25 octubre, 2012

¿El Estado crea empleos?

¿El Estado crea empleos?

No existe político que no prometa o se vanaglorie de crear empleos. No me refiero aquí a los empleos que se crean cuando un Estado da seguridad jurídica, mantiene una estructura burocrática eficiente donde los trámites son pocos, sencillos, baratos y cortos, elabora leyes que no están diseñadas para crear grupos privilegiados y extractores de rentas estatales o construye un sistema de justicia eficiente y relativamente poco corrupto. Alegrémonos cuando los políticos hablan de crear empleos a través de estos mecanismos. Me refiero al empleo estatal, creado porque el Estado contrata a alguien y le paga un salario. Y cuando el Estado contrata a alguien, aparece un político afirmando que gracias al Estado se ha creado un puesto de trabajo. 

Para analizar la veracidad de esta afirmación primero debemos entender de dónde salen los fondos con los que el Estado paga salarios. Esos fondos provienen de impuestos que son extraídos de todos (o casi todos) los habitantes del país. El Estado no puede dar nada, sin haber quitado previamente. Entonces para evaluar si el Estado crea empleos tendríamos que tratar de medir cuántos empleos adicionales se crearían de forma privada si el Estado devolviera a sus dueños los impuestos que colecta. No podemos aseverar si el resultado estaría a favor o en contra del Estado, pero como podemos estar seguros que por lo menos algunos puestos de trabajo adicionales se crearían en el sector privado, sí podemos afirmar que el Estado no crea tantos empleos dice crear.
Ahora vamos a la calidad y productividad del empleo. El Estado contrata un burócrata que pasa la mitad de su tiempo jugando solitario o viendo Facebook en su computadora, tomando cafecito y tertuliando con los colegas y utiliza el tiempo que le queda para trabajar a un ritmo que no lo fatigue mucho. Si una empresa paga impuestos equivalentes al sueldo del burócrata y si esa empresa teniendo esos recursos disponibles los utilizara para contratar un ingeniero agrónomo, sin dudas que podríamos afirmar que la diferencia en calidad y el valor para la sociedad entre ambos empleos es abismal.
Que sea el lector quien juzgue si es el Estado o el sector privado más propenso a crear empleos improductivos. ¿Y si utilizara esos recursos para contratar 4 jornaleros? Ahora imaginemos que el Estado maneja una mina y contrata mineros. ¿Crea empleos productivos? Solo si la productividad de esos mineros estatales es igual o mayor a la productividad de los mineros privados. Si, ceteris paribus, un minero estatal extrae la mitad de lo que extrae uno privado entonces esos empleos son tan improductivos como los del burócrata que se la pasa en Facebook. Nuevamente, que el lector juzgue si los empleados estatales son tan productivos como aquellos que trabajan en el sector privado.

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