comprometió a salvar las
economías que lo necesiten con tal de que hagan las cosas bien.La noticia era una, a pesar de sus innumerables aristas: el BCE, el segundo banco central más importante del mundo, está dispuesto a comprarle bonos a los gobiernos de las economías de la eurozona que lo necesiten con tal de que se salve la moneda única y con la condición de que se sometan a una serie de requisitos políticos y económicos.
Parecer ser, pues, que la respuesta a las preguntas que planteó Flanders tienen nombre propio: Mario Draghi. No en vano el italiano se ganó el apodo de "Supermario" y a su plan de recuperación lo llamaron "la bazuca de Mario".
Pero, ¿De qué se trata el plan de Draghi para salvar el euro?
El plan
Se ha dicho que el plan es un punto de inflexión (en inglés, usan la expresión game changer).Hasta ahora, el BCE solo había dado a los países afectados rescates de liquidez en situaciones extraordinarias que solo estaban aplazando la crisis de la deuda y dando espacio para nuevas soluciones que, según muchos, nunca llegaron.
La palabra clave del anuncio del jueves es "ilimitado", dijo el editor de Europa de la BBC, Gavin Hewitt. "El banco central hará lo que sea necesario para mantener abajo los costos de endeudamiento de los países vulnerables. Eso es lo que hace este plan de compra de bonos diferente al de antes".
"El ministro francés de Finanzas dijo que el rescate del euro era parte de la misión de la entidad. Eso sin duda le da al banco un montón de flexibilidad"
Gavin Hewitt, BBC.
Según le dijo Draghi a la prensa, las compras actuarán como un colchón que elimina los riesgos de la eurozona. "Los mercados de bonos están distorsionados... en todas las direcciones". Las nuevas adquisiciones restaurarán la política monetaria y recrearán la unidad del área monetaria.
Como explica Flanders, el BCE no protegerá a España o Portugal, Italia o de que sean discriminados por los mercados: de pagar tasas de interés por préstamos más altos que, por ejemplo, Alemania. "Pero si España y el resto son capaces de mantener sus poblaciones en el objetivo de hacer lo que se necesita para permanecer en el euro, el BCE les dice que no va a permitir que sean expulsados".
El BCE insiste en sus condiciones, dice Hewitt, pero con estos se ha vuelto más flexible. "El ministro francés de Finanzas dijo que el rescate del euro era parte de la misión de la entidad. Eso sin duda le da al banco un montón de flexibilidad".
Críticas
La mayoría de las críticas al plan de Draghi llegaron desde Alemania, país que no sufre una crisis de la deuda y teme perder su soberanía. Los alemanes no quieren exponerse a las obligaciones de los países con deuda.Draghi dijo que el euro es un proyecto "irreversible", y esto dio pie para críticas como la del diario Süddeutsche Zeitung: proponer el rescate del euro a cualquier precio, dijo el diario, "cruza la línea roja". "Es inaceptable que el BCE se tome la regulación del euro", dijo.
Aunque unos creen que el plan de Draghi llega tarde, otros piensan que más vale tarde que nunca.
¿Supermario?
El foco de atención queda ahora sobre este hombre que pasó por el sector publico y privado y llegó al BCE en medio de muchas críticas.Se le cuestionaba el hecho de que viniera de Goldman Sachs, el banco de inversión que carga con la reputación de ser la causa de la crisis de 2008.
También le criticaban su nacionalidad, puesto que Italia no es un país reconocido por su manejo conservador de la inflación, cuando una de las principales labores del BCE es mantener estables los precios.
Pero, como dijo Zachary Karabell en The Daily Beast, "en un sistema que depende de la voluntad de los mercados para ampliar el crédito y de la fe en los gobiernos de que no van a caer en déficit, el papel de los bancos centrales para aportar la seguridad y estabilidad no puede ser subestimada.
"No, el BCE y la Reserva Federal no pueden sustituir a las legislaturas y a la sociedad en su conjunto… Pero están en la posición única de mantener los sistemas funcionales", dijo Karabell.
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